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El Partido Conservador en segunda vuelta: entre dejar hacer y dejar pasar

Por: Laura Alejandra Fajardo, Asistente de Investigación Línea de Investigación en Democracia y Gobernabilidad


Los resultados de las elecciones legislativas representan una medida de las fuerzas de los partidos, sus capacidades para movilizar votos y apoyos. Es por esto que los anuncios de apoyos en las presidenciales por parte de los partidos, luego de las votaciones al Congreso, permiten vislumbrar los alcances y respaldos de los candidatos presidenciales. Sin embargo, el ejercicio consiste en entender que la totalidad de los votos entre las elecciones legislativas y las presidenciales no son absolutamente endosables. Esta transferencia de votos depende de diversos factores, como la voluntad política, la disposición y conveniencias electorales, etc.


El Partido Conservador ha sido históricamente uno de los más grandes electores del país: en 2018 fue el tercer partido con más congresistas: 15 senadores y 21 representantes a la Cámara y en las pasadas elecciones legislativas nuevamente alcanzó 15 curules en Senado y subir a 27 sus representantes a la Cámara, representados en 1.647.286 votos en Senado, y en Cámara 1.348.949 votos.


Los rasgos de los apoyos conservadores


Para la primera vuelta presidencial, el Partido Conservador oficializó su apoyo a Federico Gutiérrez, quien fue considerado como el “candidato de los clanes”. Del total de los 49 senadores que lo apoyaban, 15 eran conservadores, de estos, 10 pertenecen a algún clan; y de los 61 representantes a la Cámara que apoyaban a Gutiérrez, 25 eran del Partido Conservador y de estos, 14 pertenecían a algún clan.


Junto con el Partido de la U, Mira y el Partido Liberal, el Conservador se sumaba a los amplios votos, escaños y espaldarazos políticos con los que contaba Gutiérrez, tras semanas de las consultas presidenciales.




Entre estos apoyos contaban nombres electorales considerables como Nadia Blel, Efraín Cepeda y Juan Samy Merheg, pero no fueron suficientes para que Gutiérrez llegara a segunda vuelta. Aunque fue innegable el crecimiento electoral de Gutiérrez entre la consulta presidencial a la primera vuelta, pues pasó de 2.161.686 votos que tuvo por su cuenta en la consulta presidencial (y 4.145.691 votos que logró en total la consulta del Equipo por Colombia) a conseguir 5.069.526 votos en la primera vuelta.


Considerando la votación de quienes pasaron a segunda vuelta, cabe preguntarse entonces, ¿cuál fue el papel del Partido Conservador en esta caída del ‘fiquismo’?, ¿qué tanto se movieron, o no, esos apoyos electorales del conservadurismo? Un análisis regional puede revelar qué paso con los Conservadores en esta primera vuelta presidencial.


La diversidad en los apoyos de los conservadores: los que se esforzaron y los que aportaron para la foto, pero no para los votos

En un intento por medir la fuerza, el interés y la capacidad de movilizar votantes que actualmente pueda tener el Partido Conservador para las elecciones presidenciales, cabe revisar el comportamiento y las regiones de dominio de los senadores conservadores con mayor votación en las pasadas elecciones legislativas. Llama la atención que en los departamentos en los que el Partido Conservador demostró seguir vigente y fortalecido electoramente, no ganó Federico Gutiérrez.

  • En el Caribe: los que se esforzaron, pero no lo lograron

En las pasadas elecciones presidenciales de 2018, el caribe colombiano votó principalmente a Iván Duque, con excepción de Córdoba, Atlántico y La Guajira. Sin embargo, para las elecciones de 2022, en todos los departamentos de la Costa Caribe ganó Gustavo Petro, a pesar de que Federico Gutiérrez contaba con más apoyos en esta región.

En el departamento de Bolívar, la encargada de llevar la batuta de la campaña presidencial por parte de los conservadores fue Nadya Blel, la mujer más votada en las pasadas elecciones legislativas, con 165.754 votos. Nadya es la hija de Vicente Blel Saad, condenado por parapolítica, y hermana de Vicente Blel Scaff, Gobernador de Bolívar (2020-2023). Llegó por primera vez al Congreso de la República en 2014 a ocupar una curul de senadora con una votación de 42.394 votos avalada por el Partido Conservador y fue reelegida para el periodo 2018 con una votación de 69.840.




La senadora electa del Conservatismo se puso la camiseta del ‘fiquismo’ en Bolívar y convocó eventos en plazas públicas e influyó en la instalación de la sede de campaña de Gutiérrez en ese departamento. Asimismo, el cierre de campaña en Cartagena de Gutiérrez fue un evento multitudinario en plaza pública del que Nadya hizo parte.


Además, en Bolívar, de las seis curules posibles, cuatro son del Partido Conservador: Yamil Arana (113.708), Juliana Aray (69.409), Andrés Montes Celedón (61.631) y Fernando Niño Mendoza (39.942). En total suman un caudal de 284.690 votos, sin contar los 165.754 votos de Nadya Blel. Aunque la bancada completa se sumó a la campaña, Federico Gutiérrez perdió en Bolívar con 203.923 votos, frente a los 359.523 votos de Gustavo Petro. Un 76% más de votos hacia Petro. Gutiérrez ni siquiera alcanzó el total de los votos de los conservadores en el Congreso, lo que es todavía más grave si se tiene en cuenta que el actual gobernador Vicente Blel es también líder de este clan.



Mientras tanto, en Córdoba, el conservadurismo se partió en dos para la campaña presidencial: por un lado, el clan de los García Pineda, y por otro, el naciente clan Barguil.


En el primero, destacó la labor del recién elegido senador conservador, Marcos Daniel Pineda (152.893 votos), quien activamente apoyó la candidatura de Gutiérrez. El cuestionado hijo de la senadora conservadora Nora García Burgos, líder del Clan García Pineda declaró desde muy temprano su apoyo a Federico Gutiérrez desde sus redes sociales.



Junto con Rodrigo Lara, fórmula vicepresidencial de Gutiérrez, el senador Pineda fue uno de los dinamizadores más importantes de la campaña en Córdoba: acompañó encuentros con emisoras, campaña en las calles y aprovechó su “Gira de Gratitud” a sus electores para empalmarla con la campaña presidencial.


De igual forma, su madre, Nora García Burgos y su fórmula a la Cámara, el electo representante, Wadith Manzur (113.357) también apoyaron y difundieron la aspiración presidencial de Gutiérrez.

Mientras tanto, desde la otra orilla, la senadora Liliana Ester Bitar (114.811 votos) y el representante Nicolás Barguil (88.937 votos), también apoyaron la aspiración presidencial de Gutiérrez. Tal vez, las divisiones internas del conservatismo en Córdoba llevaron a la pérdida en las presidenciales en el departamento, pues, a pesar de los esfuerzos, Gutiérrez alcanzó solo 172.686 votos, quedando por debajo de Gustavo Petro, quien casi duplicó la votación de Gutiérrez: 318.645. Nuevamente, en este departamento Gutiérrez ni siquiera alcanzó la votación de la bancada conservadora que, sin contar la responsabilidad de otros partidos que apoyaban a Gutiérrez, al parecer, se aseguraron de obtener su curul en el Congreso, pero no hicieron el mismo esfuerzo para apoyar a su candidato presidencial en primera vuelta.


En Atlántico, en cambio, el senador conservador reelegido Efraín Cepeda (130.269 votos) hizo parte de aquellos que “aportaron para la foto, pero no para los votos”, pues, aunque declaró públicamente su apoyo al candidato Gutiérrez, parece haber sido poco el esfuerzo que movilizó a Cepeda para hacerle campaña a Gutiérrez.



La fórmula a la Cámara de Cepeda, el representante reelegido Antonio Zabaraín (54.741 votos), también manifestó su apoyo a Federico Gutiérrez, pero tampoco pareció movilizar muchos esfuerzos en pro de la campaña a lo largo de la contienda. A pesar de esto, el conservatismo hizo parte de un multitudinario evento en Barranquilla, en el que se ven pancartas del Partido Liberal y de José David Name (del Partido de la U). Tal vez, esta falta de trabajo en una campaña de largo aliento y trabajo con las bases electorales contribuyó a que en el Atlántico también perdiera Gutiérrez, con 233.614 votos, frente al doble de votos de Petro: 479.049. Nuevamente, esto solo contando el comparativo de las acciones del partido Conservador, pues Atlántico es el bastión de los Char, de Cambio Radical y los Liberales, a quienes les cabe responsabilidad en esta decadencia.





En Cesar, el representante reelecto Alfredo Ape Cuello (68.667 votos), lideró la campaña del Partido Conservador en el departamento, sin embargo, fue poco el trabajo que se le vio emprender en los municipios y, al igual que en el Atlántico, Ape Cuello hizo parte de un evento en Montería convocado por el resto de los partidos que apoyaban la candidatura. En el Cesar, Gutiérrez perdió con 80.791 votos, quedando en tercer lugar por debajo de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.


  • La región central: Eje cafetero, los Santanderes y Tolima

En el Eje cafetero, el conservador más importante es el electo senador risaraldense Juan Sammy Merheg (97.519 votos), quien también anunció públicamente su apoyo a Federico y encaminó la campaña del candidato en Risaralda. Sin embargo, la campaña enfrentó serios cuestionamientos por parte de la oposición del departamento y denunciaron el exceso de vallas publicitarias en la región, ante lo que el Consejo Nacional Electoral respondió, ordenando desmontar vallas publicitarias. Merheg, al igual que Cepeda podría incluirse entre el grupo de quienes “aportaron para la foto, pero no para los votos”, pues a pesar de ser uno de los políticos tradicionales en el partido, no lideró la campaña en el departamento. En Risaralda, Federico Gutiérrez quedó de tercero, por debajo de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández.


Por su parte, ni Caldas ni Quindío son bastiones conservadores importantes, de forma que nadie en particular adelantó la campaña presidencial de Federico Gutiérrez. En Caldas ganó Rodolfo Hernández y en Quindío, Gustavo Petro.

En contraste, los ‘Santanderes’ (Santander y Norte de Santander) contaron con una presencia importante de conservadores en el ‘fiquismo’, como el representante Ciro Rodríguez (48.037 votos) y Juan Carlos García en Norte de Santander, así como Luis Eduardo Díaz Mateus, en Santander. Sin embargo, de antemano sabían que la región era una plaza difícil, pues Rodolfo Hernández concentra la mayoría de su electorado en esta zona. En Norte de Santander, departamento de concentración electoral conservadora, Federico Gutiérrez quedó segundo con 169.066 votos, mientras que Rodolfo lo dobló con 367.724 votos.



Al sur del país, en el Tolima, el Partido Conservador logró vincular dos senadores en 2022, Miguel Barreto (69.480 votos) y Oscar Barreto (112.669 votos), y tres de las seis curules a la cámara de representantes. A pesar del potencial electoral conservador en el departamento, ni Oscar, ni Miguel, los grandes electores, hicieron una campaña electoral ardua, y en un tono similar al de Cepeda en Atlántico y Merheg en Risaralda, no movilizaron los esfuerzos que sí hicieron en las elecciones legislativas.


El resultado de esta falta de movilización y esfuerzo electoral se reflejó en los resultados: Federico quedó en tercer lugar, con 144.898 votos, por debajo de los 190.947 votos de Petro y los 242.903 votos de Rodolfo Hernández.


El panorama conservador tras la primera vuelta


Luego de conocerse los resultados y aceptar que Gustavo Petro y Rodolfo Hernández son los candidatos que se disputarán la presidencia en segunda vuelta, el Partido Conservador no ha manifestado apoyo alguno a ninguno de los candidatos. A tan solo días de las votaciones, el directorio conservador no ha hecho ningún pronunciamiento oficial, y ninguno de sus senadores o representantes han manifestado abiertamente algún apoyo.


Días después de la primera vuelta, el director del Partido, Omar Yépez Alzate, le solicitó a los miembros del partido no pronunciarse a favor de ninguno de los candidatos, y en cambio, esperar a que se tomara una decisión tras una reunión del Directorio. Sin embargo, tras dicha reunión, el comunicado oficial fue el siguiente, sin que se conociera cuál era la decisión.


Por su parte, Omar Yepes, desde su cuenta personal, ha hecho una serie de trinos que resultan ambiguos, rechazan el voto en blanco, pero no mencionan el candidato al que apoyaría la colectividad conservadora.



De hecho, según lo señaló la revista Semana el 7 de junio, Yepes habría sostenido una conversación con el candidato Hernández, en la que este último señaló querer mantener su independencia y no hacer acuerdos programáticos, algo que deja huérfanos a los conservadores, quienes tienen en sus toldas políticos que han manifestado que nunca apoyarán a Gustavo.


Un partido sin candidato


El Partido Conservador, pese a ser una de las fuerzas políticas y electorales vigentes y fuertes en el país, no desplegó en totalidad sus esfuerzos para apoyar a Federico Gutiérrez en primera vuelta, muestra de esto es que en los departamentos en los que podía moverse maquinaría conservadora a favor de Gutiérrez, en ninguno ganó el candidato la primera vuelta.


Mientras tanto, el partido se mantiene al margen de tomar una decisión formal frente a su postura para esta segunda vuelta, al menos públicamente. En parte, es bien conocido que su candidato, desde el inicio, era David Barguil, por lo que pareciera que luego de no pasar la consulta de marzo, las directivas del partido ordenaron la adhesión a Federico, sin comprometer recursos y acciones coordinadas a favor de la campaña.


A tan sólo días de las elecciones presidenciales, el Partido Conservador sigue sin pronunciarse, lo que podría revelar que ya no están interesados en participar activamente de esta contienda electoral presidencial y, en cambio, pueden empezar a concentrarse en las elecciones locales del próximo año para las cuales sí tendrán que disputarse varias regiones con los sectores alternativos del Partido Verde y el Pacto Histórico, que están en ascenso.

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