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  • Carlos Lehder, el narcotraficante que se convirtió en el pionero del turismo en el Eje Cafetero

    Por: Redacción Pares Cuando se llevaron para Estados Unidos a Carlos Lehder se especulaba mucho en la Colombia de los años ochenta sobre las condiciones de su detención. Un cuarto oscuro, en donde sólo se podía mirar por una mirilla, sin contacto con otros presos. Unas condiciones deplorables con las que Estados Unidos quería mandar una señal: el peor pecado que se podría cometer contra este país era intentar la fuga de capitales. Colombia entera había sido testigo del esplendor de Lehder. Su isla Cayo Norman, las leyendas que lo cobijaban, entre las que se contaba el secuestro a Ringo Starr y a Ron Wood, guitarrista de los Rolling Stones.   Pero los Lehder eran famosos en Quindío por sus negocios. El papá del ex narco fue un empresario alemán con una visión empresarial de avanzada. En 1983 tenía los siguientes negocios: Inversiones Cebú, Hotel Posada Alemana y la finca Pisamal. Pero el lugar más representativo es el terreno que se conocía como mirador de Salento. Este es el pueblo más visitado del eje cafetero, pero, cuando Lehder compró este terreno en 1982 y empezó a construir su famosa Posada Alemana, en ese lugar de Colombia el turismo era incipiente. En la inauguración de la Posada fue el 8 de diciembre de 1982. Se escogió esa fecha porque Lehder era un fanático de John Lennon. El Ex Beatle había sido asesinado el 8 de diciembre de 1980 saliendo del edificio Dakota, lugar donde vivía en Nueva York. A Lehder le pareció un buen detalle inaugurar para conmemorar la fecha de la muerte de su ídolo y sorprender a los invitados con el descubrimiento de una escultura de John Lennon hecha por el maestro Rodrigo Arenas Betancur.   A esa fiesta de inauguración fueron personalidades de todo tipo, incluso poderosos de la iglesia como el cardenal Darío Castrillon, quien murió en el 2018, pero es el prelado colombiano que más cerca estuvo del popular papa Juan Pablo II. Lehder quería expandir el turismo desde el eje cafetero con su Posada Alemana. Entre otras atracciones estaba la de una pista de motocross en donde se realizaron varias competencias internacionales.   La Posada contaba con 24 cabañas todas con estilo suizo. Las cabañas eran de dos pisos, servicio de chimenea y televisión, tenía una discoteca propia llamada Quimbaya y su propio centro de convenciones. En medio de su locura, Lehder mandó a construir dos jaulas gigantes para encerrar allí a dos cóndores atrapados en el Cocora. Con su caída en 1987 la Posada Alemana pasó a ser ese lugar abandonado y comido por la humedad que hoy vemos cada vez que entramos a Salento. Pero la visión de Lehder se cumplió, y el Quindío se convirtió en uno de los grandes centros turísticos del país. Después de casi 40 años de ausencia, Lehder regresó al país en marzo y después de un inconveniente con su estado judicial salió libre. Aún no se sabe cuales verdades dirá.

  • Los niños bien del Chicó que soñaban con una revolución: historia de la revista Alternativa

    Por: Iván Gallo - Coordinador de Comunicaciones La ventaja de que te pongan una cita en la carrera séptima con 22 y que te dejen plantado es que puedes volver a hacer, sin planearlo, el viejo septimazo. Cuando se llega acá recorrer la séptima es uno de los pocos planes gratuitos y realmente divertidos que existen en una ciudad completamente sectorizada como Bogotá. Acá los estratos hacen las veces de fronteras invisibles. ¿Quién en su sano juicio podría recorrer Rosales si ya ni siquiera hay viejas mansiones? Además los vigilantes del lugar seguramente te verán mal. La séptima es territorio libre y, lo mejor, es que es un buen sitio para conseguir libros viejos. En uno de esos puestos de libros usados vi un ejemplar de la revista Alternativa.   La portada era completamente azul con letras amarillas. La noticia decía “Godos al poder” No entré a detallar los textos. Sólo quería ver el consejo editorial y las pautas. Era 1975, la revista empezaba a nacer. Enrique Santos Calderón y Daniel Samper Pizano eran dos de los nombres que más se repetían. Recordé a un profesor mío de la universidad que me dio una máxima que es fácilmente verificable, son los ricos, en el tercer mundo, los que hacen la revolución. Samper y Santos -nombres que se han repetido como habitantes del Palacio de Nariño- se conocieron en la unidad investigativa de El Tiempo en los años sesenta. Allí trabajaron con un tercer mosquetero, Luis Carlos Galán Sarmiento. Su tio Eduardo, dueño del periódico, empezó a ver a Enrique con ojeriza, el muchacho les había salido de izquierdas. Enrique quería más emoción en su vida. En 1973 conoció al profesor Bernardo García. Había estudiado economía en la universidad de Lovaina en donde conoció a Camilo Torres y como pasaba con todos los que conocían al sacerdote, caían ante su influjo y se transformaban inmediatamente en sus discípulos. Un carisma tan arrasador como el que alguna vez tuvo Cristo, cuenta la leyenda.   Poco antes de mayo del 68 García sacó en Europa un folletín que se llamaba Alternative. Cuando volvió al país Bernardo García se vinculó como docente en la Universidad del Valle. Era joven aún, tenía en la sangre el flujo potente de la revolución y el tono de su clase era el de la homilía revolucionaria así que en 1972 lo echan de la universidad y se establece en Bogotá en donde conoce a Samper y Santos, un dueto que, ahora que lo recuerdo, no sólo se conocieron en la universidad investigativa de El Tiempo sino que su amistad y colaboración periodística surgió desde el colegio donde estudiaron, el Gimnasio Moderno, y allí empezaron a firmar sus primeros artículos en el célebre periódico estudiantil El Agilucho.   Bernardo García seguía pensando en la revista, una revista realmente revolucionaria, que no estuviera adscrita a un partido. No mucha gente quisiera pautar en una revista que apoyaba “todas las formas de lucha” pero en los setenta era tan cool como los porros intentar posar como guerrillero. ¿Han visto al Ché Guevara de verde oliva llegando a Nueva York a hablar ante la asamblea de la ONU? No hay nada más rockero, transgresor y sexy que esa imágen. Pero no todos se parecían a Ernesto Guevara de la Serna. Había que trabajar un poco más para ser considerado un revolucionario. Así que García consigue a un socio poderoso, el arquitecto Jorge Villegas Arango quien a su vez le presenta a Orlando Flas Borda, amigo de su maestro Camilo y creador de la facultad de sociología en la Universidad Nacional.   Pero tal y como lo cuenta Jaime Flórez Mesa en un artículo maravilloso sobre la revista publicado en el portal Cola de rata, necesitaban a un periodista de raza y lo encontraron en lo más encumbrado de la sociedad, Enrique Santos Calderón tenía una columna en El Tiempo, el periódico de su familia, que se llamaba Contraescape que enfurecía y preocupaba a sus tíos pero que en el grupo de intelectuales que estaba formando Alternativa fue clave para dar el puntapie inicial. Con Santos Calderón llegaron Antonio Caballero, perteneciente también a una alta familia de intelectuales, artistas y pensadores, Samper Pizano. Pero Santos traería a la pieza clave para poner a funcionar el engranaje: Gabriel García Márquez. En ese momento, 1974, era el escritor más famoso del mundo. Cien años de soledad había sido lanzada siete años antes y recién venía de sacar su novela más esperada, El otoño del patriarca, toda una reflexión sobre el ejercicio del poder. En los setenta Gabo vivía su época más política. Así que cuando Santos Calderón le propuso hacer la revista, con su bacanería a flor de piel le respondió “Pues fúndala, no joda, invéntala”. Colombia hasta ese momento era un país con una sola gran revista, Mito, la que creó el cucuteño Jorge Gaitán Durán y que, muchos especialistas consideran, fue la punta de lanza de lo que se conocería como el boom latinoamericano.   Alternativa fue un escandalo constante en los seis años que vivió. Gabo ayudaba, Santos Calderón también, Villegas conseguía plata, pero basta con abrirla para darse cuenta que casi no tiene publicidad, que los pocos que pautan son librerías, editoriales como siglo XXI. Y además las ideas envejecen. En 1980 ya Santos Calderón se empezaba a convertir en un cuarentón clásico y bien de Bogotá, todo eso que pensó algún día empezaba a tomar el sabor del vinagre. Sus padres respiraron tranquilos, el pelado maduró, no se irá a ninguna guerrilla. La aventura de Alternativa terminó en 1980 convirtiéndose en una leyenda. Sus nexos con el M-19 eran indudables, Bateman participó, en algo, en la creación de la revista.   Lo que quedó fue la leyenda y algunas plumas que siguieron siendo importantes como la de Antonio Caballero y la de Samper Pizano, maestro aún vigente. El librero me vendió la revista en 1.000 pesos. Era lo último que tenía en los bolsillos.

  • Nunca estuvimos de acuerdo con él, pero era un genio: Vargas Llosa, se fue el último grande del Boom

    Por: Iván Gallo - Coordinador de Comunicaciones Una de las últimas apariciones públicas de Mario Vargas Llosa fue su visita a Barrios Altos y la Quinta Heeren, las localidades de Lima donde se desarrollan dos de sus novelas. Después de pasar buena parte de su vida en ciudades como Barcelona, París y Madrid, el Nobel regresó a Lima, la ciudad que supo describir como lo que era: un maestro. No sabíamos que estaba enfermo. Vargas Llosa no sólo era conocido por su rigor intelectual sino por una disciplina física indeclinable. Contrario a la bohemia de sus compañeros del Boom, el autor de La ciudad y los perros  era un deportista consumado, un hombre que hasta bien entrado en la setentena corría cinco kilómetros diarios, por eso creíamos que iba a durar para siempre. Pero Vargas no fue precisamente un monje. A pesar de ser un intelectual sus devaneos amorosos lo hicieron una cara habitual en las portadas de las revistas del corazón. Su aventura con su tía Julia le significó una fortuna, La tía Julia y el escribidor  vendió millones de copias y además fue adaptada innumerables veces en el cine y la televisión. En Colombia su personaje fue interpretado por un juvenil Victor Mallarino a finales de los años setenta. Su relación con su tía se rompió después de enamorarse de Patricia, su prima, de quien se separó cuando ya frizaba los ochenta años, cuando se enamoró con locura de alguien tan distinto a él como Isabel Preysler. Su separación con Preysler, en enero del 2023, volvió a ponerlo de protagonistas en los amarillistas tabloides madrileños. Vargas Llosa, después de renegar de Fidel Castro y de los amigos de quien él llamaba un dictador despiadado, abrazó, como si fueran una religión, la defensa a ultranza del neoliberalismo, incluso justificando regímenes salvajes como el de Pinochet o apoyando a Keiko Fujimori. Fue candidato a la presidencia de su país, promulgando el credo de Karl Popper y renegó de cualquier tipo de progresismo, inclusive del lenguaje inclusivo. Había que entenderlo, tenía 89 años. Pero no se confundan, Vargas Llosa fue el último grande que quedaba vivo del Boom, fue autor de obras monumentales, que a mi juicio están infravaloradas, como La guerra del fin del mundo , donde relata el levantamiento ultracristiano de Canudos en Brasil, con una puntualidad histórica y una belleza que aún conmueve e impacta. Obviamente que están Conversaciones en la catedral, La fiesta del chivo o La casa verde . Además de ser un narrador fue un innovador literario -algo que contrastaba profundamente con su ideología política- un tipo capaz de escandalizar a todo un continente cuando fue acusado de pornógrafo después de haber escrito Pantaleón y las visitadoras. No, nos confundamos. Ha muerto un gran escritor y un lector encomiable, un tipo que incentivó la lectura de Los Miserables, la obra de Borges y tantos otros maestros gracias a sus ensayos lúcidos, entusiastas, con el visor puesto en romper el nicho de intelectuales sin dejar de ser riguroso. Vargas Llosa despertó comentarios adversos incluso de discípulos suyos como Jaime Bayly, cuya última novela, Los genios, estaba enfocada en ridiculizarlo. No vamos hablar mal de una de las historias de chismes mejor contadas jamás, en donde revela además la razón por la que rompió con García Márquez -tema que no trataremos por respeto a los que ya no están- Vargas Llosa cometió el pecado de vivir demasiado en un mundo donde se veneran los cadáveres hermosos, pero no se le debe restar un ápice de su grandeza. El mejor homenaje es olvidar por un momento sus declaraciones políticas y sumirse en la lectura juiciosa de su obra. En tiempos en donde el Nobel se lo dan a cualquiera, Vargas podría ser el último clásico que en realidad supo darle grandeza a un premio cada vez más decadente. Arrodíllense, ha muerto un grande.

  • Transfeminicidio

    Por: Juan Guillermo Sepúlveda Arroyave [2] Fuente: la Izquierda Diario El atroz asesinado de Sara Millerey, el pasado 4 de abril en el Municipio de Bello, uno de los 10 municipios que componen el Valle de Aburrá en Antioquia, ha despertado, como es apenas normal, una cascada de reacciones negativas. Las autoridades del orden nacional, regional y local se han pronunciado al respecto, pidiendo castigo y ofreciendo recompensa por los que indiquen el paradero de los responsables.   Para finalizar y lo pongo en aras de la discusión, se han hecho preguntas en relación a ¿quién o quiénes perpetraron semejante hecho aberrante?, ¿por qué lo hicieron?, respuesta que le toca dar a las autoridades judiciales, que esperamos sean eficaces y eficientes, pues lo niveles de impunidad en estos casos son alarmantes, según reporte de la Comisión Colombiana de Juristas [1] , la Fiscalía, reporta que el nivel de impunidad es casi total para estos casos;  solo hay un reporte del 2 % de sentencias condenatorias y un 1 % de fallos, sin que se conozca su sentido y en cuanto a la identificación de autores de los hechos victimizantes, en el 82.6 % de los casos no se han identificado ni existe alguna estrategia para que avancen procesalmente.   En el conflicto armado el panorama es igual, la impunidad es casi total. Razón por la que la Corte Constitucional [2] adoptó medidas tendientes a garantizar los derechos de las victimas, y les ordenó a las entidades materializar acciones en cuatro componentes: el acceso a la justicia y a servicios de salud, acciones de protección y medidas de reparación .   La diversidad de identidades de género y de orientaciones sexuales   El homicidio contra Sara, que se definía como transexual, despierta indignación por todo lo horrible que rodea el hecho, que no se va a profundizar, pues no es el objetivo de este escrito, pero si quiero reseñar, a modo de información, en qué consiste aquello de la diversidad de identidades de género y de orientaciones sexuales que están señaladas en el acrónimo LGBTIQ+, que vemos en afiches, en titulares de los diarios, en campañas, cada año el día del orgullo gay [3] pero poco sabemos del significado de estas letras y lo que representan.   La "L",  se refiere a las lesbianas, mujeres que sienten atracción afectiva y/o sexual hacia otras mujeres. Sufren doble discriminación: por su género y por el estigma al que está asociado su orientación sexual.   La  "G"  representa a los hombres homosexuales, que sienten atracción afectiva y/o sexualmente hacia otros hombres. Es el conocido como ‘gay’, palabra venida del inglés que se ha normalizado en el mundo. El 28 de junio es el día internacional del orgullo “gay”.   La "B"  son las personas bisexuales, es decir, que sienten atracción afectiva y/o sexual tanto por personas del mismo sexo como del opuesto. El 24 de septiembre se celebra el Día de la Visibilidad Bisexual.   La "T", este es el caso de Sara Millerey.  Esta referida a las personas transgénero que es un término que se refiere a las personas cuya identidad de género y/o expresión de género no coincide con las expectativas convencionales relativas al género y al sexo que se les asignó al nacer. Desde 2008 a septiembre de 2022 más de 4.300 personas transgénero en todo el mundo sufrieron crímenes de odio. Asimismo, en muchos países no se les reconoce legalmente su identidad de género o tienen que pasar por largos procesos para conseguirlo. El 31 de marzo se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Trans y el 20 de noviembre, el Día Internacional por la Memoria Trans.   La "I"  son las personas intersexuales, aquellas que nacen con características biológicas que no se ajustan a las típicas categorías de masculino o femenino. Es decir, nacen con variaciones de las características sexuales como los cromosomas, los genitales, los órganos reproductores o los niveles hormonales. Es importante entender que la intersexualidad se trata de características biológicas y no tiene que ver con la identidad de género ni con la orientación sexual. De discriminación y el estigma que sufren, muchos niños y niñas que nacen intersexuales sufren cirugías médicas innecesarias, invasivas y traumatizantes en sus primeros años, por tal razón el Comité contra la Tortura y el Comité de Derechos del Niño de la ONU han emitido recomendaciones a varios países para que pongan fin a las intervenciones quirúrgicas. El 26 de octubre se celebra el Día de Conciencia para la Comunidad Intersex   La "Q",  hace referencia a aquellas personas que se identifican más allá de las categorías tradicionales del sistema binario varón/mujer, heterosexualidad/homosexualidad. Son aquellas personas que no se identifican con ninguna etiqueta y quieren vivir su identidad de género/orientación sexual de forma libre y sin discriminación.   El  “+” , representa a los colectivos que no están en las siglas anteriores. De esta forma, están incluidas identidades como el género fluido o las personas no binarias (cuya identidad de género cambia con el tiempo o dependiendo de la situación), así como otras orientaciones sexuales como la pansexualidad (sentir atracción sexual y/o romántica por las personas sin importar su sexo o género), la asexualidad (personas que no experimentan atracción sexual y/o no desean contacto sexual) o la demisexualidad  (personas que solo sienten atracción sexual hacia alguien después de haber formado un fuerte lazo emocional). El + representa la evolución del LGTBI, que busca crear espacios inclusivos y acogedores para todas las personas. La información anterior fue tomada de Amnistía Internacional [4]   Delito de odio, feminicidio y transfeminicidio   La diversidad de identidades de género y de orientaciones sexuales, unido a otros hechos como la xenófila [5] , el racismo [6] ,  la aporofobia [7] , entre otras, exigen una serie de reglamentaciones sociales y penales para evitarlos. Por ello vamos a hacer una aproximación a dicho delitos, con el ánimo de informar.   El delito de odio  es un un tipo de delito que se comete cuando una persona actúa movida por prejuicios o intolerancia hacia otra persona o grupo , por su r aza o etnia, religión, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, nacionalidad e ideología.   El elemento clave del delito de odio  es la motivación del agresor: no solo comete un delito (como una agresión, amenazas, insultos, daños, sino que lo hace por odio o rechazo hacia una característica del otro que considera "diferente".   En Colombia, el delito de odio está tipificado en el Código Penal, en los artículos 510 y 510 bis. Este delito se comete cuando se promueve o incita a la violencia, hostilidad, odio o discriminación contra un grupo de personas.   El homicidio  es un delito que consiste en quitarle la vida a otra persona, ya sea de manera dolosa o culposa. El feminicidio  es el asesinato de una mujer por razones de género, es decir, por el hecho de ser mujer. Es la forma más extrema de violencia contra las mujeres y una manifestación de la desigualdad y discriminación que enfrentan. El delito de feminicidio se tipificó en Colombia en 2015 mediante la Ley 1761, que lo define como el asesinato de una mujer por su condición de mujer o por motivos de su identidad de género.   El transfeminicidio , el termino surge de "Trans" , haciendo referencia a personas transgénero (particularmente mujeres trans) y “Feminicidio" , que es el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres. El trasfeminicidio, es el asesinato de una persona transgénero, especialmente mujeres trans, motivado por odio, discriminación y violencia estructural hacia su identidad de género. Es una forma extrema de violencia transfóbica, y se considera un crimen de odio  que también puede incluir otros tipos de violencia, como tortura, violación o mutilación.   El tipo penal escala de la siguiente manera. Ver gráfica. Elaboración propia Según la Defensoría del Pueblo [10] , La entidad defensora de los derechos humanos reveló que, entre enero y mayo de 2024, atendió 286 casos de violencia contra esta población, en distintas regiones del país. Del número total de casos, la violencia psicológica representó el 55% de los casos, mientras que la violencia física constituyó el 27%.   ¿Por qué en Antioquia?                 Volviendo al caso trágico de la muerte de Sara Millerrey , mucho se han movido las redes sociales dando cuenta de tan horrendo hecho, pero uno que ha llamado la atención es que el delito se cometiera en Bello Antioquia, siendo este departamento donde más se han cometido delitos contra la población del LGTBIQ+, que según informe del ministerio del interior, de trece homicidios cometidos contra dicha población este año seis han ocurrido en Antioquia Razón por la que, León Valencia, Director de la Fundación Paz y Reconciliación, PARES, hizo la siguiente pregunta, el 10 de abril a las 6,48 de la mañana,   “Una triste pregunta: ¿Por qué es en Antioquia donde hay más asesinatos de personas trans y LGTBQ+?   Ante esa pregunta “triste” hecha por Valencia, que tuvo 580 comentarios, 1.100 personas lo repostearon y 3.100 personas le dieron me gusta, hubo respuestas altamente preocupantes, como: "Porque esto aquí está lleno de camanduleros mama santas, fanáticos y enfermos." "Es una sociedad más conservadora que el resto del país." "Porque son uribistas nazis .... No pendejo, Porque es donde hay más población LGTBQ+." "Porque es donde hay más traquetos, educados en el machismo y la intolerancia." "Es una ciudad homofóbica, porque esa cultura traqueta la tienen tan arraigada y lo peor, es que creería que es la ciudad del país que tiene mayor número de población LGTBQ+... En fin, los uribistas." "Porque son uribistas adoctrinados, homofóbicos y psicópatas. "La cultura traqueta + el machismo + los rasgos fascistas del uribismo." Porque somos una sociedad camandulera y goda, alérgica a todo lo que nos parece extraño, ajeno a lo que encontramos entre las montañas que nos rodean y no nos dejan ver más allá de nuestras propias narices. Digo somos porque soy de aquí, pero he detestado eso desde siempre. Porque hay un ethos nazi en sectores de una sociedad conservadora, goda, machista, misógina, homofóbica y transfóbica. Esa cultura de machos verracos, preñadores, cachondos y borrachos. Dicen que el violador de Claudia Morales es antioqueño.   En lo particular me duelen las respuestas anteriores, por mi origen paisa.   La investigación penal por la muerte de Sara Millerreey ya se inició, y la discusión de por qué Antioquia es el departamento donde más se dan este tipo de delitos, está servida.   [1] Este artículo, antes que nada, pretenden informar y buscando con ello generar algún grado de apoyo, solidaridad y reflexión colectiva. [2]  Fundador y director general de Colombia Restaurativa www.colombiarestaurativa.com    Reconocido por la Organización de Estados Americanos, OEA, generador de Confianza en América Latina. Abogado, criminólogo, victimólogo, conflictólogo e interesado en la cultura y justicia restaurativa penal y ambiental. [3] Comisión Colombiana de Juristas. Persiste la impunidad para casi la totalidad de casos de violencia sexual en el marco del conflicto armado y el desplazamiento forzado. Jueves 11 de abril de 2024. https://coljuristas.org/sala_de_prensa/persiste-la-impunidad-para-casi-la-totalidad-de-casos-de-violencia-sexual-en-el-marco-del-conflicto-armado-y-el-desplazamiento-forzado   [4]  La Mesa de Seguimiento a los autos 092 de 2008, 009 de 2015 y 515 de 2018 de la Corte Constitucional sobre el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado y el desplazamiento forzado [5]  Colombia Diversa. https://colombiadiversa.org/blogs/por-que-celebramos-el-dia-del-orgullo/   [6]  Amnistía Internacional. LGBTIQ+: ¿Cuál es el significado de cada letra? https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/lgbtiq-significado-cada-letra/   [7]  Xenofia, se refiere al rechazo, miedo, aversión u odio hacia personas extranjeras o de culturas diferentes [8]  Racismo, es un acto discriminatorio, que consiste en odiar, rechazar o excluir a una persona por su raza, color de piel, origen étnico o lengua entre otros. [9]  Aporofobia, un sentimiento de rechazo o miedo hacia los desamparados, los carentes de recursos o los pobres. [10] Licsa Gómez.  Defensoría del Pueblo. Alarmante cifra de casos de violencia contra la población Lgbti en Colombia: van más de 280 en 2024. https://www.infobae.com/colombia/2024/06/29/alarmante-cifra-de-casos-de-violencia-contra-la-poblacion-lgbti-en-colombia-van-mas-de-280-en-2024/

  • DEL DICHO AL HECHO HAY MUCHO TRECHO: FUERTES CRÍTICAS A LA TRANSICIÓN QUE PROMETE PETRO

    Por: Lizeth Serrato Contreras La Transición Energética es uno de los pilares más prometedores del gobierno de Gustavo Petro, quien ha intentado marcar un rumbo diferente en América Latina en los temas de las renovables, apostando por una transformación significativa de su modelo energético. Sin embargo, entre la ambición del discurso y la dureza de los hechos, se ha abierto una brecha preocupante que pone en entredicho la viabilidad del proceso. El gobierno ha tomado decisiones sin precedentes en el territorio, como lo es la suspensión de nuevas licencias para la exploración de petróleo y gas, y la promoción de leyes contra el fracking; estas acciones han sido celebradas por algunos sectores como muestras de audacia  política y compromiso ambiental. No obstante, también han sido objeto de fuertes críticas, especialmente por parte de medios internacionales como The Economist , que no ha dudado en calificar la política energética del presidente como “inconsistente” y “llena de riesgos” para la economía nacional. Y es que, más allá del simbolismo de la TEJ, la ejecución técnica no ha tenido gran eco. Colombia sigue dependiendo fuertemente de los hidrocarburos, especialmente del gas natural, cuyas reservas se han reducido en un 58 % desde 2012. La realidad energética choca de frente con la narrativa gubernamental: por primera vez en casi medio siglo, el país ha tenido que importar gas para cubrir su demanda interna. Esto no solo contradice el discurso de autosuficiencia, sino que implica mayores costos y emisiones contaminantes, precisamente lo que se pretendía evitar. Por otro lado, las alternativas exploradas por el gobierno tampoco han rendido frutos claros. Reanudar la cooperación energética con Venezuela se ha visto obstaculizado por sanciones internacionales y por el deterioro del gasoducto binacional. ¿Estamos, entonces, sacrificando el corto plazo por un ideal sin sustento técnico? En este contexto, el debate sobre la Transición Energética en Colombia debe ir más allá del plano político o ideológico. Lo que está en juego no es solo la imagen del gobierno ante la comunidad internacional, sino la sostenibilidad energética del país en los próximos años. Se requiere una mirada integral que combine la descarbonización paulatina con el fortalecimiento de capacidades técnicas, infraestructura y políticas públicas coherentes. Sin una base sólida, el riesgo es que la Transición se convierta en un salto al vacío y siga generando realidades desiguales y conflictos socioambientales. En definitiva, el gobierno de Petro ha abierto una conversación imprescindible sobre el futuro energético del país, pero ha fallado en su ejecución. Si no se corrige el rumbo, la promesa de un modelo más verde y justo podría convertirse en una advertencia más que en una esperanza. El ambientalismo del que habla el presidente se ha puesto sobre una tela de juicio muy delgada en la que solo las acciones contundentes y reales pueden contrarrestar, de no ser así el discurso se convierte en un espejismo energético y, peor aún, nos lleva a pensar si nuevamente volvimos a caer en una ilusión sin futuro.

  • La hacienda las Guacharacas, una fuente de desgracias y riqueza para los Uribe Vélez

    Por: Redacción Pares El pasado 3 de abril el juicio que se le sigue a Alvaro Uribe Vélez recibió a uno de los testigos más esperados, Pablo Hernán Sierra, alias Alberto Guerrero o Pipintá, ex paramilitar del bloque Nutibara de las AUC. El exparamilitar, quien dio su versión a través de la virtualidad alegando problema de seguridad. En ella afirmó que la hacienda Guacharacas fue el primer gran asentamiento de los paramilitares en Antioquia y que, desde ahí, se sacaba gasolina de manera gratuita. Una de las frases más duras que dio Sierra en su declaración fue la siguiente: “ El expresidente Uribe y a Santiago Uribe, ellos han figurado siempre como los dueños de eso, después vendieron, pero eso fue como para lavarse las manos ahí. Después de todo lo que ocurrió fue que la vendieron” . Sierra también ha hablado de que en las Guacharacas se formó el Bloque Metro y que el paramilitar conocido como “Doble Cero” ayudó a financiar la primera campaña presidencial de Alvaro Uribe.   Las Guacharacas es una hacienda de 2.000 hectáreas. Los Uribe tienen un recuerdo muy duro. Allí, el 14 de junio de 1983, fue asesinado el ganadero Alberto Uribe Sierra, patriarca de la familia y uno de los empresarios más conocidos de Medellín. Las Guacharacas era una de las fincas más queridas por don Alberto pero, la aparición de las FARC en la zona y el asesinato de dos de sus trabajadores en una hacienda que tenía al lado de las Guacharacas hizo que Don Alberto y ninguno de sus hijos fuera hasta esta propiedad. Pero el 14 de junio no se aguantó las ganas y le dijo a su hijo Santiago que lo acompañara. Llegaron en helicóptero. Alcanzaron a revisar la casa, a preguntar por el estado de la hacienda. Entonces llegaron 14 hombres, en las primeras versiones que dio la familia afirman que fueron hombres de las FARC. Estaban armados. Le dijeron a Don Alberto que estuviera tranquilo, que querían hablar con él. Pero Alberto era templado y reaccionó sacando un arma y disparándoles. Por segunda vez le advirtieron que no disparara, pero Uribe Sierra no escuchó y volvió a sacar el arma. Lo asesinaron e hirieron a Santiago Uribe quien fue rescatado horas después por su hermano Alvaro.   La finca había sido comprada cinco años antes, en 1978. Ahí se dedicaban al ganado. En 1980 los Uribe tuvieron que soportar las protestas de 70 de sus empleados que se quejaban del mal pago que les daban. La riqueza de la propiedad, su exhuberancia, llevaron a que décadas después del asesinato de Alberto Uribe Sierra el ELN se llevara doscientas reses en 1996, cuando Uribe ya era gobernador de Antioquia. El responsable de esta operación era un guerrillero conocido con el alias de “Juan Pablo”, quien días después fue asesinado por paramilitares.   De Guacharacas salió también Juan Guillermo Monsalve, el testigo estrella en el caso Uribe, quien fue el hijo del capataz de esta finca y después se enroló en el Bloque Metro. Para acabar de completar las desgracias de esta hacienda en 1996 se la vendieron a los hermanos Gallón, implicados en el asesinato de Andrés Escobar.   Durante el juicio que se le sigue a Uribe Vélez, el nombre de esta hacienda a surgido una y otra vez, volviendo a sacar a flote todas las leyendas, desgracias y felicidades que le ha dado a los Uribe sus 2.000 hectáreas.

  • 'Calzones' y La Sombra de ‘La Cordillera’ en la Política de Risaralda

    Por: Línea de Paz y Seguridad - Línea de Democracia y Gobernabilidad El pasado sábado 8 de marzo, en un evento de precandidatos del Centro Democrático en Armenia , reapareció Cesar Augusto Giraldo Montoya , quién ha sido conocido en los últimos años con el alias de ‘Calzones’, y que presuntamente haría parte del grupo criminal La Cordillera que opera en Risaralda y otros municipios del Eje Cafetero y el Norte del Valle. Ante lo que pareciera ser un personaje muy importante en la política del Centro Democrático en la región, vale la pena preguntarse por las implicaciones que tiene que Giraldo sea relacionado con este grupo criminal, especialmente cuando inicie la dinámica preelectoral en el país. Desde la Línea de Democracia y Gobernabilidad, junto con la Línea de Paz y Seguridad, se realizó el siguiente rastreo para entender la incidencia que el grupo ‘La Cordillera’ tiene en el Eje Cafetero y el papel de César Augusto Giraldo ha tenido en la consolidación del uribismo en Risaralda y su rol como uno de los fundadores y fichas más importantes de ese partido en la región. ¿Qué es la Cordillera y por qué es tan importante en el Eje Cafetero? Fuente: Revista Raya. La Cordillera es un grupo criminal dedicado al narcotráfico con casi 25 años de trayectoria en el Eje Cafetero, siendo el departamento de Risaralda su principal centro de operación. Como se ha mencionado en un anterior artículo de la Fundación Pares , este grupo inicia como una red de ‘ollas’ de microtráfico en Pereira, pero su proceso de expansión se da tras la desmovilización de las AUC, donde Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’, junto con otros exmiembros del Bloque Central Bolívar (BCB), logran ganar control en la ciudad de Pereira y comenzar a cooptar los mercados ilícitos, construyendo un proceso de consolidación que le ha hecho adquirir una capacidad de control criminal prácticamente hegemónica en el departamento, que se ha extendido hacia municipios de Quindío y del Norte del Valle del Cauca. La Cordillera al ser un grupo sucesor del paramilitarismo, ha heredado muchas de sus lógicas y prácticas, junto con los vínculos con sectores políticos y empresariales que no han sido denunciados a profundidad (Mojica y Martínez, 2023) En los años recientes el nombre de La Cordillera se posicionó en la opinión pública al ser acusado de haber cometido el asesinato de Lucas Villa en medio del Paro Nacional de 2021, y también de planear un atentado en contra del entonces candidato Gustavo Petro en 2022. Justamente en ese año, el mismo Petro menciona a Cesar Augusto Giraldo como parte del grupo que quería atentar contra él, a lo que Giraldo respondió con que era un empresario honesto y no tenía nada que ver con lo que el hoy presidente señalaba. Giraldo, quien sería además un miembro muy importante del Centro Democrático en Risaralda, fue respaldado por el expresidente Álvaro Uribe  a través de su cuenta de X. Sin embargo, en octubre de 2023 la Revista RAYA  publicó una investigación en donde revelaba un informe de inteligencia realizado por la Fiscalía, con un organigrama de La Cordillera en el que aparecía Cesar Augusto Giraldo  con el alias de ‘Calzones’, como un miembro de la primera línea de mando del grupo. Sumado a esto, en la investigación de RAYA se exponen algunos negocios ilícitos que podrían relacionar aún más a ‘Calzones’ con La Cordillera, como actividades de compra y venta de bienes raíces a personas asociadas al narcotráfico. Además, se evidenció que ‘Calzones’ era un hombre muy importante para la dinámica política del Centro Democrático en el Eje Cafetero, lo cual puso en tela de juicio al partido, y encendió las alarmas por lo que significaría una presunta cuota directa del crimen organizado en la política de la región. Estos señalamientos sobre nexos entre ‘Calzones’ y el narcotráfico de La Cordillera, claramente reforzaron la denuncia realizada por Petro en 2022. Ante esto, se considera necesario resaltar que las economías ilícitas como el narcotráfico o el microtráfico han estado ligadas directamente a dinámicas de violencia, y control social y político. Hegemonía criminal: control y violencia Fuente: Infobae. Las actividades económicas ilícitas de La Cordillera, que van desde el control de ‘ollas’ de microtráfico, los préstamos gota a gota y los cobros extorsivos hasta el narcotráfico y el lavado de activos, se han mantenido a través de la implementación de prácticas de violencia y vulneraciones a los derechos humanos. A través del microtráfico y la extorsión ha adquirido una capacidad de control social y territorial muy alta en algunos barrios de Pereira y Dosquebradas, como se ha evidenciado en las Alertas Tempranas 003-22  y 001-23  emitidas por la Defensoría del Pueblo. En estos documentos se advierte sobre la capacidad de imposición de normas de conducta, restricciones a la movilidad, asesinatos selectivos como mecanismo de control y ‘ajuste de cuentas’, e incluso la amenaza sistemática a líderes sociales y comunales, que ha producido desplazamientos forzados intraurbanos o a otros municipios de Risaralda. La dinámica de violencia protagonizada por La Cordillera ha sido una constante, evidenciable principalmente a nivel urbano en la ciudad de Pereira y sus municipios colindantes (La Virginia, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal) que se ha mantenido hasta hoy. Según datos del SIEDCO de la Policía Nacional, en Pereira en 2024 se registró un aumento de casi el 30% en los homicidios con respecto al año anterior. Además, desde finales de 2024 a inicios de 2025, la capital de Risaralda ha experimentado una oleada de violencia, expresada en múltiples casos de sicariato y hallazgo de cuerpos desmembrados, lo cual al parecer estaría relacionado con disputas internas de La Cordillera -hoy al mando de alias Diego Pereira- pero también por reconfiguraciones en las dinámicas de los mercados ilícitos, en las que entran a jugar actores criminales y armados externos ( Martínez, 2025 ). Esta situación ha prendido las alarmas de las autoridades locales, que han anunciado medidas para afectar y desarticular al grupo, en donde incluso la DEA tendría participación,  lo cual reafirma la importancia que tiene La Cordillera en la dinámica del Narcotráfico del país. En este contexto se han realizado múltiples operativos de capturas a miembros del grupo , sin embargo, como se ha mencionado en anteriores análisis , este tipo de medidas no terminan aportando a la completa desarticulación, sino que producen reconfiguraciones y cambios de mando a través de los cuales continúa operando, pues tampoco se atacan los vínculos sociales, políticos y económicos que sostienen a la estructura. Según la Defensoría del Pueblo, se puede evidenciar que el grupo se ha posicionado como uno de los nodos más importantes de la compleja red de narcotráfico en el país, demostrando poder armado y de control territorial -principalmente a nivel urbano- que se ha extendido hacia al menos 6 departamentos. Además, se menciona que mantiene un interés en incidir en decisiones político-administrativas a través del apoyo y financiamiento a importantes políticos de la región (aunque no se menciona específicamente a cuáles), sumado a prácticas de manipulación electoral (Defensoría del Pueblo, 2023a, pp. 17-18). Esto último configura graves riesgos para el normal desarrollo de las dinámicas electorales, situación que se reiteró por parte del a Defensoría del Pueblo en la Alerta Temprana 030-23 , previo a las elecciones regionales de octubre de 2023. A esto se le suma los señalamientos que se han hecho sobre su actual líder, Diego Fernando Ruiz Quintero alias ‘Diego Pereira’ o ‘Don A’, quien también sería conocido como el ‘alcalde de la noche’, quien tendría una importante influencia política en la región, y presuntamente habría apoyado candidatos y financiado campañas electorales en 2018 y en 2023, resaltando que sobre estos señalamientos no se conoce información rpecisa ( Ortiz, 17 de octubre, 2023 ). La importancia de ‘Calzones’ en la estructura del Centro Democrático en Risaralda Fuente:  El Espectador. César Augusto Giraldo Montoya ha sido una figura importante en la política risaraldense y del Eje Cafetero en general. Fue uno de los fundadores del Centro Democrático en Risaralda y, según este artículo de El Espectador , se declaraba entonces a sí mismo como “coordinador” del Centro Democrático en la región, haciendo parte del comité departamental del partido. Según algunas fuentes recogidas por El Espectador , César Giraldo es quien pone y quita los avales a candidatos del Centro Democrático en Risaralda, así como tiene a parte de la directiva del partido presuntamente subordinada a sus directrices, en tanto ha sido uno de los principales financiadores del partido y de campañas políticas en el departamento. De hecho, ha manifestado su capacidad económica y su poder a través de diferentes campañas. Fue uno de los principales promotores de la campaña del NO al plebiscito de 2016, así como ha apoyado las precandidaturas en su momento de Rafael Nieto y Oscar Iván Zuluaga, del mismo modo que también apoyó la campaña de Iván Duque a la presidencia en 2018. Para 2022, Giraldo, a través de su hijo, Cristian Camilo Giraldo Botero, hizo campaña por Federico Gutiérrez e hizo parte de las llamadas “juventudes con Fico".  Giraldo Botero es importante porque es el dueño del restaurante “El Arriero Colombiano” (anteriormente conocido como “Rinconcito Antioqueño”), que ha sido desde tiempo atrás un punto importante de reuniones públicas y privadas de Álvaro Uribe Vélez con políticos y figuras importantes del departamento. Fuente: El Espectador. Asimismo, en 2018 César Giraldo impulsó las campañas de Alejandro Corrales Escobar, expresidente de la junta directiva de la Cooperativa Departamental de Caficultores de Risaralda entre 2010 y 2017, electo senador de la República para ese período y que tuvo 21.789 votos en Risaralda; y de Gabriel Jaime Vallejo Chujfí, expresidente de la Cámara de Comercio de Pereira y quien fue electo como representante a la Cámara de ese departamento con 24.000 votos. Ambos con el aval del Centro Democrático. Giraldo Montoya también ha sido cuestionado por aparecer en una foto con el entonces contralor de la República , Felipe Córdoba, para el momento en el que éste último fue elegido, en 2018. De esta foto ni Córdoba ni Giraldo dieron mayor razón a los cuestionamientos de los medios de comunicación.

  • Erradicación y sustitución: duplas por superar

    Por: Estefanía Ciro-Analista invitada PARES La política antidrogas se expresa en la historia de Colombia en la dupla “sustitución -erradicación”: se promete un proyecto productivo competitivo a la coca, pero se condiciona a la previa erradicación; el incumplimiento no se mide por el fracaso del Estado de “crear la nueva economía” sino en la resiembra por parte del campesino quebrado. Es decir, en el momento de acceder al proceso de sustitución, los campesinos dan un salto al vacío, dependen de la capacidad o voluntad del Estado de cumplir. Uno de los ejemplos más trágicos es Putumayo, laboratorio del Plan Colombia en 1998. Los campesinos, la defensoría del pueblo y las organizaciones de derechos humanos se cansaron de mostrar que el gobierno no les cumplió lo prometido, que los proyectos productivos nunca llegaron, no fueron escuchados y se activaron las aspersiones. Cualquier cambio real en la política antidrogas significa romper este círculo trágico. La erradicación se expresa en tres formas: vía aspersión aérea de herbicida, vía terrestre manual y terrestre con aspersión de glifosato. Por mucho tiempo se priorizó la aspersión aérea con glifosato pues el gobierno de los Estados Unidos y la policía decían que no podían acceder a muchos territorios por la presencia de la guerrilla. Este plan evolucionó y se denominó PECIG - Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante la Aspersión Aérea con el herbicida Glifosato-. De otro lado, la erradicación terrestre manual se utilizó en La Macarena, durante el Plan Consolidación, cuando se trajeron erradicadores civiles del eje cafetero bajo sospechosas contrataciones. De este experimento quedaron víctimas de minas las cuales siguen sin reparación. La tercera estrategia es el PECAT, o programa de erradicación de cultivos ilícitos mediante aspersión terrestre. Mientras el PECIG fue suspendido en el 2017 por la Corte Constitucional hasta tanto se cumplieran unas condiciones, el PECAT tuvo su piloto en 2016 y siguió operando hasta el 2024 asperjando 153 mil hectáreas en 9 años. El máximo histórico asperjado en terreno ha sido en el 2020 y 2021, en plena pandemia; el gobierno de Gustavo Petro disminuyó su ejecución: mientras que en el 2022 fueron destruidas 26 mil hectáreas, en el 2023 se hizo esto con 4,487 y en el 2024 se suspendió definitivamente. La política de drogas actual “Sembrando Vida Desterramos al Narcotráfico” critica la ineficiencia de la erradicación como estrategia antinarcóticos así, “Pese a que entre 2012 y 2022 se erradicaron forzosamente 843 mil hectáreas de coca, el área sembrada aumentó en un 327% (ODC, 2023).” Contradictoriamente, el documento concluyó que esta vez sí iba a ser eficiente, y se iba a hacer erradicación forzada entre otros sobre “quienes incumplan compromisos de sustitución y otros mecanismos de tránsito a economías lícitas”. Es decir, la misma fórmula de salto al vacío de las anteriores estrategias. La dupla de “disuasión” sustitución-erradicación se mantuvo, dejando inalterable la política de drogas y con un país en llamas: récord de producción de cocaína y de incautaciones, pero nulo avance en la agro industrialización de las áreas cocaleras en el país. El decreto de Conmoción Interior para el Catatumbo insistió en eso, “En caso de que en la verificación se evidencia el incumplimiento, se procederá a la cesación de pagos para el núcleo familiar respectivo y la erradicación forzosa, sin perjuicio de las acciones administrativas o judiciales a las que haya lugar”. Es decir, nadie evalúa la eficiencia del Estado colombiano en el cumplimiento, al contrario, cada campesino que se suma a la sustitución está supeditado a la erradicación – terrestre manual o con glifosato-, confiando en que el gobierno va a cumplirle en crear un nuevo proyecto económico de vida. Por supuesto, la presión se aumenta con el gobierno de Donald Trump y enfiló todo el gobierno nacional en sustituir 50 mil hectáreas de coca para evitar la descertificación – como afirmó el ministro de interior- pero es bueno también aclarar que el proceso de reactivación del PECAT empezó a mitad del 2024 en las oficinas del ministerio de defensa y en otras dependencias, como lo muestra el documento que detonó el debate público, un estudio previo para contratos de suministro de glifosato para el PECAT con fecha del 5 de marzo de 2025. Por lo pronto no se conoce ningún informe de los impactos de este plan en estos 10 años, pero sí se puede hablar de la relación de cuatro fenómenos que ocurrieron y están por estudiar: a. la desfinanciación de la sustitución desde el 2018, b. el naufragio de la transformación territorial, c. los más altos índices de erradicación terrestre con glifosato entre 2019-2022 y d. el claro crecimiento de las hectáreas de coca y la producción de cocaína en esos mismos años. ¿Es eficaz esta erradicación? Repetir esta estrategia es una derrota simbólica, por el hecho de que se regrese a pensar que el glifosato es la salida. También es una derrota en términos de política pública, porque no hay ninguna valoración seria de que esta estrategia realmente disminuya los cultivos, mientras en el mundo se acumulan evidencias sobre los daños de este herbicida en la salud y los ecosistemas. Es una derrota política porque mientras el país está esperando que se activen distritos agroindustriales en todos los territorios cocaleros, el presupuesto se está yendo en recolección de datos de la población vía la inscripción a un programa de transferencias condicionadas- sustitución/erradicación- que se ha venido aplicando hace por lo menos 25 años, con la promesa de siempre: “esta vez sí va a funcionar”. Más allá de la discusión de si el presidente Gustavo Petro sabía o no sabía, es importante rechazar la reactivación de un programa que se había suspendido de facto , hacer crítico seguimiento a las experiencias previas y las que quieren activar, exigir la publicación de un plan ambiental y estar atentos a las decisiones del ANLA e ICA. A su vez, monitorear para dónde van los datos que se están recogiendo de los campesinos en Catatumbo y Cauca, reclamar la real transformación de los territorios cocaleros y la anhelada gradualidad, y demandar el principio de distinción entre civiles y combatientes. Toda operación de erradicación es militar o policiva en el contexto actual del conflicto, y los trágicos recuerdos de la masacre de El Tandil, en Nariño, no puede volver a repetirse. Puede, además, estar jugando en contra del proyecto de izquierda, al sumar al caos en el llamado preelectoral que ya nos tocó la puerta.

  • La historia del primer parapolítico colombiano que es considerado un héroe en Puerto Boyacá

    Por: Redacción Pares Al principio de los años ochenta se erigió un letrero en la entrada del municipio de Puerto Boyacá. En él decía “Bienvenidos a Puerto Boyacá, tierra de paz y progreso, la capital antisubersiva de Colombia”. En pleno Magdalena Medio “Los escopeteros” un grupo de campesinos que recibían plata de los grandes ganaderos para armarse, se organizaron con armas y decidieron rechazar a las FARC que azotaba esas tierras tan ricas. Los Escopeteros era un proyecto armado liderado por Ramón Isaza, precursor del paramilitarismo quien hoy en día, después de soportar los rigores de una enfermedad cognitiva, pudo hacer las paces con el Estado Colombiano. Uno de sus hijos, conocido por su alias de “Terror” era una ficha clave para el Clan del Golfo antes de caer abatido por la policía a comienzos del 2025   “Los Escopeteros” estuvieron apoyados no sólo por los ganaderos y buena parte de los habitantes de Puerto Boyacá sino que también se tejió una política que buscaba darles viabilidad. Hubo un congresista en esta región que tuvo que ver en esto y fue Pablo Emilio Guarín. Sobre él es esta historia.   Su infancia la pasó en Puerto Boyacá. Tanto él como su familia se dedicaron a colaborarle al frente 4 de las FARC que pastaba en la zona. Más que por algún tipo de filiación ideológica, los Guarín ayudaban a las FARC por miedo. En el territorio las opciones que le quedan a un colombiano en zona de guerra son pocas. O ayudas o te mueres. Puerto Boyacá, por su riqueza y ubicación, era un pedazo de la torta más que apetecible. Queda a seis horas de Bogotá que se bordea por el rio Magdalena. Entre sus riquezas está el petróleo. La labor que cumplían los Guarín, sobre todo el padre de Pablo Emilio que era enfermero, era la de curar a los heridos de la guerrilla. La guerra los fue poniendo en un bando, el de combatir a las FARC. Por eso creó un grupo paramilitar que tuvo ayuda de los batallones crecanos al municipio, el batallón Bárbula.   Así se fueron vinculado narcos que eran dueños de grandes extensiones de tierra, ganaderos cansados de pagar extorsiones y secuestros, políticos y miembros de la fuerza pública. La meteórica subida de Pablo Emilio Guarín, quien pasó rápidamente de puestos secundarios en el partido Liberal a liderar la lucha contra la guerrilla -dicen que el detonador fue la venganza de su amigo Jesús Hernández a manos de las FARC-  fue una de las fuerzas que logró a sembrar y hacer crecer la semilla del paramilitarismo en Colombia. Ahora que regresó Carlos Lehder al país debería contarnos cómo se formó el MAS, el movimiento Muerte a Secuestradores, del que Guarín fue miembro en 1982.  Se tienen reportes de que Guarín incluso participó en incursiones armadas.   1982 fue un año clave para el crecimiento de las Autodefensas en ese lugar del Magdalena Medio. Ese año se conformó la Asociación Campesina de Ganaderos del Magdalena Medio, la Acdegam. Bajo esta asociación se escondieron los intereses del paramilitarismo, siempre con la ayuda de la Fuerza Pública. En Acdegam surgiría Henry Pérez, otro de los precursores del paramilitarismo y el hombre que lideraría la operación donde fue asesinado en la plaza central de Soacha Luis Carlos Galán. Entre Pérez y Guarin traerían al mercenario israelí Yahir Klein quien sería el hombre destinado a entrenar paramilitares en Magdalena Medio. Su escuela traería muerte y desplazamiento a decenas de miles de colombianos.   Guarín llegó a ser Representante a la Cámara por Boyacá en 1986. Su discurso anticomunista pegó bastante en la población. Su figuración en el congreso sólo duró un año. En 1987 las FARC lo mataron en Chocontá. En Puerto Boyacá lo lloraron en su momento y sigue siendo considerado un héroe. Incluso allí la alcaldía creó una medalla al mérito cívico que lleva su nombre: Pablo Emilio Guarín.   Por cierto, cuando asesinaron a Pablo Emilio Guarín, El Tiempo sacó esta sentida nota que se convirtió en el primer homenaje público a un parapolítico:   "Se temía el asesinato del representa Pablo E. Guarín Vera, aguerrido defensor de las ideas democráticas. Su vida la trazó el signo de una permanente lucha contra las ideas totalitarias perpetradoras del comunismo. Por conocerlo y haber militado en sus filas cuando comenzó su vida política, dedicó el resto de su trayectoria y agitada actividad a desenmascararlo, rechazarlo y buscar en las pugnas electorales lo que consiguió: derrotarlo. Sabía del riesgo que estaba corriendo y había tomado todas las precauciones del caso Por eso esperábamos que el crimen no se consumara Nos duele inmensamente la muerte de Pablo E.Guarin....puede ponerse el ejemplo de la corajuda actitud de Pablo Guarín como muestra de hombría y decisión".

  • La pasión de los mafiosos colombianos por meterse en la política

    Por: Iván Gallo - Coordinador de Comunicaciones Acabo de leer la columna de León Valencia en Cambio titulada Carlos Lehder Alvaro Uribe y Fabio Ochoa, o el espíritu político de la mafia  y en él se sumerge en una máxima: los mafiosos colombianos tienen en la sangre la pasión por la política.    El poder que les da el billete simplemente no les alcanza para saciar su apetito. Quieren más. Obviamente pretenden legalizar sus bienes, torcer las leyes para limpiar sus pasados. Siempre habrá un interés personal. Pero también quieren figuración popular, convertirse realmente en fuente de inspiración para la gente de los barrios, ser reconocidos como los dínamos que cambiaron la historia de un país. Pablo Escobar creó un programa llamado Medellín sin tugurios , llegó a crear un barrio en lo que era un basurero y allí la gente todavía tiene su imágen al lado de la del Niño Jesús de Atocha. Regaló decenas de canchas iluminadas para que -cinismo total- los muchachos no cayeran en el flagelo de la droga. Todo eso era un medio para conseguir un fin: ser presidente de la república. Le alcanzó para ser suplente en la Cámara del Representantes por el Partido Liberal. Las investigaciones de don Guillermo Cano y María Jimena Dussan en El Espectador y la desconfianza del ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, quien terminó pagando con su vida, lo sacaron de esa carrera y lo sumergieron en la clandestinidad.   Hace unas semanas llegó Carlos Lehder a Colombia. Al pasar por migración quedó detenido. Mucho se ha especulado por las razones que hicieron regresar a uno de los capos del Cartel de Medellín a Colombia cuando estaba tranquilo en Alemania, país del que tiene la nacionalidad. Hace cuarenta años Lehder era uno de los hombres más ricos de este país. Como recuerda León Valencia en su columna, creó un partido Político, el Movimiento Latino, que llegó a poner tres congresistas en las elecciones de 1986, un año antes de que lo extraditaran a los Estados Unidos. Tenía, como Pablo Escobar, una pasión por los medios, incluso creó uno, llamado Quindío Libre. Mientras Pablo Escobar tenía un discurso que era un batiburrillo de las más elementales ideas socialistas con algunas ideas estrambóticas como proponer la independencia de Antioquia, Lehder era un abierto admirador de Adolf Hitler y vivía orgulloso de su sangre alemana. Estaba obsesionado con destruir a los Estados Unidos y llegó a afirmar que el narcotráfico terminaría siendo una especie de bomba atómica que destruiría a la potencia del norte y vengaría a los países oprimidos.   Aunque está en ciernes una investigación sobre las infiltraciones del Clan del Golfo y la política, la última muestra de la pasión que sienten los mafiosos por la política fue el intento que tuvo Ernesto Baez de convertir a Carlos Castaño en candidato presidencial. Incluso alcanzaron a entrar al Congreso de la República y fueron aplaudidos por los padres de la patria. Eso sí, decenas de ellos, en tiempos de Alvaro Uribe, fueron elegidos gracias a los fusiles de las AUC. Los coletazos de esa investigación, que arrancó la corporación Nuevo Arco Iris, se están viendo en este momento en el histórico juicio que se le sigue a Uribe en donde ex paras como Juan Guillermo Monsalve, Pablo Hernán Sierra y Carlos Enrique Vélez han pasado por el estrado judicial e incluso algunos de ellos han afirmado que en La Hacienda Guacharacas, propiedad de los Uribe Vélez, se formó un grupo paramilitar.   La llegada al país en el último año de tres ex mafiosos poderosos, Mancuso, Lehder y Fabio Ochoa, podría incomodar a más de uno. Tienen verdades que podrían contarse. Verdades relacionadas con la política porque los tres, como todos los grandes capos, han tenido intenciones de comprar políticos o de ser uno de ellos para limpiarse, mandar y dejar legado, tres cosas que les obsesionan.

  • Las víctimas en Colombia

    ¿Cuántos tipos de víctimas hay en Colombia, y qué tipo de justicia se les aplica? Por: Juan Guillermo Sepúlveda Arroyave A [1] El 7 de abril se celebró un año más del magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán . Razón por la que se celebra el Día de la memoria y solidaridad con las víctimas  aprobado en el Legislativo y sancionada en el 2011, de acuerdo con el artículo 142 de la Ley de Víctimas.   El artículo presenta una aproximación a los que los gobiernos han plasmado en las legislaciones y han hecho en relación con las víctimas, en una triada secuencial de conflicto, víctimas y la justicia que las atiende.   El tema de víctimas que hace algunas décadas en Colombia era un tema sin importancia, pasó a ser un asunto de Estado donde los gobiernos y la sociedad civil han impulsado, lo que ello representa en una sociedad democrática, pero, hoy día, se corre el riesgo que lo de víctimas o mejor, ser víctimas, pase hacer parte del paisaje, que se esté normalizando y peor aún, frivolizando, pues hoy todos dicen ser víctimas, y con cierto tufillo de desprecio por algunas víctimas y por lo que ello representa realmente, produciendo el efecto de revictimización que es lo no recomendado, en contra de la desvictimización que es lo deseado.   Colombia hay tres tipos de víctimas, provenientes de tres tipos de conflictos diferentes: -        las víctimas del conflicto ordinario -        las víctimas del conflicto armado -        las víctimas del conflicto urbano   Elaboración propia Las víctimas de los conflictos ordinario   La Constitución Nacional colombiana considera víctima a toda persona que haya sufrido un daño a su integridad física, seguridad o libertad personal. Se ordena la necesidad de brindar protección y asistencia a las víctimas (Artículo 250 numerales 1,6 y 7).   Las víctimas tienen el respaldo de los tratados internacionales sobre derechos humanos suscritos por Colombia, que tienen rango constitucional en virtud del llamado Bloque de Constitucionalidad, señalado en el artículo 93 de la Constitución, por lo que pueden ser exigibles ante cualquier autoridad pública.   Las víctimas de los conflictos ordinarios,  se denominan “ordinarios” pues son los conflictos que se presentan día a día, en la casa, con los vecinos, en la calle, en el transporte, en la vida cotidiana, y son atendido por la justicia ordinaria, entendida ésta, como el conjunto de tribunales y jueces que se encargan de resolver los conflictos y casos más comunes o generales dentro del sistema judicial del país. También se le llama “jurisdicción común” o “jurisdicción ordinaria”.   Estas víctimas son atendidas  en el marco de Ley 906 de 2004, que es el Código de Procedimiento Penal, donde se define a las víctimas como, las personas naturales o jurídicas y demás sujetos de derechos que individual o colectivamente hayan sufrido algún daño como consecuencia del injusto.  (Art. 132.) Según la Fiscalía General de Néstor Humberto Martínez, del inventario de procesos penales en Colombia, el 30% le correspondía a la Justicia Especial para la Paz, JEP, y el 70% restante, a la Fiscalía General de la Nación. Fuente la Fiscalía general de la Nación. Gráfico sacado de la presentación realizada por el exfiscal Martínez en un seminario en Cartagena en septiembre 15 del 2018 El cuadro anterior, obviamente debe ser actualizado en consideración a los cambios que deben de tener estos porcentajes producto de la Paz Total del actual Gobierno, pero de todos modo deja claro el peso específico que tienen los conflictos comunes que son atendidos por la justicia ordinaria a cargo de la Fiscalía General de la Nación, y huelga decir, que cuando son conflicto comunes, y llegan ante este organismo de investigación, se convierten en conflictos penales, y en el trámite que corran, pueden dejan de serlo o convertirse en delitos.   La justicia que se aplica en los conflictos ordinarios ante la justicia ordinaria , que está más centrada en el victimario que produjo el delito, es la justicia retributiva  que está enfocada en castigar al infractor como una forma de compensar o equilibrar el daño que ha causado. Se basa en la idea de que quien comete un delito merece una pena proporcional al daño causado.   Pero para los casos de la justicia ordinaria también procede la justicia restaurativa o reparadora , justicia que se centra en la víctima y el daño causado a ésta y a la comunidad, en la reparación, la verdad y la no repetición. Pasa de la relación binaria de la justicia retributiva, (victimario y Estado, representado por el fiscal y el juez), a la triada víctima, victimario y comunidad, con el acompañamiento del Estado.   En Colombia, ésta justicia es la columna vertebral de la justicia en adolescente, denominada:  Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), y en las comunidades indígenas.   En adultos, la justicia ordinaria apenas empieza a ofrecerle a las víctimas la justicia restaurativa, que se encuentra en el Código de Procedimiento Penal, entre los artículos 518 al 527, el cual le manda al Fiscal General de la Nación hacer el Manual de Mediación penal, que es la herramienta básica para la aplicación de dicha justicia. Para tales efectos la Fiscalía produjo dos resoluciones la 0383 de 2022 y la resolución 447 del 2023, que están en proceso de ser implementadas.   Los resultados de la justicia ordinaria de corte retributivo en Colombia son preocupantes, pues la impunidad según el presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema supera el 90 %. Cifra basada en la Secretaría de Transparencia del Gobierno actual. Esto a modo de ejemplo, si los fiscales y jueces de la República, no administrarán la justicia, sino que construyeran puentes, de 100 puentes construidos se les caería 90 puentes. ¡Fatal!   La justicia ordinaria en Colombia ha fracasado, es inviable, y las primeras víctimas son las víctimas.   Las víctimas de los conflictos armados Las víctimas del conflicto armado son las personas que individual o colectivamente haya sufridos daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan transgredido la legislación penal, realizadas por grupos armados organizados al margen de la ley   Estas víctimas son atendidas por Justicia y Paz y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) . La JEP es el alto tribunal de justicia que investiga, juzga, esclarece y sanciona los más graves crímenes ocurridos en el conflicto armado en Colombia. Uno de los principios orientadores de la JEP será la aplicación de una justicia restaurativa del daño causado y la reparación de las víctimas afectadas por el conflicto. La justicia restaurativa atiende prioritariamente las necesidades y la dignidad de las víctimas y se aplica con un enfoque integral que garantiza la justicia, la verdad y la no repetición de lo ocurrido. La justicia restaurativa de la JEP, les ofrece a las víctimas  el entender que se les pueda reconocer el daño causado, dar la posibilidad a una justicia reparadora y que las víctimas tengan una participación activa en su proceso y puedan proponer sanciones a los responsables (sanciones propias).   A los responsables, se les lleva a que reconozcan el daño que causaron, que asumen responsabilidad y aportan verdad. Lo que les posibilita la reincorporación a la sociedad a partir de las sanciones que se les impongan y trabajan por recomponer el tejido social roto por el conflicto armado.   Las comunidades que sufrieron también el daño, pueden comprenderlo,  ser consciente de la importancia de la no repetición del conflicto armado, buscar que no se repita la tragedia de la guerra, y ante todo ser garante y veedora que se cumplan los acuerdos.   Los resultados de la justicia restaurativa de la Justicia Especial para la Paz, están por verse, pues es una justicia de proceso, que requiere tiempo,  donde prima la calidad y no la cantidad. En lo personal le deseo lo mejor pues de ella depende que se recobre el valor de la palabra, el diálogo y la verdad que ello representa, y ante todo se empoderen y resignifiquen las víctimas que por año han sido invisibilizadas.   Quedan las siguientes preguntas a los gobiernos y a los funcionarios que los representan en estos temas: ¿Están formados en conflictología, en criminología y victimología? ¿Saben y aplican la justicia restaurativa? ¿Estamos haciendo pedagogía de la cultura restaurativa, en el entendido que ésta es a la justicia restaurativa , lo que la cultura de paz es a la paz? ¿Estamos implementado la batería de disposiciones legales que tenemos en Justicia Restaurativa en Colombia? ¿Estamos empoderando a las víctimas y a las comunidades en esta nueva forma de abordar los conflictos penales, para evitar el delito y la reincidencia criminal?   De cómo se respondan estas preguntas, depende que la justicia se humanice.   Las víctimas del conflicto urbano, serán objeto de otro análisis, en tanto que son las más invisibilizadas de todas, por lo que merecen un acercamiento especial.   [1]  Reconocido por la Organización de Estados Americanos, OEA, generador de confianza  en América Latina. Abogado, criminólogo, victimólogo, conflictólogo y activista de la cultura y justicia restaurativa penal y ambiental. Fundador y director general de Colombia Restaurativa www.colombiarestaurativa.com

  • Titiribí Antioquia, el pueblo que trata a las mulas como animales sagrados

    Por: Redacción Pares En las grandes ciudades mula es alguien que no entiende nada, una tapia intelectual incapaz de recibir y adaptar un dato. Para los viejos antioqueños ser una mula era recibir algo parecido a un elogio. Ser una mula significaba tener una capacidad de trabajo inusitada, no cansarse jamás, darlo todo. En uno de estos municipios durante el siglo XIX, en Titiribí, las mulas empezaron a mover una economía que transformaría a Antioquia en el siglo XX, le darían su riqueza y su empuje. La explotación de la mina El Zancudo fue el parte aguas donde se forjó el esplendor de este departamento. Y esto se dio gracias al trabajo de las mulas.   La modernidad le ha quitado a la mula su importancia. Olvidamos que los romanos, gracias a las mulas, forjaron su imperio. En el sur de Europa las mulas era el principal medio de transporte. Cuando los españoles nos descubrieron se usaron de ellas y de los burros de carga para ir fundando ciudades o en la búsqueda incesante del oro y los tesoros que guardan estas tierras. Se estima que afinales de la colonia había en el continente unas 200 mil mulas. Ellas movieron la economía, desde el café, la panela y pasando por el oro. Cuando ustedes viajan por una carretera no ven camiones sino tractomulas. Mulas, les decimos. En el inconsciente vemos en estas máquinas una versión evolucionada del animal de carga.   En Titiribí se le sigue honrando a la mula. Aunque no quede una sola persona viva desde el cierre de la mina el zancudo en 1927, queda una memoria ancestral y por eso es que en esta parte de Antioquia se le agradece a la mula el haber podido hacer realidad que buena parte de esta población se nutriera de lo que salía de esta mina cuyo máximo esplendor vivió en el último cuarto del siglo XIX.   Y a pesar de la revolución industrial la mula sigue siendo esencial en lugares como Titiribí. Con ella se abren caminos, se lleva alimento a lugares inconmensurables de Antioquia. Sigue siendo un elemento fundamental de trabajo. Pero algunos caballistas, desde los años ochenta, empezaron a hacerle un homenaje a este animal trabajador como cualquier paisa. Entonces surgió la mula de silla. Tal y como lo reseña El Espectador en un artículo del 2023 hay criaderos, como el de Don Ovidio Osorio, en Girardote que están cambiando la genética de las mulas de generación en generación hasta crear un animal que deslumbra en las exposiciones equinas y, sobre todo, en la época de la feria de las flores, la mula de paso fino.   En Titiribí, como símbolo del trabajo inagotable de un pueblo que conoció su esplendor sacándole la riqueza a la montaña, se volvió a crear Asmulares, una asociación que cuenta ya con mil miembros y que ha hecho como una especie de decálogo para preservar, cuidar y respetar a la mula de silla. Montados en ellas se puede conocer en este pueblo una parte de su pasado, cuando alguna vez la mina El Zancudo manejó riquezas de las que buena parte del departamento disfrutó, desde donde arrancaron proyectos como la industria ferroviaria, la facultad de minas y hasta tuvieron un banco con billetes propios.   La mula y el progreso están amarrados en Titiribí. En el municipio no sólo hay nostalgia por tiempos mejores sino que tienen la certeza de que pronto podrán regresar los vientos del progreso. Y cuando vuelva la mula está allí, como lo ha estado desde el imperio romano, dispuesta a caminar durante kilómetros con paciencia, sin chistar, rumiendo tranquilas el pasto seco.

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