Por: Walter Aldana
Político social alternativo
En la anterior columna retomaba las propuestas de “permiso previo del campesinado”, similar a la consulta previa étnica para mega proyectos; el diálogo hacia un "Pacto por la vida y el desarrollo" y un acuerdo entre la agroindustria y las comunidades para asegurar un desarrollo social y ambientalmente sostenible, así como el reordenamiento del territorio para afianzar la implementación de los acuerdos firmados con las FAR-EP, y los más de mil pactos de carretera.
En esta segunda columna de propuestas para el Cauca, debemos decir que:
Primero, se hace urgente una Constituyente Educativa Departamental que culmine su labor de planeación con una ordenanza expedida por la honorable Asamblea Departamental, y que consigne las definiciones del constituyente primario en políticas públicas para su mejoramiento.
Segundo, siendo de carácter nacional su determinación, y reconocido el fracaso gubernamental del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), sustentado en la falta de voluntad política institucional y el San Benito de la falta de recursos económicos, es necesario generar una especie de amnistía financiera (ejemplo pasado de la ventanilla del Banco de la República por donde se legalizaron capitales ilícitos) que para nuestro caso sería de obligatoria inversión en el desarrollo regional agroindustrial y de conservación ambiental del Cauca.
Tercero, poblaciones como Piamonte, Río Chiquito, el Alto Naya, el Sinaí, etc, que se ven aisladas de la dinámica político administrativa de nuestra capital Popayán por inexistencia o precariedad vial, deben tener como alternativa la construcción de pequeñas pistas de aterrizaje de no más de 1 kilómetro para aeronaves pequeñas de pasajeros, en una alianza mixta; pistas construidas con recursos gubernamentales y avionetas compradas con dineros legalizados en la amnistía financiera en el párrafo anterior descrita.
Una de las ganancias de la firma del acuerdo con las FARC-EP, es que las comunidades pudieron expresar sus esperanzas y dificultades. Por ello, pasamos de 25 conflictos interétnicos e interculturales reconocidos en el 2012 a más de 120 en 2016, tan solo en el departamento del Cauca. Lo anterior, según actas de la Mesa Interétnica e Intercultural del Cauca.
Por esto, otra propuesta apunta a reconocer y fortalecer, mediante una ordenanza departamental, a los actores de la Mesa Interétnica e Intercultural del Cauca, como el espacio de resolución de conflictos con la participación del Gobierno nacional.
Acá donde nos aprestamos a las delicias de diciembre y la navidad, tiempo nos quedará para reflexionar sobre más temas y el cómo debe ser, con quién y cómo hacerlo.
*Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona que ha sido su autora y no necesariamente representan la posición de la Fundación Paz & Reconciliación al respecto.
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