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¡NO! No nos vamos a calmar: respuesta a Katherine Miranda

Por: Ghina Castrillón Torres.

Politóloga feminista.




 La invitación a “calmarnos” que hizo la congresista Katherine Miranda es atrevida y grosera y no puede ser aceptada. Se da en el contexto de la solicitud en las redes sociales de expulsar del Partido Verde al congresista JP Hernández, quien ha demostrado un constante comportamiento misógino y ejerció violencia política de género contra la senadora María José Pizarro durante el debate de la moción de censura contra el ministro de defensa.


Dicha declaración está sustentada en el estigma de que las feministas somos "histéricas" y constituye un grave error que desacredita la seriedad de nuestras demandas y busca silenciar y minimizar la importancia de nuestras reivindicaciones.


Ella enumera cinco puntos en los que explica su “invitación” a calmarnos. Voy a responder punto por punto:


1.     En el primer punto ella afirma que "El partido verde jamás ha expulsado a alguien y no lo hará nunca". Al decir que "no lo hará nunca", revela que es un partido permisivo con respecto a las conductas violentas. Esta declaración sugiere de antemano que el partido está dispuesto a tolerar cualquier conducta. Si bien en otra publicación, ella "aclara" que existe un comité de ética y que todo sigue un debido proceso, esto no concuerda con lo expresado en la publicación inicial. ¿Realmente el partido verde está dispuesto a nunca expulsar a alguien?

 

2.     En el segundo punto ella dice que "jamás hemos usado la ley de bancadas porque respetamos el pensamiento diferente, aquí no imponemos". Si bien es democrático no esperar que toda la bancada se comporte de manera idéntica, no tolerar la violencia política de género no es únicamente un dilema ético. De hecho, hace apenas un año se debatió en la Cámara de Representantes el proyecto para prevenir la violencia política contra las mujeres, propuesto precisamente por Pizarro, quien ahora nuevamente es víctima de violencia política debido a su género.

 

3.     En el tercer punto ella argumenta que "Lo lindo del verde es que siempre construimos en la diferencia". Aunque construir desde la diversidad es valioso para cualquier partido político, se debe reconocer que esta diversidad no puede ser excusa para tolerar comportamientos violentos. En el caso del congresista JP, sus acciones han traspasado los límites de lo aceptable, recordemos que él respondió de manera violenta cuando dejaron en evidencia argumentos amañados en el debate de moción de censura contra el ministro de defensa.

 

4.     En el cuarto punto, ella afirma que "Por encima de las personas están los principios." Sin embargo, me surge la duda sobre cuáles son realmente los principios del Partido Verde. Porque en lugar de reconocer públicamente el error de haber avalado al congresista JP, la congresista Miranda opta por llamar a la calma a quienes exigimos que se aborde su comportamiento. Debería ser motivo de preocupación que una conducta tan reprobable no esté siendo rechazada de manera unánime por toda la corporación. Esto plantea dudas sobre si los principios del partido realmente priorizan el respeto o si se anteponen consideraciones políticas a la ética.

 

5.     Finalmente, en el quinto punto, ella afirma que "Aquí cabemos todos", lo cual resulta verdaderamente preocupante. ¿Significa esto que caben todos sin importar sus comportamientos? Esta declaración plantea interrogantes sobre la verdadera naturaleza democrática del partido y sus congresistas. ¿Cómo puede considerarse democrático un partido que está dispuesto a tolerar comportamientos como los de JP? Y más cuando el congresista aún no ha reconocido que su actuar fue violento, y, al contrario, ha posado de víctima de persecución política.

 

JP está tranquilo, sabe que no leva a pasar nada. Él mismo anunció que el partido le abriría un proceso disciplinario por sus acciones y continúa posando de víctima. Sin embargo, con la respuesta que dio Miranda, podemos ver qué es lo que verdaderamente representa ese partido.

Es crucial observar cómo se manejará este proceso disciplinario y si el partido tomará medidas efectivas para abordar y condenar la violencia política de género. Este será un momento para evaluar si el partido Verde está realmente comprometido con la protección de los derechos de las mujeres.

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