Por: Juan Alejandro Pérez, Asistente de Investigación
Línea Democracia y Gobernabilidad
El pasado 25 de junio el presidente, en ese entonces recién electo, Gustavo Petro, anunció en sus redes sociales el primer nombre que compondría su gabinete ministerial. Ese nombre fue Álvaro Leyva como ministro de relaciones exteriores o canciller. Leyva llegó al ministerio como una de las fichas clave para alcanzar la Paz Total, en palabras de Gustavo Petro, “será una cancillería de la paz”.
Luego del nombramiento de Leyva siguió el de Luis Gilberto Murillo (fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo) como embajador en Estado Unidos. A él se sumaron los nombres de Armando Benedetti en Venezuela, Camilo Romero en Argentina y León Freddy Muñoz en Nicaragua (nombramiento que está en veremos).
Petro y Leyva encontraron unas relaciones exteriores destruidas, resultado de la mala gestión del gobierno de Iván Duque que vio la política exterior desde un punto ideológico. Lo que se vio reflejado cuando el gobierno de Duque reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo de la República de Venezuela y rompió relaciones con el país vecino. Y también durante las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, cuando el gobierno de Iván Duque tuvo cierta injerencia en cabeza del entonces embajador allí, Francisco Santos, a favor de Donald Trump.
Gustavo Petro en su primer mes como presidente ha procurado subsanar las decisiones que se tomaron en el pasado, pese a ello muchas de sus decisiones y acciones son blanco de críticas. Respecto al nombramiento de sus embajadores, Petro ha priorizado su cercanía política y no el hecho que tengan una carrera diplomática. Esto debe servir para hacer un llamado de atención al gobierno de turno y exigirle que el nombramiento de embajadores obedezca a sus pergaminos en la carrera diplomáticas y no a favores ni cercanías políticas, que ningún beneficio le trae a la política exterior colombiana.
Venezuela
Gustavo Petro, a diferencia de su antecesor, reconoció a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela. Tras este reconocimiento se retomaron relaciones con el país vecino y la reapertura de la frontera colombo-venezolana. Armando Benedetti, una de sus fichas más confiables, fue nombrado como embajador en el país vecino y está encargado de liderar la normalización de todas las relaciones con Venezuela (jurídicas, comerciales, defensa, etc.).
Benedetti presentó sus credenciales y sostuvo un encuentro con el presidente Maduro, siendo la foto oficial fue un abrazo entre estos dos, lo que claramente desató polémica.
- Reapertura de la frontera
La decisión de reabrir la frontera colombo-venezolana el próximo 26 de septiembre sin duda alguna es un acierto y rompe con la lectura ideológica del gobierno Duque. Cabe la pena recordar que el 19 de agosto de 2015 Nicolás Maduro anunció la decisión de cerrar la frontera con Colombia.
El anuncio de la apertura trae beneficios para los dos países, especialmente para la población que se extiende por los 2.219 kilómetros de frontera, en donde se ha fortalecido la ilegalidad e informalidad producto de la ausencia de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela. Ahora que se abra la frontera, departamentos como Norte de Santander, la Guajira, Arauca y Cesar podrán trabajar con mayores y mejores herramientas para el mejoramiento de las condiciones de vida de su población.
-Retos
A) Monómeros
La empresa de agroquímicos y fertilizantes Monómeros Colombo Venezolanos S.A., filial en Barranquilla de la empresa Petroquímica de Venezuela S.A. (Pequiven), recientemente ha sido objeto de controversia y disputas políticas por su control, antes solo del chavismo y ahora también de las facciones de la oposición venezolana, y en el último tiempo por parte de la derecha colombiana, como lo menciona María Jimena Duzán en su última columna en la Revista Cambio.
Vale la pena recordar que hasta hace poco estuvo bajo control de la Superintendencia de Sociedades de Colombia por manejos irregulares en su interior.
En los últimos días ha tomado fuerza el hecho de que Gustavo Petro está considerando hacerse con parte de la empresa, por lo que debería comprársela a su homólogo venezolano, que hace unos días registró su nueva junta directiva ante la Cámara de Comercio de Barranquilla. Para ello debe aclarar primero todo lo que ha rodeado a la empresa en los últimos años.
Petro debe tener certeza de los manejos que se daban a la empresa desde antes de que llegara el hoy cuestionado Guillermo Rodríguez Laprea, último gerente general nombrado por Juan Guaidó. Se deberían plantear preguntas como las siguientes: ¿qué responsabilidad política tiene el gobierno de Iván Duque con Monómeros?, ¿qué sucedió con el paso de Jorge Luis Pacheco por la empresa?, ¿cuál es la relación del aumento en el mercado de una empresa como Nitrofert, en cabeza de Andrés Piñero, con Monómeros?
Probablemente esas y muchas más preguntas que no tienen una respuesta sólida hicieron que en los últimos días el presidente de Colombia anunciara que el “Gobierno colombiano comprará fertilizantes en el exterior y los subsidiará”. Es una decisión prudente, ya que no se puede hacer compra de un nuevo activo sin saber muy bien qué es lo que se adquiere.
B) Tren de Aragua
El Tren de Aragua es una es una organización criminal que opera desde Venezuela hasta Chile y a día de hoy tiene a Bogotá en medio de una ola de asesinatos diarios. El Tren de Aragua representa un reto muy grande, porque requiere que haya una articulación desde el gobierno de Venezuela hasta el gobierno de Chile. Por ello es necesario que el ministro Leyva entable comunicación con los demás gobiernos, para poder así establecer acciones conjuntas entre países que están siendo golpeados por este grupo delincuencial transnacional.
Para el caso específico de Venezuela, donde se encontrarían presos en la cárcel de Tocorón los cabecillas del Tren de Aragua alias ‘Niño Guerrero’ y a alias ‘Giovanny’, el gobierno, en cabeza de Diosdado Cabello, se ha lavado las manos públicamente sobre su responsabilidad en este asunto.
La alcaldesa Claudia López solicitó la participación de la cancillería y de las embajadas de ambos países para que se puedan aislar a los jefes del grupo criminal, ya que podrían estar coordinando desde la cárcel todas las acciones. Por el momento la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) desconoce la existencia de acuerdos en materia de intercambio judicial y policial entre Colombia y Venezuela que faciliten la lucha contra el Tren de Aragua.
Nicaragua
El pasado 12 de agosto se presentó una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para condenar las violaciones a los derechos humanos por parte del régimen nicaragüense en cabeza de Daniel Ortega.
Colombia se ausentó de dicha sesión, lo que dio paso a suposiciones y críticas sobre la posición del gobierno respecto al régimen de Ortega y la violación continua a los derechos humanos. Este hecho hizo que la oposición citara al ministro Álvaro Leyva a un debate de moción de censura.
Tras el manto de suposiciones, la Cancillería en un comunicado indicó que la ausencia obedeció a razones estratégicas y no a razones ideológicas. La razón específica según lo reveló el periodista Daniel Coronell es que Colombia está buscando conciliar con Nicaragua que los pescadores raizales de San Andrés puedan seguir pescando en aguas que hace poco le pertenecían a Colombia, pero que le fueron otorgadas al país encabezado por Ortega.
Comunicado Cancillería
En entrevista con Coronell, Leyva terminó de aclarar estos hechos y condenó al régimen nicaragüense. Estas declaraciones, según Julio Sánchez Cristo, hicieron que Nicaragua tomara la decisión de retirar el beneplácito al León Freddy Muñoz, quien fuera designado embajador en el país centroamericano.
Esto establece tres retos para la Cancillería respecto a Nicaragua. El primero es que deben trabajar para dejarle claro a toda la comunidad nacional e internacional que condenan fehacientemente el régimen nicaragüense. El segundo obedece al arreglo bilateral necesario sin necesidad de llevar este caso al Tribunal de la Haya para que cientos de familias raizales del archipiélago de San Andrés y Providencia puedan continuar con su actividad pesquera en aguas nicaragüenses. El tercero obedece a poder establecer la embajada de Colombia en Managua, capital de Nicaragua.
¿Qué más acciones realizará Colombia a nivel internacional?
Colombia sin duda alguna en cabeza de Álvaro Leyva y el embajador en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, están y deben continuar en la reconstrucción de la relación bilateral con Estado Unidos. Deben seguir trabajando para generar de nuevo lazos de confianza con el gobierno estadounidense, lazos que se vieron afectados tras la injerencia de integrantes del gobierno Duque en las pasadas elecciones presidenciales del país norteamericano.
La próxima semana Gustavo Petro tendrá un espacio para intervenir ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en New York, para poder posicionar temas en la agenda mundial que Colombia puede liderar. Sin duda alguna centrará su intervención en la Paz Total, buscando afianzar el apoyo de la comunidad internacional. Seguramente también mencionará su idea sobre lo que debe ser el nuevo enfoque sobre las drogas y lucha contra el narcotráfico, además de las acciones para contrarrestar el cambio climático.
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