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Arauca está aislada y ahora inundada

Por: Luis Eduardo Celis


La naturaleza está enviando mensajes claros y contundentes: hay muchas cosas por cambiar en el relacionamiento de la humanidad con ella y Arauca no es la excepción. De la cordillera oriental bajan múltiples quebradas y ríos que van a dar al río Arauca y este, en las últimas semanas, ha inundado varias comunidades, vías terciarias y principales. Es tal la rudeza de estos hechos que la Gobernación de Arauca declaró desde el mes de abril la calamidad pública y lo mismo han hechos las Alcaldías de Arauca capital, Arauquita, Tame, Fortul y Saravena. Según los registros hay cerca de tres mil familias directamente afectadas y cerca de quince mil personas durmiendo con el agua al cuello. Y no es una metáfora, es la dura realidad.


El primer paro del Sarare se dio en enero de 1972 y fue motivado por el derrumbe de los puentes artesanales que el mundo campesino había construido con la ayuda de los ingenieros militares. Las lluvias de esa época se los llevaron y son los mismos puentes que luego de más de medio siglo, década tras década, colapsan, siendo hoy la situación ambientalmente más compleja, que en ese ya lejano 72 nadie hablaba de crisis climática. Hoy es una amenaza que puede acabar con la humanidad, como bien lo enfatiza el presidente Gustavo Petro cada vez que tiene la oportunidad en alguna tribuna internacional o nacional.


Ante esta difícil situación, el rico mundo organizado de Arauca acaba de realizar un paro cívico, que tiene la buena noticia de que transcurrió sin violencia y ha sido tramitado en una importante negociación con un Gobierno Nacional abierto al diálogo, que reconoce que la protesta es un derecho legítimo y se ha llegado a una concertación con la activa participación de la Gobernación de Arauca, las alcaldías involucradas y una importante facilitación de la Defensoría del Pueblo, representada por el delegado para el diálogo social: Fernando Calero, quien conoce desde hace mucho tiempo Arauca y sus conflictividades. Agradecer este buen trabajo de la Defensoría para actuar como facilitador en la solución de esta movilización social y la respectiva negociación.


En los compromisos adquiridos para resolver esta situación hay que destacar el involucramiento positivo de la empresa petrolera Parex, que han estado de cara a la comunidad para resolver de manera ágil muchos aspectos que no dan espera y en los que el actor privado pueden actuar de manera más ágil. Este tipo de comportamientos ayudan a tender puentes y generar buena comunicación con el sector petrolero que históricamente ha sido muy cuestionado por las formas en que la industria se ha relacionado con el territorio, donde hay viejas deudas por asumir y balances sobre un desempeño que ha tenido cosas muy buenas, otras muchas catastróficas y no pocas terribles.


La negociación de este pliego, con énfasis en acciones de corto y mediano plazo, debe ser cumplido de manera estricta por todos los involucrados y firmantes y en ello cabe una responsabilidad al Ministerio del Interior de ser fiel compromisario en lo que le compete al Gobierno Nacional, que está involucrado desde la Unidad de Gestión del Riesgo, la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y el Ministerio del Medio Ambiente, que puede facilitar procesos con Corporinoquia, y, desde el Ministerio de Minas, los diálogos con las empresas petroleras.


Hay una grave crisis en los temas socioambientales en Arauca, las dinámicas de ocupación del territorio, todas las actividades económicas que en el sector se desarrollan deben mirar sus responsabilidades, sin echarse la pelota unos a otros. Sin ser experto en el tema puedo afirmar que tanto el mundo campesino, como los petroleros, tienen responsabilidades por asumir.


Viene una dinámica de participación para construir un acuerdo de paz, eso es lo que han acordado el gobierno del presidente Petro y el ELN, y allí la voz y el protagonismo de Arauca son centrales.


Aquí pueden consultar el acta de compromisos firmados:


Acuerdos Frente a Paro en Arauca - Junio de 2023
.pdf
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