Por: Redacción Pares
Desde 2013 no se registraba un desplazamiento masivo en Caquetá, siendo un motivo de preocupación el impacto humanitario por las nuevas dinámicas de la violencia armada en esta zona del país. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios –OCHA– en Colombia, aproximadamente 18 familias y un total de 91 personas pertenecientes a la comunidad indígena de Bajo Aguas Negras del Pueblo Murui en el municipio de Solano (Caquetá), se desplazaron hacia el corregimiento de La Tagua en el municipio de Leguízamo (Putumayo) desde el 24 de septiembre.
La desaparición y posterior homicidio del ex gobernador del resguardo indígena Agua Negra por parte de un grupo armado sin identificar fue la causa de este desplazamiento masivo. Del total de las personas desplazadas se identificaron 39 adultos, 52 niños, niñas y adolescentes y seis madres gestantes. Dada la presencia de los grupos armados en la zona, persiste el temor generalizado en la comunidad y la exposición a riesgos contra la vida e integridad de las familias desplazadas.
Teniendo en cuenta que la población es indígena y existe un fuerte arraigo territorial, las personas en situación de desplazamiento han manifestado su deseo de retornar; para que se inicie este proceso se requiere fortalecer el conocimiento y cumplimiento del Decreto Ley 46331 a nivel local, el cual establece la ruta de protección para pueblos indígenas.
De acuerdo a comunicación emitida por OCHA, la información y las cifras presentadas fueron verificadas con la Unidad de Atención y Reparación Integral para las Víctimas (UARIV), a partir de los censos realizados por la Personería y las dos administraciones municipales que atienden la emergencia; se desataca que esta información es susceptible a cambios y/o actualizaciones conforme a las dinámicas del contexto de los municipios en mención.
La tragedia del desplazamiento
En su último informe «Situación de desplazamientos masivos y confinamientos en el país», la Defensoría del Pueblo señala que han ocurrido alrededor de 35 desplazamientos masivos en todo el país que han provocado el desarraigo de más de ocho mil personas durante los primeros seis (6) meses del año.
El informe también indica que el 43% de desplazamientos masivos en Colombia durante el primer semestre de 2019 ocurrieron en el departamento de Nariño, lo que corresponde a 3540 personas que han sufrido desplazamiento en esta región del sur del país. También se ha presentado este fenómeno en los departamentos de Norte de Santander, córdoba, Antioquia, Chocó, Magdalena, Valle del Cauca y el Cauca.
Asimismo, la Defensoría del Pueblo denuncia que 63 poblaciones en los departamentos de Chocó y Nariño han sufrido confinamiento entre enero y junio de 2019, afectando aproximadamente a 14773 personas. Todas las poblaciones confinadas son miembros de grupos étnicos, señala el informe.
Respecto a esta tragedia, la Corte Constitucional afirmó que “si bien la magnitud del desplazamiento no es la misma que se presentaba al momento de la declaratoria, en años recientes, los escenarios de riesgo que afrontan las comunidades, en algunas zonas del país, presentan transformaciones asociadas a los cambios en las dinámicas de la violencia y el conflicto armado en Colombia”. En este panorama, Nariño es actualmente el departamento que más desplazamientos masivos presentó en los dos últimos años.