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Tres masacres en menos de una semana

Por: Laura Cano

Periodista - Pares

Durante el más reciente fin de semana, fue alertado que en dos zonas del Valle del Cauca se habían cometido dos masacres en las que seis personas fueron asesinadas. Una de estas masacres ocurrió el sábado, 23 de octubre, en una vivienda ubicada en el barrio Santa Bárbara, del municipio de Buga. Las víctimas de este hecho fueron identificadas como Hernán David Orozco Narváez, Jhon Jefferson Salazar y Mabelin Serna Castro, de 11 años. En el lugar de los hechos habrían llegado hombres armados, quienes dispararon indiscriminadamente contra los dos hombres y, en medio de esto, uno de impactos de arma de fuego dio con la menor, quien fue trasladada al hospital San José, pero allí falleció.


Hay que recordar que el 12 de agosto de este año, la Defensoría del Pueblo emitió la Alerta Temprana 019-21, en la que se ponía sobre la mesa la situación de riesgo en este municipio del Valle del Cauca a raíz de la presencia de la facción disidente de las FARC denominada ‘Compañía Adán Izquierdo’, y por el accionar violento de grupos de crimen y delincuencia organizada, además de milicias urbanas.


En dicha alerta temprana, desde la Defensoría se precisa que “Particularmente, la configuración del escenario de riesgo está dado por la presencia intermitente de grupos armados ilegales, específicamente la Facción Disidente de las antiguas FARC-EP, autodenominada ‘Compañía Adán Izquierdo’, que viene operando en zona rural de los municipios de Guadalajara de Buga, Palmira y El Cerrito, con la finalidad de controlar los municipios del Valle del Cauca asentados sobre la cordillera central y así garantizar el tránsito y la conexión con los departamentos del Cauca, Tolima y Quindío. En este propósito, la Compañía Adán Izquierdo se encuentra articulándose con la también Facción Disidente conocida como ‘Columna Móvil Dagoberto Ramos’ en el Cauca y en correspondencia con las acciones previstas por el Comando Coordinador de Occidente”.


Además de estos actores armados, en el documento de la Defensoría se señala que “en las zonas urbanas de Guadalajara de Buga, el contexto de amenaza se sirve del accionar violento de grupos de crimen organizado y de delincuencia común dedicados a actividades del narcotráfico, así como de milicias urbanas que tienen operación en la zona urbana y suburbana del municipio y las amenazas de grupos posdesmovilización de las AUC a líderes, lideresas y procesos de exigibilidad de derechos colectivos en el municipio, en cabeza de organizaciones sociales de víctimas, mesa de víctimas y reclamantes de tierras entre otros”. Asimismo, desde la Defensoría se estableció que, además de la ‘Compañía Adán Izquierdo’, también se evidencia en la región el posible accionar del ELN, así como de las AGC; este último grupo, al parecer, no tiene como tal presencia en Buga, pero es un grupo generador de amenaza. Además, estarían los grupos de crimen organizado y de delincuencia común: ‘Metástasis’, ‘Los monos’, ‘Los gatos’ y ‘Trópico’.


Por otra parte, hay que traer a colación que, según el medio 90 Minutos, ya son 67 muertes violentas las que se han presentado en Buga en lo corrido del año, mencionando que ​​este municipio cuenta con una población de 128.945 Habitantes (2020), acorde a lo señalado por el DANE - Censo Nacional de Población y Vivienda.



Masacre en el barrio Alfonso López en Cali


A este hecho se sumó el ocurrido el domingo, 24 de octubre, en el barrio Alfonso López, ubicado en el nororiente de Cali. En esta zona de la capital del Valle del Cauca se encontraban departiendo varios jóvenes en la zona conocida como ‘El Jarillón’, cuando sujetos armados que se movilizaban en tres motocicletas, habrían disparado en diferentes ocasiones, causando la muerte a tres jóvenes.


Sobre el caso, el medio 90 Minutos puntualizó que: “El panorama de la violencia en Cali, no da señales de apaciguamiento. Según cifras de la secretaría de Seguridad de la ciudad, hasta el sábado 23 de octubre, la capital del Valle del Cauca reportó 1.030 homicidios en el transcurso de 2021, un aumento en promedio del 17 % en comparación con 2020 (881) y del 15 % en comparación con 2019 (898)”.


Hay que anotar que, frente a los hechos, desde la institucionalidad se hicieron dos anuncios: por una parte, se aseveró que “Hay un conflicto por las plazas de vicio. Hay una banda que se llama Los Pandas que ha estado haciendo presencia, con una banda que se llama Los Morrongos, que llegan y disparan desde las motos”, manifestó el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Javier Soler Parra.


Por su parte, la Policía Metropolitana de Cali anunció que daría una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que dé pistas sobre los responsables de este hecho. Por su posible relación con esta acción armada, se capturó a un menor de 13 años que estaría en proceso de restablecimiento de sus derechos a través de ICBF.


Masacre en la vereda La Esperanza, en Nariño


Este lunes, 25 de octubre, luego de este fin de semana en el que en el Valle del Cauca fueron cometidas dos masacres, se conoció que habría sido perpetrado otro crimen de estos en la vereda La Esperanza, en el municipio de Cumbitara, en Nariño, donde cinco jóvenes fueron asesinados.


Los hechos, según lo registró El Universal, se habrían presentado en horas de la tarde “cuando, al parecer, estas personas se desplazaban en un carro tipo campero. Se presume que fueron abordados por otros sujetos que se trasladaban en motos, los cuales hicieron descender a los ocupantes del carro, a quienes se intuye les dispararon. (...) Nadie en la región ha brindado información certera por el temor a represalias. Es de anotar que, llegar a la zona es muy complicado por la topografía y el riesgo que corren si es una persona desconocida”. Adicionalmente, también se informó que los jóvenes habrían sido lanzados a un precipicio, y fueron los habitantes quienes recogieron los cuerpos, que posteriormente fueron llevados a la morgue en el Centro Hospital de Cumbitara.



El panorama general


Según el seguimiento que ha hecho la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), con los tres hechos que han ocurrido recientemente, en lo que va del año, en el país se han presentado un total de 75 masacres en las que han sido asesinadas 273 personas. Además, y en relación con lo ocurrido recientemente, el Valle del Cauca es una de las zonas con mayor ocurrencia de estos casos, con un total de 10. Asimismo, con estos altos índices, también se encuentran Cauca y Antioquia, donde se han cometido 13 y 12 masacres, respectivamente. Asimismo, hay que señalar que enero (con 8 masacres), febrero (9), abril (9) y julio (15) han sido los meses con los números más altos en cuanto a este tipo de victimización.


Fuente: Sistema de Información de la Fundación Paz & Reconciliación (SIPARES)


Frente a este panorama, Lina Gaitán, asistente de investigación de la Línea de Conflicto, Paz y Posconflicto de Pares, y quien ha hecho seguimiento a este tipo de hechos durante lo corrido del año, en relación con lo ocurrido en los últimos días y con la situación general de violencia en el país, afirma que “el Valle del Cauca ha sido una de las zonas donde se han incrementado las masacres en comparación con las cifras del 2020. Lo que no es gratuito, pues justamente este ha sido uno de los departamentos donde ha habido una importante movilización social, que además ha permitido visibilizar varios problemas estructurales como: el abandono estatal, racismo estructural y falta de oportunidades laborales y educativas para apoyar a la población joven”.


Por su parte, señala que Nariño se ha mantenido constante en cuanto a los altos índices de masacres. Por ejemplo, y teniendo en cuenta la más reciente masacre perpetrada, ya serían ocho las que se han cometido en este departamento en el 2021. Sobre esto, Gaitán analiza que “en este departamento confluyen muchos conflictos socioambientales históricos que se han acentuado con la pandemia por covid-19, así como por la ausencia por años del Estado, desde donde ahora se argumenta que la problemática de seguridad, que ha tenido como una de sus consecuencias las masacres, es por bandas delincuenciales y microtráfico, más no por la ausencia histórica que ha repercutido en un sinnúmero de victimizaciones”, concluyó.




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