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Tres laboratorios de cocaína y ninguna respuesta de Duque

Por: Laura Cano, periodista Pares.

El pasado 12 de febrero miembros de la Policía Antinarcóticos realizaron un allanamiento a una finca ubicada en Guasca (Cundinamarca) en donde se encontraron tres laboratorios para el procesamiento de cocaína. Según el fiscal del caso, allí se podía procesar alrededor de una tonelada mensual de esta droga. Igualmente, durante el operativo se decomisaron 6.896 kilos de sustancias químicas para la elaboración del clorhidrato de cocaína, además de 9.453 gramos de cocaína y pasta de base. Lo alarmante de este caso, más allá de los hallazgos, es que el predio pertenecería a la familia del actual embajador en Uruguay, Fernando Sanclemente, además que alrededor de lo ocurrido ha reinado un silencio generalizado por el gobierno nacional. La novela de la narcofinca Lo que ha pasado hasta el momento está dividido en varios hechos. Por un lado, el día del allanamiento se capturaron cinco personas en el lugar, las cuales fueron presentadas ante un juez de control de garantías tras relacionarlos con los delitos de tráfico de estupefacientes agravado y tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos.

Por otro lado, tras conocer la noticia el Embajador, la Cancillería hizo varias observaciones frente a lo ocurrido. A través de un comunicado informaron que: “(…) Antes de asumir como Embajador, el Representante Legal de la Sociedad ’Las Colinas de Guasca Ltda’ era el actual embajador Fernando Sanclemente Alzate. Hoy por hoy, esa representación legal está en cabeza de su hermano, Gilberto Sanclemente Alzate”, además que: “Desde el 15 de junio de 2017 hasta junio de 2020, la Sociedad ‘Colinas de Guasca Ltda’ ha entregado en arriendo un globo de terreno de 36 fanegadas de la Finca en cuestión”.

Además de esto, dentro del documento también se hace referencia a que desde “1987 se constituyó una Sociedad con la Familia Spiwack, propietaria de la Organización DANN, quedando cada una de las familias con el 50% de la participación sobre la misma”, sin embargo, que tras lo sucedido “La familia Sanclemente y la Organización DANN se sienten sorprendidos y víctimas de los eventuales hallazgos, y en consecuencia prestarán como corresponde todo el apoyo que demanden las autoridades para esclarecer esta penosa situación”.

A esto se le agregó lo informado por la Familia Spiwack, quienes por medio de un comunicado hicieron constar que “con la propiedad de un predio en el que fue encontrado un laboratorio para procesamiento de cocaína, que su hermano Boris fallecido hace 15 años, fue socio en esa propiedad de la Familia Sanclemente Alzate, cuyo hijo Fernando, es el actual Embajador de Colombia en Uruguay. En efecto a la muerte de Boris, su viuda heredó dicha propiedad no existiendo desde hace más de 15 años relación alguna ni familiar, ni comercial con sus herederos”.

En temas de responsabilidades, la investigación no ha dado más pistas y lo que se conoce es lo que estas familias han comunicado. A esto se le suma que el pasado 27 de febrero la Fiscalía General de la Nación informó que la Dirección Especializada contra el Narcotráfico de dicha entidad compulsó copias a la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio. El silencio del Presidente Por otro lado, el presidente Iván Duque no ha hecho ningún pronunciamiento público frente a este delicado asunto, aún cuando desde que se conoció el hecho el embajador Sanclemente hizo saber que su permanencia en el cargo estaba a disposición del mandatario. Dado esto, Fernando Sanclemente solicitó una licencia no paga para presentar y darle trámite a su defensa, además de acompañar a su familia durante el proceso de investigación. El permiso se dio para un total de 60 días y fue aprobado por la Cancillería. Esa, hasta el momento, ha sido la única medida oficial que se ha tomado dadas las investigaciones y hechos en el predio que tiene relación con el Embajador. En la finca de Sanclemente era procesada cocaína que luego era enviada a Estados Unidos y algunos países de Europa. A este predio se llegó por alertas que se habían presentado por una fuente humana que llevó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos y a la Policía de Colombia a realizar la investigación y posterior operación, tras también venir investigando la presencia de un grupo narcotraficante ubicado en Cundinamarca y Boyacá que desde el Aeropuerto Internacional El Dorado hacían los envíos de la droga a sus destinos.

La policía calificó a este grupo de narcotraficantes como “narcos invisibles”, caracterizandolos como no pertenecientes a organizaciones grandes, además de no provocar una gran visibilidad pues, según esta fuerza pública, operan en laboratorios por periodos cortos y van trasladándose y arrendando predios para sus actividades constantemente.

Por otro lado, cabe aclarar que a la finca en donde se realizó el allanamiento se le prendió fuego, según lo establecido por los protocolos de la Institución, lo que provocó un incendio forestal que consumió alrededor de cuatro hectáreas de vegetación. Se esperaría que el caso sea investigado de manera oportuna y veraz, tomando medidas que permitan establecer los responsables que están detrás de estos laboratorios de cocaína que ocupaban gran parte de la finca de una de las ‘grandes y respetables’ familias del país.



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