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Sin Cadete, ¿se debilitarán las estructuras postfarc?

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares.


El presidente Iván Duque confirmó el fin de semana que fue dado de baja “Rodrigo Cadete”, uno de los icónicos y más temidos jefes de la ex guerrilla Farc , y quien fuera líder de uno de los frentes disidentes que no se acogieron al acuerdo de paz. Surge entonces la inquietud si estas estructuras se están fortaleciendo o debilitando en su afán por de expandirse a las zonas donde las Farc tenían injerencia militar, social y económica.


Cadete, de 52 años de edad, con alrededor de 40 años en las filas guerrilleras hizo parte de al menos seis frentes en zonas del sur y oriente de Colombia, fue dado de baja el sábado tras una operación conjunta entre las fuerzas militares y la policía en el municipio de San Vicente del Caguán, zona históricamente controlada por esta guerrilla y donde actualmente operan tres frentes de las extintas Farc.


La Fundación Paz y Reconciliación (Pares) en su más reciente informe de Cómo Va la Paz, señaló que estos grupos Postfarc tienen en sus filas unos 1.600 hombres en armas, de los cuales 830 habían desertado del pacto de paz entre las FARC y el gobierno, como lo hizo Edgar Mesías Salgado, más conocido por su alias “Rodrigo Cadete” a finales de 2017.


Por su parte, el ministro de Defensa explicó que Cadete estaba “reagrupando a antiguos militantes de las de las Farc, para montar un nuevo movimiento”, que conllevó a que se adelantara con más rapidez el operativo.


“Golpe Durísimo”


En 2016, Cadete se acogió al proceso de paz y alcanzó a presenciar los diálogos en La Habana pero un año después decidió apartarse. Entonces se alió con las disidencias de alias “Gentil Duarte”, principal cabecilla de las disidencias Postfarc que opera en los departamentos de Caquetá, Putumayo y Amazonas.


De acuerdo al subdirector de la Fundación Pares, Ariel Ávila, Cadete fue designado por Gentil Duarte para la expansión territorial en esas regiones al sur de Colombia. Por lo tanto, la muerte del segundo al mando de esta estructura “es un golpe durísimo”, pues es considerada la disidencia más fuerte frente a las restantes que operan en 13 departamentos del territorio colombiano.


Si bien esta operación no tiene efectos directos sobre el resto de disidencias, sí va a incidir en la disputa por el control del territorio y la administración de los cultivos ilícitos en estas zonas, según Ávila. En el caso del Putumayo es problemático pues hace parte de los tres territorios que concentran el 60% de sembradíos de coca en el país, motor del conflicto armado colombiano.


Según información oficial, Cadete es responsable de homicidios selectivos en más de cinco departamentos y sus actividades militares también estaban acompañadas del financiamiento ilícito.


¿Qué viene para esa estructura?


En Putumayo y Caquetá el acuerdo de paz ha traído beneficios pese a la continua presencia de actores armados. Actualmente se disputan el territorio el grupo de Gentil Duarte y otro grupo denominado la “Constru”, un reducto paramilitar de los Rastrojos. “La disidencia de Gentil Duarte tiene más fuerza frente a la ‘Constru’, definitivamente la desmovilización sí funcionó, la dejación de armas funcionó”, añadió Ávila, puesto que es complejo reemplazar a Cadete y ninguna estructura armada ha logrado tomar control total de las zonas. En ese sentido, lo que podría producirse es un fenómeno de bandolerismo.


La muerte de Cadete representa la debilidad que tienen estos grupos Postfarc, catalogados por el gobierno como Grupos Armados Organizados Residuales (GAO-r), al momento de la expansión territorial, puesto que, cada vez están siendo cercados por la inteligencia militar de las fuerzas armadas.


Adicionalmente, esta disidencia se queda sin su líder para llevar a cabo la expansión, puesto que, este se debe conectar con las bases sociales en estos departamentos, tener alianzas, administrar las vías del narcotráfico y por ahora no se tiene conocimiento de quién podría ser el reemplazo de Cadete.


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