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Los cincuenta años del CRIC

Por: Walter Aldana. Columnista Pares.


El 24 de febrero de 1971 en Toribío, siete cabildos e igual número de resguardos crean el consejo regional indígena del Cauca- CRIC- Manuel Tránsito Sánchez mayor del pueblo Totoroez, fue definido como primer directivo y la persecución por parte de los terratenientes no se hizo esperar, acción que sigue hasta el día de hoy. Con Trino Morales, Juan Gregorio Palechor y Anatolio Quira, partían desde su natal Toribío para apoyar recuperación de tierras en Toribio y López adentro, así como en Corinto.


Y es que no solo les ha tocado resistir a las denominadas “fuerzas oscuras”, grupos paramilitares e incluso a la fuerza pública legal, si no que en los cincuenta años de fortalecimiento organizativo han enfrentado estos pueblos; con el Quintín Lame primero como grupo armado indígena y posteriormente con la guardia indígena al acoso y abuso de grupos armados de derecha y de las guerrillas de las Farc- ep antes de la negociación en La Habana, sin desconocer que fue en Agosto de 1996 cuando el ELN asesino a Marden Betancourth alcalde municipal de Jámbalo.


Desde Toribio y Tierradentro en sus inicios, los nativos hermanos de los afrodescendientes y del campesinado, con la presión de los terratenientes que les veían como salvajes, mostraron la casta de guerreros indomables.


El legado del padre Álvaro Ulcué, de la Gaitana y Quintín, acompaña su esfuerzo por construir la nación indígena, en cuyo camino han conseguido al fragor de la movilización de carretera y la exigibilidad de derechos desde la esfera de la justicia, tanto nacional como internacionalmente reconocimiento al derecho propio, ley de origen, salud propia, educación propia, transferencias de dineros de la nación a las ETIS (entidades territoriales indígenas, reconocidas en la constitución del 91), etc.


Su proyecto colectivo ha encontrado igualmente dificultades como obviamente era previsible sucediera; la capacidad de socializar su cosmovisión con otros sectores de la sociedad, fundamentalmente del mundo urbano, no ha logrado enfrentar el discurso racista y xenófobo auspiciado desde los grandes medios de comunicación que incluso ante la evidencia clara de su oposición a los grupos armados siempre pretenden asimilarlos con ellos.


Y como en el Cauca el problema central está referido a la tenencia de la tierra y el uso de ella, muchos de sus esfuerzos inicialmente de recuperación frente a los latifundios del departamento, en la última década dio paso a los denominados conflictos interétnicos e interculturales, donde sus intereses se han encontrado en muchos casos traslapados con propiedades de afros y del campesinado, pretendiendo no solo el acceso a la tierra sino un ejercicio de poder a partir de asumirse en esos espacios su autoridad.

Pretensiones normales de una comunidad que construye su nación, que debe hacer el esfuerzo por concertar con sus vecinos territorios interétnicos e interculturales de convivencia y reconocimiento de variadas cosmovisiones.


Cincuenta años, caminando la palabra y avanzando con la paciencia del alfarero para construir su futuro, cincuenta años de dignidad, que les alcanzará para buscar entendimiento con los otros sectores de la sociedad, felicitaciones y… fuerza, fuerza.


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