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Las luchas campesinas de febrero del 71

Por: Luis Eduardo Celis. Columnista Pares.


A la memoria de Tulio Olivera, quien participó de las luchas campesinas aquí narradas

Febrero del 71 fue pródigo para la lucha popular: los estudiantes universitarios se movilizaron por una universidad abierta al mundo y al servicio del cambio social. En eso fueron destacadas las movilizaciones en la Universidad del Valle, que tuvieron su cuota de sangre.


Durante este mes se conformó el Consejo Regional Indígena del Cauca, que en esta semana ha conmemorado ese medio siglo de luchas y de los logros, y han reafirmado que la acción continúa y que siguen en el camino de vida digna y democracia de calidad.


La mayor cantidad de acciones colectivas por la tierra en un mismo día se dieron el 28 de febrero de 1971 y fueron promovidas por la organización campesina más importante en toda nuestra historia, la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC y tuvieron como epicentro los departamentos del caribe colombiano.


La ANUC era parte del diseño del presidente Carlos Lleras Restrepo, quien tuvo el propósito de adelantar reformas importantes en el desigual y atrasado mundo rural colombiano. Atrasado porque tenía, y tiene, una estructura tremendamente obsoleta donde la propiedad rural esta hiper concentrada y hay muchas regiones sin condiciones de infraestructura social en educación y salud adecuadas; y atrasado porque no cuenta con condiciones de infraestructura vial que hagan viable cualquier dinámica económica, por no hablar de la ausencia de políticas de fomento en ciencia y tecnología aplicadas a la producción rural o asistencia técnica, mercadeo y crédito. A todo ello, el presidente Lleras Restrepo trató de darle otra proyección y emprendió cambios importantes en las precarias o inexistentes políticas de desarrollo rural.


Dentro de sus iniciativas, el presidente Lleras le dio fuerza al Instituto Colombiano de Reforma Agraria, INCORA, creó el Instituto de Mercadeo Agropecuario IDEMA, creó una institución para el estudio de temas relacionados con el mundo rural, el Instituto Colombia de Agricultura, ICA y le dio fuerza a la banca pensada para el Sector, la Caja Agraria. Todo ello lo pensaba para darle mayor dinámica al sector rural y como parte de ese esfuerzo de reformas, promovió la asociación nacional de usuarios campesinos, la ANUC.


La ANUC fue una organización impulsada desde el Ministerio de Agricultura, llegó a conformar cerca de setecientas asociaciones municipales y logró presencia en más de veinte departamentos. Una organización que llegaba a la base campesina, ávida de tierra, crédito, mercadeo y asistencia técnica, todo lo que había prometido el presidente Lleras Restrepo.


En el caribe colombiano la ANUC fue una organización que convocó a miles de campesinos y estos se lanzaron a la recuperación de tierras de manera simultánea, fueron cerca de doscientas “invasiones” en tierras no utilizadas por grandes terratenientes en los departamentos de Sucre, Córdoba, Bolívar, Cesar y Magdalena y en menor medida en Atlántico y La Guajira. Fueron miles de familias que buscaban de manera ávida una tierra para hacerse a una finca y trabajar por una vida digna.


El 28 de febrero de 1971 fue un día histórico para la lucha campesina. Se mostró que con organización y decisión se podían lograr conquistan importantes. En este caso estas familias se hicieron a una tierra que no tenían, que estaba en manos de gente con mucha tierra y que no la hacìa producir. Esta realidad desafortunadamente sigue estando presente en un mundo rural que hoy es más concentrado que hace cincuenta años y las promesas del presidente Lleras Restrepo rápidamente fueron echadas para atrás por una arremetida terrateniente y de los poderosos del campo en el pacto de Chicoral durante el gobierno de Misael Pastrana en 1972.


Buena parte de las fincas que ocuparon las familias campesinas fueron compradas por el Estado a sus dueños por el Incora, aun así en los años noventa sobre buena parte de estas comunidades campesinas se abalanzaron los paramilitares y les hicieron pagar esa decisión de lucha a punta de masacres. Si se coloca el mapa de las recuperaciones de tierras de los años setenta con las masacres de los años noventa, coincide de manera plena.


Hoy el capitulo del Acuerdo de paz sobre reforma rural integral no se cumple, así el gobierno muestre cifras y hechos que no concuerdan con la realidad, nada sustancial se hace por transformar este desigual mundo rural, al cual el presidente Lleras Restrepo intentó darle algo de transformaciones, así como lo había intentado treinta años antes el presidente López Pumarejo. Ambos fracasaron en ese intento y acrecentó una rabia campesina, que luego se volvió conflicto armado.


Hoy nuevamente hay barbarie y sangre en el campo colombiano, lo cual debe llamarnos a mantener presente que hay un mundo rural por transformar.


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