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La muerte de “Siopas”, el Clan del Golfo y la Paz Total

Por: Katerin Erazo, Periodista


El miércoles primero de marzo, en una carretera en el municipio de Dabeiba, Antioquia, fue hallado sin vida el cuerpo de Wilmer Antonio Giraldo Quiroz, mejor conocido como alias “Siopas”, quien era el subcomandante del grupo ilegal Clan del Golfo.


El cadáver fue encontrado con heridas de bala en la cabeza. Su vestimenta consistía en un pantalón militar, un buzo negro y botas de caucho. También se conoció que el cuerpo fue arrojado desde un vehículo en movimiento, según una publicación que hizo la Revista Semana.

Las agencias de inteligencia indicaron que “Siopas” asistió a una reunión con otros líderes del Clan del Golfo en un campamento en la selva chocoana, después de esto sus familiares perdieron su pista a mediados de febrero. Una llamada interceptada por agencias de inteligencia, en la que se escuchó a su madre preocupada por desconocer su paradero, permitió conocer esta información.


El asesinato de alias “Siopas” deja incertidumbres, ya que no se ha confirmado el responsable de este hecho, sin embargo, las autoridades manifestaron que aunque aún se encuentran recopilando evidencias y realizando las respectivas diligencias, no descartan la posibilidad de que el crimen haya sido perpetrado por alguien conocido por la víctima, lo que sugiere la posibilidad de un ajuste de cuentas interno que podría señalar hasta algún integrante de la misma estructura a la que pertenecía.


Según el medio de comunicación Caracol Radio, alias “Siopas” no estaba de acuerdo con el proceso de Paz Total del Gobierno, al que parece querer adscribirse el Clan del Golfo. Cabe resaltar que este grupo ilegal comenzó los diálogos exploratorios con el Gobierno en 2022. Como voceros de paz, el Clan del Golfo propuso a “Chiquito Malo”, “Gonzalito”, “Negro Perea” “Flechas”, “Byron”, “Chirimoya”, “Alex Sierra” y “Luis Pérez”.


Por tal motivo, al parecer, “Siopas” habría intentado formar un grupo ilegal en el norte de Antioquia, a fin de mostrar su rechazo a las negociaciones que se adelantan con el Gobierno Nacional, utilizando para ello dinero, armas y hombres.


No obstante, según algunas fuentes que fueron consultadas por las autoridades, el líder del Clan del Golfo, alias “Chiquito Malo”, habría engañado a “Siopas” para citarlo a una reunión bajo el pretexto de solucionar sus diferencias y trabajar juntos, ya que estos dos criminales fueron los candidatos para asumir el liderazgo de esta estructura ilegal tras la captura y extradición de Otoniel (Ver: La compleja estructura detrás del ‘clan del Golfo’).


Según León Valencia, director de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), cada vez que se inicia un proceso de negociación se presentan muchas disputas debido a las facciones de los grupos armados que quieren participar. Este tipo de hechos, según el director de Pares, se podrían aclarar por medio de los diálogos de paz con el Clan del Golfo, con el fin de tener conocimiento de quiénes de los integrantes de esta estructura tendría voluntad de paz y quiénes no.


Por esta misma línea, Mauricio Valencia, investigador nacional de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de Pares, afirmó que el asesinato de alias “Siopas" sí se considera como un conflicto interno. La razón de esto es que su muerte se produjo debido a las diferencias de opinión y visiones que tenía con alias “Chiquito Malo".


Alias “Siopas”, cuyo nombre real es Wilmer Antonio Giraldo Quiroz, nació el 27 de septiembre de 1980 en Apartadó, Antioquia. A los 15 años se unió a la guerrilla de las FARC, en la que militó hasta 2008, cuando decidió desertar para unirse al Clan del Golfo.


En la actualidad, “Siopas” era el segundo al mando del grupo armado ilegal y uno de los cuatro miembros de su Estado Mayor. Además, fungía como comandante del bloque Pacífico, que delinque en la zona del litoral, desde el Chocó hasta Nariño, incluyendo el suroeste antioqueño.

Entre las acciones violentas atribuidas a “Siopas” se destacan el ataque contra un capitán del Ejército adscrito al Batallón Energético Vial n.° 22 de la Décimo Octava Brigada, el asesinato de “Churrunana”, un exintegrante del Clan del Golfo en junio de 2019, y el homicidio de Arnulfo Córdoba Quinto, un habitante de Itsmina, Chocó sumado a otros casos de hechos violentos.

Es por esta razón que el gobierno del expresidente Iván Duque había asignado una recompensa de hasta $5.000 millones por información que llevara a su captura.


Al asesinato de alias “Siopas” se suma el fallecimiento de otro integrante del Clan del Golfo, Omar Noguera Camacho, conocido como “Boyaco”, en Sucre, cuya muerte, que se reportó el pasado fin de semana, estaría relacionada con este mismo hecho. Según las investigaciones, Noguera Camacho era buscado por una Corte en los Estados Unidos por el envío de más de 30 toneladas de cocaína, un delito que lo había convertido en uno de los criminales más buscados del país.


Las autoridades colombianas habían ofrecido una recompensa de 115 millones de pesos por información que condujera a su captura desde el año 2017, sin embargo, hasta ahora no habían logrado dar con su paradero. No obstante, con su repentina muerte, es posible que las autoridades encuentren más pistas para descubrir a los responsables detrás de su deceso y así poder esclarecer este hecho.


Para Mauricio Valencia, investigador nacional de Pares, la presencia de señales de tortura en los asesinatos de alias “Siopas” y “Boyaco”, así como la exhibición pública de sus cuerpos, podría estar enviando un mensaje a los mismos miembros de la organización criminal a la que pertenecían. Este mensaje tendría como objetivo generar miedo y controlar a aquellos que tengan ideas diferentes al líder o que busquen cambiar la estructura de la organización.


El investigador Mauricio Valencia también mencionó que con la muerte de alias “Siopas” podría fortalecer la idea y el propósito de alias “Chiquito Malo” de someterse eventualmente a la justicia. Sin embargo, Valencia aclaró que esto no implica necesariamente que el Clan del Golfo tenga una voluntad real de paz. Es posible que “Chiquito Malo” busque ahora construir legitimidad ante los demás miembros de la organización, teniendo en cuenta que algunos de ellos podrían compartir la misma idea que tenía “Siopas” (Ver: ¿Cese al fuego del Clan del Golfo?).


Luego de la muerte de “Siopas” será importante observar la relación entre “Chiquito Malo” y “Gonzalito”, quien ahora sería el segundo líder de la organización criminal según la jerarquía establecida. La dinámica entre estos dos miembros podría ser crucial para comprender el futuro de la organización y sus actividades delictivas.


El Clan del Golfo es actualmente el grupo armado con mayor capacidad de violencia y mejor estructurado en Colombia. Según Mauricio Valencia, esta organización cuenta con una amplia presencia en el país, estando presente en 241 municipios, y su influencia es especialmente significativa en zonas como Antioquia, Bajo Cauca, Sucre y Urabá. Dado su poderío, es una de las organizaciones criminales más temidas por la población civil y representa una amenaza constante para la seguridad de los territorios.

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