Por: Redacción Pares
Unos meses después de que Rodrigo Londoño y Juan Manuel Santos firmaran la paz en el teatro Colón de Bogotá el 26 de noviembre del 2016, Jamundí tenía 61 hectáreas sembradas de coca. En el 2018 se duplicó a 118, en el 2019 ya estaba en 1319 y desde ahí se ha mantenido en número que puede bajar hasta las 1.200 hectáreas. Para que no lo saben Jamundí está a 15 minutos de Cali. Jamundí es un corredor al Naya, la autopista desde donde los grupos armados sacan la coca hasta el Pacífico. Allí están confluyendo grupos como el frente Jaime Martínez que alguna vez perteneció al Bloque Occidental de las Farc. Se asentaron en la zona montañosa de Jamundí y desde ahí empezaron a tener control absoluto desde que se firmó la paz, desde que se convirtieron en una disidencia de la disidencia.
Porque hoy es difícil creer que la Jaime Martínez pertenece al EMC. Desde que el gobierno Petro les declaró la guerra han tenido pérdidas importantes. Hace apenas una semana cayeron cuatro de sus integrantes que servían de enlace en Cali. A finales de mayo en Cauca capturaron a Mono Picho, reconocido explosivista y extorsionista de la organización en ese departamento. El frente Jaime Martínez es muy diferente a la Dagoberto Ramos y otras disidencias.
Han dejado circular rumores extraños, uno de ellos es la práctica de la santería. Según publicó El Tiempo esta organización tenía entre sus integrantes a un venezolano al que le decían El Santero, quien practicaba rituales para proteger a los líderes de la Jaime Martínez. Así se fue ganando un lugar de importancia en el grupo. La Jaime Martínez ha hecho atentados en Cali.
En abril del 2024 Pares advirtió sobre la ola de atentados que venía protagonizando esta estructura criminal: La ciudad de Cali, la capital del departamento de Valle del Cauca, no ha escapado a esta ola de violencia. En el Batallón Militar Pichincha, se registró una explosión provocada por la detonación de varios cilindros cargados con explosivos desde un camión. Estos cilindros cayeron cerca de las viviendas de militares y sus familias, generando pánico y desasosiego en la comunidad. La violencia indiscriminada y la falta de consideración por la vida humana son características preocupantes de estos ataques”. Ese mes también atacaron una estación de policía en Cajibío.
Según un enlace territorial de la Fundación Paz y Reconciliación, cada vez son más comunes la explosión de petardos en Jamundí. La Jaime Martínez usaría este método para obligar a comerciantes a pagar las extorsiones que exigen. El método de este grupo es el terror y la intimidación.
Este miércoles 12 de junio el objetivo fue el corregimiento de Potrerito, justo a la salida de Jamundí, en la vía que conduce a Suarez. Una zona de fincas y de zonas de recreo. Este fue el lugar donde explotó una moto cuando apenas arrancaba el día. El atentado dejó varios heridos entre los que se cuenta un sargento de la policía, una patrullera y un cuidador de carros. Ante lo que es una evidente crisis de seguridad que vive el municipio y sus alrededores por el auge de la coca y la disputa que vienen sosteniendo grupos como la Jaime Martínez para tener el control, la alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo, le pidió al gobierno nacional mayor atención ya que los hechos ocurridos están “desbordando las capacidades” que tiene el municipio.
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