top of page

Disidentes de las FARC y el ELN proponen un alto el fuego bilateral en Arauca: ¿un camino hacia la paz?

Por: Katerin Erazo


Fotos tomadas de: Miami Diario y Portafolio


En una región marcada por la violencia y el conflicto, surge un rayo de esperanza cuando el Comando Central Estatal (EMC) de las disidencias de las FARC en Arauca extiende una rama de olivo al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Esta medida sin precedentes, anunciada el pasado sábado 6 de abril, podría significar un paso audaz hacia la reconciliación y la paz en uno de los territorios más


Frente a un panorama de inseguridad creciente, la propuesta de un encuentro trilateral en Arauca intenta abrir un camino hacia la disminución de la violencia

y el establecimiento de un acuerdo de paz - crédito redes sociales.


La propuesta de un alto el fuego bilateral llega en un momento crítico, en el que Arauca se enfrenta a una escalada de tensiones y una creciente crisis humanitaria. Los civiles de la región han sido los más afectados por los recientes enfrentamientos entre estos grupos armados, con informes de creciente violencia y abusos contra los derechos humanos.


Liderado por Iván Mordisco, el llamado a la paz del EMC subraya el reconocimiento del impacto devastador del conflicto en la población de Arauca. Es un pedido de respiro, un pedido de diálogo y un pedido de un camino a seguir que no implique más derramamiento de sangre.


La decisión de acercarse al ELN podría estar reflejando un cambio de estrategia para los disidentes de las FARC, que durante mucho tiempo han estado involucrados en una lucha armada contra el Estado colombiano. Al proponer un cese de las hostilidades, podrían estar manifiestando su voluntad de explorar vías pacíficas para resolver sus diferencias.


Pero el camino hacia la paz está plagado de desafíos. Arauca, situada en la frontera con Venezuela, ha sido históricamente un foco de violencia y actividad criminal. La importancia estratégica de la región, junto con su terreno accidentado y sus fronteras porosas, la han convertido en un refugio para grupos armados que buscan ejercer control e influencia.

En las últimas semanas se ha producido una preocupante escalada de la violencia, con informes de asesinatos selectivos y ataques de represalia. Los asesinatos de defensores de los derechos humanos, como Luis Alfredo Gaitán y Emerson David Silva Martínez, han conmocionado a la comunidad y subrayan la urgente necesidad de un alto el fuego.


En su comunicado, las disidencias de las FARC enfatizan la importancia del diálogo inclusivo, llamando a la participación de la sociedad civil, entidades gubernamentales y observadores internacionales. Visualizan un foro donde se puedan ventilar las quejas, abordarlas y resolverlas mediante el diálogo y la negociación constructivos.


En el centro de su propuesta se encuentra el reconocimiento del profundo sufrimiento que soportan los residentes de Arauca. Durante demasiado tiempo han soportado las cicatrices de la guerra, atrapados en el fuego cruzado entre facciones rivales que compiten por el control. Un alto el fuego ofrecería un rayo de esperanza, una oportunidad de romper el ciclo de violencia y allanar el camino hacia un futuro más pacífico.


En medio de la incertidumbre, hay motivos para el optimismo. El mero hecho de que los disidentes de las FARC y el ELN estén considerando entablar un diálogo representa un avance significativo. Es un testimonio del poder de la diplomacia, el poder del diálogo y el poder de la reconciliación para superar incluso las divisiones más profundas.


Mientras el pueblo de Arauca espera la respuesta del ELN, lo hace con una mezcla de esperanza y temor. Según Paola Marín, investigadora de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), se han reportado tres enfrentamientos entre el ELN y el Estado Mayor Central, dos en Puerto Rondón y uno en Tame. Hasta el momento, solo se ha identificado la estructura conocida como "Antonio Medina", que operó en Tame, Arauca, el 3 de septiembre.


Además, se han detectado actividades de reclutamiento, como lo señaló recientemente una denuncia de la personería, la cual mencionaba que uno de los métodos utilizados es trasladar niños desde Cauca, Nariño y Caquetá hasta Arauca, lo que implica un proceso de territorialización y dificulta su identificación como actores en el conflicto.


Estos eventos han generado conflictos, especialmente en Tame, donde se observan disputas en zonas veredales. La Defensoría del Pueblo también ha registrado escenas de desplazamiento y confinamiento, como el caso de 1,371 personas afectadas tras el combate en Puerto Rondón el 4 de septiembre de 2023.


Marín explica que la disputa territorial en estas áreas ha aumentado, particularmente entre el Frente 28 y el Frente de Guerra Oriental del ELN, con un incremento en las afectaciones a la población civil, especialmente a líderes sociales que históricamente han sido estigmatizados y relacionados con el ELN. Esto se evidenció en el asesinato de dos líderes políticos en Centro Oriente. Los comentarios malintencionados de algunos medios de comunicación, que vinculan erróneamente a ciertos líderes sociales con el ELN, han contribuido a este clima de temor, lo que dificulta las denuncias y perpetúa la violencia.


Finalmente, la investigadora destaca que recientemente se emitió una amenaza por parte del Estado Mayor hacia un líder social, indicando que estaban plenamente identificados y que cualquier apoyo al ELN sería considerado un objetivo militar. Sin embargo, posteriormente se emitió el comunicado por parte del Frente 28, alias "Corea", sugiriendo un posible diálogo para mitigar las tensiones entre el ELN y el Estado Mayor Central.

 

bottom of page