Por: Katerin Erazo, Pares
El pasado 21 de enero finalizó la caravana humanitaria por el Pacífico, la cual fue acompañada por las delegaciones de paz del Gobierno Nacional y del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Esta caravana duro cinco días (17 al 21 de enero) en los que ambas delegaciones estuvieron acompañando a las comunidades del Bajo Calima y el medio San Juan, zonas fuertemente golpeadas por la violencia.
La carava humanitaria fue acordada en el primer ciclo de negociación entre el Gobierno y el ELN, y tuvo como objetivo escuchar a las comunidades afectadas por el conflicto armado en los territorios mencionados. Alrededor de 180 personas hicieron parte de este proceso en el que se recolectaron solicitudes, peticiones y sugerencias por parte de las comunidades, las cuales servirán en el segundo ciclo de negociaciones de paz que se llevará a cabo el próximo mes en México. En este proceso participaron diferentes organizaciones sociales, instituciones de Buenaventura y del Valle del Cauca, comunidad internacional, delegados de la vicepresidencia y medios de comunicación.
Según Luis Eduardo Celis, coordinador de la Línea Migración, Región y Frontera de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), esta caravana tuvo tres grandes virtudes; la primera es que fue una acción conjunta entre el Gobierno, el ELN y las comunidades; la segunda, fue que pudo escuchar las peticiones de las comunidades; y la tercera, es que gracias a ella se vio en el terreno la realidad que viven estas comunidades.
Luego de que los participantes evaluaran el desarrollo de la caravana, llegaron a la conclusión de que se necesitan implementar, de manera urgente, medidas humanitarias con el fin de contener la crisis que viven las comunidades que han sido desplazadas y se encuentran en albergues y asentamientos en Cali, Dagua y Buenaventura, además de aquellas que continúan confinadas en sus hogares. Crisis humanitaria causada por las confrontaciones entre el ELN, estructuras del Clan del Golfo y otras organizaciones ilegales.
Para implementar estas medidas humanitarias, la delegación del ELN dijo que es importante la coordinación de los organismos del Gobierno Nacional, al igual que sus instituciones.
Según Orlando Riasco, secretario de Paz Territorial y Reconciliación del Valle, las comunidades pidieron en esta caravana el retorno de las poblaciones desplazadas; la reubicación de poblaciones que estén en el territorio; el alivio humanitario; el desminado en los campos; y el no reclutamiento de niños, niñas y jóvenes para la guerra. “Nosotros como Gobierno departamental planteamos fundamentalmente el retorno de la comunidad de Santa Rosa de Guayacán y Valledupar”, dijo Riascos.
Para esta petición se acordó realizar un Plan de Atención para las comunidades. Para ello, este fin de semana la Gobernación del Valle del Cauca se reunirá en Buenaventura con delegados del Gobierno Nacional, la Unidad de Víctimas, la Unidad de Atención a Población Desplazada y el Gobierno Distrital.
Según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, dirigida por Danilo Rueda, esta caravana se llevó con éxito y cumplió con todos los objetivos que tenía. Sin embargo, dos días después de que la caravana cruzara por el caserío de Negría, en jurisdicción de Istmina, Chocó, un campo minado detonó justamente en este lugar, causando la muerte de un soldado y cuatro uniformados heridos. Por tal motivo, durante estos los últimos días hubo fuerte presencia de tropas del Ejército y un gran movimiento de embarcaciones por el río San Juan.
Aun así, para Luis Eduardo Celis esta caravana fue importante. Resaltó la importancia de realizarla en varias regiones, una de ellas en Arauca, dado al alto nivel de violencia que se presenta allí. “Lo que sí está demostrado es que una acción conjunta entre el Gobierno, ELN y comunidades (…) es una vía de acción que puede mostrar buenos resultados en el mediano y en el corto plazo”
Uno de los retos que deberá asumir el Gobierno es corregir todo lo diagnosticado durante esta caravana, lo que para Celis solo podrá ser corregido con una dinámica de distención, un cese bilateral y que las estructuras del Clan del Golfo se comprometan en la dinámica de la política de Paz Total.
“Resalto que esta caravana fue muy importante (…) es una muy buena iniciativa y ojalá que se multiplique y que lo que salga como recomendaciones realmente se pueda aplicar rápidamente, sabiendo que no son situaciones sencillas, pero coordinándolo bien se podría lograr”, puntualizó Celis.