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Así llega el agua a cada casa en Bogotá

Por: Isabela Puyana

 

Bogotá le brinda el agua que consumen sus habitantes principalmente desde dos ecosistemas: Chingaza y Tibitoc. Este es el recorrido desde su captación hasta el destino final en donde más de 8 millones de personas entre Bogotá y 10 municipios de Cundinamarca se benefician del servicio.

 

El agua es captada de la laguna de Chingaza.


Foto por: Isabela Puyana


Luego pasa por el túnel de Guatiquía, para desembocar en el embalse de Chuza y San Rafael, hoy ambos son los que se encuentran en estado crítico por el Fenómeno El Niño.




Embalse Chuza -Imágenes de El Tiempo

 

Después el agua sigue hacia la presa Golillas, que devuelve parte del agua al río Chuza y regula el nivel del embalse.


Presa Golillas, Foto de Saúl Orduz, Portal Environment and Society

 

  Luego, pasa al túnel del palacio Río Blanco y llega a la planta de tratamiento Wiesner.

 

Planta de tratamiento Francisco Wiesner- Foto de iagua

 

En la planta de tratamiento se agrega el primer químico al agua, sulfato de aluminio, para que se concentren las impurezas y puedan ser retiradas. De allí sale hacia Bogotá por otra red de túneles que desembocan en 50 tanques que la llevan por gravedad o por bombas al resto de la ciudad.

 

Uno de los 50 tanques de almacenamiento de agua- Foto acueducto de Bogotá


Sin embargo, hay algo más que se debería tener en cuenta sobre el uso y distribución del agua en Bogotá

 

Según Sebastián Castañeda, investigador en hábitat popular y ordenamiento ambiental territorial, cerca de 102 mil personas censadas en el 2018 en Bogotá y municipios aledaños no cuentan con el servicio de agua potable porque pertenecen a urbanizaciones no legalizadas que no cuentan con servicios públicos.

 

Muchas de ellas no tienen acceso al agua, aunque según la Corte Constitucional, a partir del 2007 se consolidó un informe en torno al amparo de este servicio en el que se reitera el derecho al consumo del agua potable: “aceptar el carácter fundamental del agua es una decisión encaminada a reconocer un estado de cosas existente. Ningún sentido tendría, como lo señala la sentencia T-418 de 2010, “pretender asegurar la vida sin asegurar el derecho al agua, en sus dimensiones básicas, como fundamental”.

 

Hoy son poblaciones que no tienen cómo acudir a este servicio y muchas de ellas a través de acueductos artesanales acceden a aguas insalubres para subsistir. Muchas de estas poblaciones tienen más probabilidades de tener enfermedades como Sarpullido, dolor intenso de estómago, vómito y diarrea por no contar con un servicio digno.

 

Aunque hoy Bogotá ha sido llamada a un corte del servicio durante 24 horas una vez cada 7 días, para garantizar el cuidado del recurso, cientos de personas en la ciudad viven sin agua potable todos los días.

 

Más que una medida temporal, el uso adecuado del agua debería ser una práctica ciudadana constante.

 

Estos son algunos datos dados por el informe 4 años para salvar el agua en Bogotá publicado por El tiempo en el 2014 con el fin de proteger el agua y tener conciencia sobre el origen y los usos que se le da en la Ciudad de Bogotá:

 

1.    El consumo promedio de una familia en Bogotá es de 10,76

metros cúbicos de agua y el consumo por habitante es de 76,32 litros por día.

 

2.    En estratos 1,2 y 3 se gasta más agua en lavamanos y lavaplatos, mientras

que en estratos 4,5 y 6 se consume más el líquido en

 los baños y duchas.

 

3. El Sábado es el día de la semana en que menos se consume agua en el Chicó, el barrio que más

agua gasta en la capital.

 

4. 11:30 a.m es la hora pico del consumo de agua en Bogotá.

 

5. 55% del agua que llega a las casas bogotanas se gasta en el inodoro y en la ducha.

 

Teniendo en cuenta estos datos sobre cómo llega el agua a cada hogar y cómo se consume,

¿qué haría de ahora en adelante para cuidarla?

 

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