En el marco de la tercera jornada de la audiencia de observaciones de las víctimas ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se expusieron relatos impactantes sobre las condiciones de secuestro sufridas. Tanto las propias víctimas como los familiares de los secuestrados describieron la tortura y persecución que experimentaron a manos de las FARC. Algunas de las víctimas relataron haber sido encerradas en jaulas durante su cautiverio, como fue el caso de Víctor Botello, un policía secuestrado tras la toma de la Estación de Policía de Cucutilla en Norte de Santander. Además, se destacó la angustia de los familiares que aún desconocen el paradero de sus seres queridos, como Ana Lucía Velilla, esposa de Jhon Querubín, secuestrado y desaparecido por las FARC en 1982, quien expresó su deseo de saber dónde se encuentra su cuerpo tras 40 años de incertidumbre.

Durante la audiencia, las víctimas manifestaron su descontento con las versiones presentadas por los excombatientes del Bloque Magdalena Medio de las FARC, calificándolas como aportes "pobres y vacíos". Además, se hizo énfasis en el tema de los trabajos forzados, ya que consideran que el reconocimiento de estos crímenes por parte de los exguerrilleros es insuficiente. Según Daniel Vargas, abogado de la Comisión Colombiana de Juristas, las víctimas anhelan que se reconozca el sufrimiento al que fueron sometidas al ser obligadas a trabajos forzados por sus captores, una realidad que no fue abordada de manera adecuada en las audiencias anteriores ni aceptada por el secretariado. En un emotivo gesto, se guardó un minuto de silencio en homenaje a las víctimas que aún buscan verdad, justicia y reparación.