Por: Katerin Erazo, Periodista
El pasado 22 de enero fue hallado el cuerpo sin vida de Valentina Trespalacios, una joven DJ influencer que tan solo tenía 23 años. Su cuerpo fue encontrado dentro de un basurero ubicado en Fontibón, localidad de Bogotá. Según los resultados de la autopsia, Valentina murió por asfixia mecánica, es decir, por ahorcamiento.
El principal sospecho es John Poulos, quien era la pareja sentimental de la víctima y fue la última persona en verla con vida. El señalado fue capturado en Panamá esperando tomar un vuelo hacia Turquía. Su captura se dio dado que varias pruebas indican que este hombre podría ser el presunto asesino de la joven.
Según las autoridades, luego de recoger diversos testimonios de amigos y familiares de la víctima, este hombre mantenía una actitud posesiva frente a Trespalacios, incluso, habría contratado un investigador para seguirla. Asimismo, durante el arresto, las autoridades evidenciaron que John Poulos tiene heridas en su cara y cuello, al parecer, consecuentes de rasguños.
Es por esto que organizaciones de mujeres y feministas han insistido a las autoridades en que este crimen debe ser investigado como un feminicidio y no como un homicidio, teniendo en cuenta que en la tipificación del delito de feminicidio del artículo 104A de la Ley Rosa Elvira Cely, este delito consiste en la muerte de una mujer por su condición de mujer o por motivo de su identidad de género, en casos en los que hayan concurrido algunas circunstancias que caractericen un estado de dominación o subordinación de la mujer hacia su presunto asesino.
Es por esta razón que, según Mónica Godoy Ferro, antropóloga y maestra en estudios de género, este caso, teniendo en cuenta el artículo 104A de la Ley Rosa Elvira Cely, y algunas evidencias contra el sospechoso, es un feminicidio, pues una de las características que se evidenciaron fue el control sobre el cuerpo y la vida de la mujer.
“Insistimos en que este caso sea materia de investigación bajo el tipo penal de feminicidio”, dijo Godoy.
Este hecho consternó a todo el país, dado que no es el único que se ha registrado este año en Colombia. El primer feminicidio reportado durante este 2023 fue en el municipio de Yondó, Antioquia, en el que un hecho de intolerancia acabó con la vida de una mujer de 23 años de edad. A este registro en el primer periodo de este año, se le sumaron otros dos casos, uno en Itagüí y el otro en Medellín. En todos estos crímenes, la principal víctima ha sido la mujer y el principal sospechoso ha sido un hombre (pareja, expareja, compañero, vecino o familiar).
En lo que va este año se han registrado, según la Fundación Feminicidios Colombia, más de cinco mujeres víctimas de feminicidio. Según esta misma organización, el año pasado se registraron 258 feminicidios. Los departamentos con más casos fueron: Valle del Cauca, Antioquia y Bogotá.
Cabe añadir que el Observatorio de Asuntos de Género ha señalado reiteradamente que las cifras reales de feminicidios no son fieles a la realidad que viven las mujeres en el país, esto debido a que muchos son aún catalogados erróneamente como homicidios.
Este no es el único delito que sufren las mujeres de manera diferencial. Según el informe “Vivir sin miedo: informe de violencias basadas en género 2021 y primer cuatrimestre 2022”, realizado por la Línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), el SIEDCO registró entre enero y abril de 2022 un total de 9.327 casos de delitos sexuales contra hombres y mujeres a nivel nacional. De ese total, 7.619 casos se cometieron contra mujeres y niñas. En la capital, Bogotá, se observó que los delitos sexuales contra niñas y adolescentes son los que registran el mayor porcentaje de denuncias, los cuales se cometen en su mayoría en vías públicas.
Según Mónica Godoy Ferro, los gobiernos muchas veces son indiferentes frente a este tipo de violencias diferenciadas. Un ejemplo de ello son los dos casos que involucran a hombres cercanos al gobierno actual; el primero es de un profesor de una universidad, el cual está siendo juzgado por acceso carnal violento agravado por la confianza; y el segundo es el de otro profesor, quien había sido designado como embajador en Emiratos Árabes.
“Es una profunda indiferencia frente a este tema y cuando se trata de personas que son cercanas al gobierno hay silencios que son muy preocupantes, sobre todo en un país con las cifras de violencia sexual y feminicidios que tenemos en Colombia”.
Godoy añadió que una manera efectiva de prevenir los feminicidios es que se tomen en serio las denuncias que realizan las mujeres, quienes buscan ayuda tanto en las autoridades como en otras instituciones, y también en la propia familia. Pues algo que se ha evidenciado es que muchas veces son cuestionadas e incluso las revictimizan, lo que ocasiona una mayor posibilidad de que la violencia aumente, pues cuando la mujer busca algún tipo de ayuda su agresor identifica, en su pedido de auxilio, una pérdida de control, es decir, se siente sin el poder de controlar el cuerpo de la mujer, por lo tanto, las mujeres corren un mayor riesgo al denunciar.
Finalmente, se espera que las instituciones mejoren la atención y que las denuncias que las mujeres realicen sean escuchadas y atendidas antes de que se conviertan en feminicidios. Asimismo, que haya una mayor discusión social, cultural y ética en la sociedad, con el fin de poner en cuestión este tipo de violencias.
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