Por: Laura Cano
Periodista Pares
En este inicio de año han sido constantes los atentados y hostigamientos contra estructuras de la Fuerza Pública. Esta vez, y el más reciente hecho, tuvo lugar en Granada, Meta. El 9 de febrero, cerca de las 5:30pm, un vehículo con explosivos estalló en el Batallón de Infantería N.21 Batalla Pantano de Vargas. El hecho dejó dos personas muertas, entre las que hay un civil y un militar, y al menos cuatro uniformados heridos.
Se informó en El Espectador que: “El civil muerto es un conductor que se encontraba en la puerta del batallón al momento de la explosión (Yover Rojas González). Entre los heridos el de mayor gravedad es el administrador del casino de la unidad militar y hay un civil entre los heridos, que solo pasaba por el frente del lugar cuando detonó la bomba”.
Por otra parte, el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga señaló que “es terrible la noticia de lo que acaba de suceder en Granada. Un atentado terrorista deja un saldo de dos personas muertas, un civil y un militar, y cuatro heridos que están siendo atendidos en el hospital departamental. Qué dolor regresar a estas épocas”.
Tras los hechos, el ministro de Defensa, Diego Molano, se trasladó hasta el municipio del Meta, donde aseguró que: “Colombia entera debe rodear a sus soldados y policías. Estamos acá con un mensaje claro y categórico para esos grupos terroristas que buscan afectar la integridad de nuestros uniformados. Los vamos a capturar y judicializar. (...) Colombia debe no permitir que estos grupos terroristas busquen desarrollar estas acciones con fines politiqueros”. Además, el jefe de cartera desarrolló en la mañana de este jueves un consejo de seguridad en la zona.
Por su parte, Iván Duque precisó que: “una vez más el propósito de las disidencias de las Farc y el ELN de desestabilizar en época electoral, claramente estamos viendo que hay algunos interesados en desmontar todas las formas de lucha para tratar de incidir en el proceso electoral en Colombia”.
Sobre lo anterior vale la pena precisar, que en el departamento del Meta, según el seguimiento que se ha hecho desde Pares, hay presencia de la Columna Vladimir Estiven y del Frente 1 y 7 de las Grupos Armados Posfarc, GAPF, asimismo, del Clan del Golfo a través de tercerización, es decir, por medio de subcontratación de grupos delincuenciales locales para que desarrollar economías ilegales asociadas a la extorsión y el microtráfico. Por otra parte, a través de la Alerta Temprana 017-20 se especifica, que en menor medida, hay presencia del ELN, especialmente al sur del departamento, en los límites con Mapiripán, Guaviare y Cumaribo (Vichada).
Por último, y respecto a las declaraciones gubernamentales, Francisco Daza, investigador nacional de la Línea de Conflicto, Paz y Posconflicto, afirma que si bien estos hechos se pueden enmarcar en la violencia que se ha desatado y profundizado a raíz de la época preelectoral en la que estamos, también puede poner sobre la mesa que “el gobierno de Iván Duque no ha sido eficaz para contrarrestar a los actores armados durante estos casi 4 años. Ha sido como una bola de nieve y se le salió de las manos a Duque. Además, esta situación se puede relacionar con lo que pasa en otras partes del país como Arauca, Nariño o el Cauca. La presencia de actores armados le ha ganado a la presencia estatal”.
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