Laura Natali Cano Murillo
Solo el pueblo salva al pueblo: un balance del #21E
Por: Laura Cano, periodista Pares.

“Las calles son nuestras”, esa fue una de las frases que más se oyó durante la primera jornada de Paro del 2020: el 21E. Y sí, había un sentir colectivo por tomarse las calles, juntarse para hacer un reclamo colectivo. El ambiente que rodeaba ese día venía precedido por varios puntos importantes; por un lado, este 21E era el momento para dar continuidad a la protesta social que se venía dando desde noviembre de 2019 y así saber con qué tanta participación ciudadana se iniciaba este año, por otra parte, y como argumento adicional a la indignación de varios ciudadanos se sumaba el asesinato de líderes y lideresas sociales (9) y exguerrilleros de la antigua guerrilla de las Farc (3), que al día de hoy, según cifras de Pares, van 12 durante el 2020.
Por otro lado, estaban las exigencias del llamado Paquetazo de Duque, la inconformidad con el reajuste del salario mínimo y las insistentes peticiones por el desmonte del Esmad y la regulación de las actuaciones de las Fuerzas Públicas durante las manifestaciones de los ciudadanos.
Justamente, este último punto fue uno de los más cuestionados durante el 21E; primero, porque los marchantes podrían ver cómo iba a ser el proceder de la Policía Nacional en medio de las movilizaciones con los distintos nuevos gobiernos regionales; segundo, porque como muchos lo suponían: el uso de la fuerza de forma desproporcionada por parte de las Fuerzas Públicas fue una de las denuncias que más se dieron durante la jornada.
“Solo el pueblo salva al pueblo”
Desde temprano una de las primeras conclusiones de lo que ha representado el Paro Nacional se estaba evidenciando en las calles: los barrios se están organizando. Suba, Fontibón, Bosa y Kennedy fueron de los primeros que dieron luces de este alcance el 21E.
En Kennedy, Banderas fue el punto de reunión. Plantones y movilizaciones alrededor de la zona fue lo que se vivió casi hasta medio día. En ese momento era una jornada tranquila, aunque con visible presencia de la Policía en varios puntos de la zona.
Con el paso de las horas se unieron más personas a las que ya estaban allí; gente de Fontibón y Bosa llegaron para demostrar que los barrios también se están pronunciando y descentralizando la protesta social. Al punto también se unieron estudiantes de la Universidad Distrital.
La idea, hasta ese momento, era esperar una movilización que venía de la Universidad Nacional hacia Banderas, sin embargo, esto no terminó de pasar; el Esmad estaba esperando a las personas que se movilizaban en esta zona en la estación de Banderas. Allí empezó a correr la voz de que los diez minutos ya habían pasado y que el Escuadrón iba a actuar. Seguro a muchos les surgió una misma pregunta: ¿De cuáles minutos estaban hablando? ¿Cuándo supuestamente había empezado a correr ese tiempo?
Desde ese instante lo único que quedó de la movilización fue la gente preocupada por los demás; personas compartiendo neutralizador con varios de los que habían quedado en el piso ahogados por el gas, varios cogidos de la mano intentando evadir los bolillazos de la Policía, que pareciera que estaban estratégicamente ubicados esperando a varias personas que lo único encontraron, en un intento de huir del Esmad, fue varias cuadras cerradas.
Los intentos por congregar de nuevo a la gente que estaba en la movilización fueron fallidos. El Esmad estaba presente por la Primera de Mayo, la Boyacá y las Américas. Toda acción terminaba en un uso desmedido de fuerza por la Policía y en corretiadas por parte del Esmad a los manifestantes.
Sin embargo, en algunos puntos se veían más personas que aconsejaban y discutían por cuál de las cuadras era más seguro meterse. Entre estas se seguía compartiendo el neutralizador, que mucho bien les hizo a los presentes, incluso, muchos de ellos intentaban tranquilizar a los manifestantes y a la gente de los barrios que habían quedado en medio de las calles.
Al final, la jornada dejó varias radiografías que evidenciaban irregularidades en el proceder de la Fuerza Pública: detenciones por protección injustificadas y no trasladadas de inmediato a los CTP, heridos y evidentemente una disolución de la movilización por medio de un uso indebido de la fuerza.
El papel de los CTP en las jornadas de movilización
En el informe de la plataforma Defender la Libertad, se conoció que durante ese día dentro del marco del Paro Nacional en la ciudad de Bogotá hubo 12 personas heridas y 87 retenciones, algunas de ellas con fines de judicialización.
Varias de estas retenciones fueron llevadas a Centros de Traslados por Protección (CTP). Esta medida, que es una de las que más se da por parte de la Policía Nacional durante las protestas, ha sido insistentemente cuestionada y denunciada por diversas organizaciones de derechos humanos que acompañan a los manifestantes. Esto, porque se ha utilizado este recurso para realizar detenciones arbitrarias, es decir, hacer traslados injustificados para deslegitimar la protesta y en donde a varios de los trasladados se les viola sus derechos.
Es necesario aclarar que actualmente existen cinco (5) causas en el artículo 155 del Código de Policía y Convivencia por las cuales se pueden realizar dichos traslados de protección: “por deambular en lugares públicos en estado de indefensión o bajo los efectos del consumo de bebidas alcohólicas o sustancias psicoactivas, cuando la persona esté involucrada en riñas o presente comportamientos agresivos, cuando la persona esté en peligro de ser agredida y el traslado sea el único medio disponible para evitar el riesgo a la vida, cuando no haya una persona allegada que asuma la protección de la persona o cuando no sea posible trasladar a la persona a su domicilio”.
Pares habló con Alexandra González, defensora de derechos de la campaña Defender la Libertad: asunto de todas. Ella ha trabajado desde esta campaña que es una red de organizaciones contra la detención arbitraria, persecución judicial y criminalización de la protesta social en Colombia.
Pares: El pasado martes (21E) la campaña alertó a través de Twitter que alrededor de 33 personas habían sido retenidas y siendo casi las 2 de la tarde no habían sido llevadas al CTP. ¿Al final de la jornada se aclaró qué había pasado?
Alexandra González: Sí, estás personas fueron trasladadas alrededor de las 4 p.m. al CTP. Algunas de ellas llegaron golpeadas, los golpes se registraron durante el proceso de detención. Según lo que nos relatan, las personas fueron golpeadas al interior de la Estación de Policía de Kennedy.
Hay que recordar que para proteger la integridad de una persona el artículo 155 del Código de Policía establece que la persona, como primera instancia, debe ser entregada a un allegado, si esto no llega a ser posible debe ser llevada a su domicilio, y si esto tampoco es posible debe ser llevada inmediatamente a un CTP. La lógica del CTP es una detención que se realiza para proteger a la persona, no estamos hablando de alguien en conflicto con la ley, personas que hayan trasgredido la convivencia o personas que hayan cometido un delito. Estamos hablando de personas que, según la ley, deben ser protegidas, no castigadas. Lo que ha pasado en las movilizaciones, no solo del Paro Nacional, sino en general, de manera sistemática, es que es un mecanismo de castigo.
Pares: ¿En el caso de estas personas, con quienes se demoraron más de 6 horas en ser trasladadas y que además llegaron golpeadas, hay algún mecanismo que les permita denunciar lo sucedido?
Alexandra González: Cuando el traslado no ocurre por las causales que están establecidas o no cumple el procedimiento, estamos hablando de que la detención tuvo irregularidades, es decir, son detenciones ilegales, así contempladas en el Código Penal, convirtiéndose en un delito. A nivel internacional se conoce como detenciones arbitrarias, establecido así en el Estatuto de Roma.
Cuando esto sucede las personas tienen la posibilidad de presentar una denuncia ante la Fiscalía, adicional a eso, el mismo relato puede ser llevado a la Procuraduría General para que se inicien las investigaciones disciplinarias correspondientes. Lo que nosotros aconsejamos es que se inicien estas investigaciones. Lastimosamente, la mayoría de las personas al momento no es consciente de que la libertad es un derecho y que cuando se viola este derecho se puede denunciar. Normalmente se denuncia cuando hay golpes o agresiones, pero solo el hecho que te priven de manera indebida de la libertad es una grave violación de los derechos humanos que debe ser sancionada e investigada.
En el caso de las detenciones que hubo en Kennedy estamos asesorando a unas personas que fueron golpeadas. También hay un temor en la ciudadanía de denunciar a la Policía, entonces por más de que nosotros prestemos el acompañamiento político y jurídico en temas de protección, hay muchos que prefieren pasar la página y no saber nada más del asunto por los temores que implica la denuncia. En este caso, puntualmente, se le comunicó a la Procuraduría sobre la situación para que haga las investigaciones.
Pares: ¿Cuántos defensores de derechos humanos fueron detenidos o se vieron afectados por la Fuerza Pública el 21E? ¿En esos casos la Campaña tiene algún protocolo para atender estas situaciones?
Alexandra González: Hubo una persona detenida de RedHus (Red Popular de Derechos Humanos Bogotá). Ella fue detenida porque estaba acompañando a una manifestante a la ambulancia, pues había presentado una crisis de ansiedad e intoxicación por gases. (Pares encontró a través de Twitter que quien realizó la detención fue el Agente 249809, Fredy Pantano). Esto nosotros lo comunicamos de manera urgente a la Policía. La persona finalmente es llevada a un CAI, pero no es trasladada al CTP. Después del CAI la dejan en libertad, pero le hacen un empadronamiento; le toman fotos a la cédula y demás.
Por otra parte, un compañero que hace parte de la Campaña y también de la Asamblea Popular de Engativá, fue golpeado y agredido durante la verificación que él estaba haciendo a una situación de derechos humanos.
Finalmente, lo que nosotros evidenciamos es que hay una actitud de la Policía haciendo reclamo de porqué no hay una acción cuando se rayan paredes o cuando se agreden policías, por ende, que prácticamente somos cómplices. Lo que nosotros manifestamos es que, primero, nosotros no estamos aquí para suplantar las labores de la Policía, quien debe evitar que a cualq