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Sigue el sufrimiento de las comunidades por atentados a oleoducto

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares


Este lunes se presentó otro desastre ambiental en el municipio de Arauquita, Arauca, debido a que, el incendio de cuatro (4) piscinas que contenían 2.600 barriles de petróleo de la estatal Ecopetrol, puso en riesgo a las comunidades aledañas y a los cuerpos de agua que transitan por los alrededores.


Tras lo ocurrido hay tres versiones que circulan en los medios de comunicación y en la oficialidad. Por un lado, Ecopetrol informó que individuos no identificados incendiaron en horas de la madrugada los espacios donde se concentraba el crudo y el cual sería extraído del Oleoducto Caño Limón Coveñas-OCLC que se encontraba en reparaciones tras la serie de atentados que ha recibido.

Asimismo, expresaron que las mismas personas que provocaron el incendio, bloquearon la zona para impedir que los organismos de socorro atendieran la emergencia.


“Ecopetrol y Cenit rechazan enfáticamente estos incendios que afecta el aire de la zona y amenazan con contaminar terrenos y cuerpos hídricos. Las dos empresas prestan toda la colaboración a las autoridades para realizar las investigaciones correspondientes”, señaló la empresa petrolera.

El OCLC, que lleva un poco más de treinta años alimentando las exportaciones colombianas de crudo, también ha sido afectado por un centenar de ataques, en su mayoría por parte de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional -ELN, quienes durante décadas se han caracterizado por la extorsión a empresas dedicadas a la extracción minera en dicho territorio.


En ese sentido, las voladuras del canal de 780 kilómetros de longitud que inicia en la vereda La Ossa, municipio de Arauquita -Arauca, y finaliza en el puerto Coveñas -Sucre, han paralizado en varios momentos al oleoducto por las consecuencias que trae al medio ambiente y a las comunidades.


El ELN como actor directo en los ataques


De acuerdo con la empresa petrolera, para realizar la reparación de la tubería los técnicos estaban drenando el crudo almacenando en la sección que fue afectada, lo almacenaron temporalmente en piscinas para posteriormente evacuarlo de forma segura por carrotanques; estos últimos quedaron incinerados en medio del confuso episodio.


Por su parte, la versión del ejército reveló que había un grupo de habitantes de la vereda Las Acacias que estaban concentrados cerca a las piscinas para rechazar las reparaciones del oleoducto.

Ante el evento, trasladaron unidades antidisturbios para disolver el bloqueo, pero en el enfrentamiento los manifestantes supuestamente iniciaron el incendio para afectar la maquinaria del oleoducto.


Asimismo, mencionaron que algunos de los individuos de la protesta podrían tener nexos con el ELN. “Tenemos conocimiento de que hay infiltración de grupos que están al margen de la ley, posiblemente del ELN”, indicó a la prensa el general Nicacio de Jesús Martínez, comandante general del ejército.


Si bien Ecopetrol no especificó el autor del hecho, sí reportó el número de eventos ocurridos contra el oleoducto durante lo corrido del 2019. Así las cosas, a nivel global han ocurrido 25 atentados contra el tubo. En Arauca se han presentado 15, mientras en Norte de Santander han ocurrido 10.


La versión de los manifestantes


Por su parte, algunos voceros hablaron con la prensa y expresaron qué ocurrió -bajo su lupa- y por qué estaban en ese espacio impidiendo el trabajo de los técnicos que estaban reparando el tubo.

“Se bajaron de las tanquetas y empezaron a disparar, eso también ocasionó el incendio”, indicó uno de los voceros que habló con Noticias Caracol. Pero el origen de esta situación inició desde el fin de semana pasado, debido a que, algunos de los empleados le han exigido a Cenit, adscrita a Ecopetrol, mejorar los salarios y cumplir con pagos atrasados.


En definitiva, Arauca ha sido una zona afectada históricamente por este tipo de acciones armadas contra la infraestructura petrolera, y uno de los problemas más graves es que dichos ataques terminan afectando los ecosistemas que habitan en los cuerpos de agua, y asimismo, a las comunidades que se proveen de dichas fuentes naturales.


Además, el oleoducto atraviesa más de 30 municipios en los departamentos de Arauca, Boyacá, Norte de Santander, Cesar, Magdalena, Bolívar y Sucre, y en ese sentido, cada vez que el crudo llega a las fuentes hídricas miles de especies mueren y varias comunidades deben desplazarse a otras zonas para sobrevivir.


Este caso hace evidente que las personas que protestaron durante varios días resultaron estigmatizadas y ninguna de las versiones oficiales reconocieron el hecho de que las empresas petroleras están en deuda con la naturaleza y las comunidades.

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