Por: Redacción Pares
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La protesta o movilización social es un derecho fundamental que se desprende del derecho a la libertad de expresión y reunión, tal como lo contemplan la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación.
El informe “Protesta Social y Derechos Humanos: Estándares Internacionales y Nacionales” de la ONU, explica que los Estados tienen la responsabilidad de “promover y proteger los derechos humanos e impedir que se vulneren esos derechos”. Y en ese sentido, los gobiernos deben “evitar” las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, las detenciones y reclusiones arbitrarias, las desapariciones forzadas y las torturas y otros tratos o penas crueles.
Siga estas recomendaciones de autoprotección para la movilización del 21 de noviembre:
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Pares exhorta al Estado a que impida en todo momento que se abuse de los procedimientos penales y civiles o que se amenace con acciones violentas contra los manifestantes pacíficos.