SeƱor Petro, no provoque a Trump con China
- León Valencia
- hace 8 horas
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Por: León Valencia

Para quĆ© se pone en esas, Petro, para quĆ© va a China, para quĆ© anuncia que va a firmar un memorando de entendimiento en torno al Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, para quĆ© alienta los lazos de CELAC con China, eso es provocar a Donald Trump, eso es arriesgarse a duras sanciones económicas, son frases corrientes de la oposición y los crĆticos, tantos crĆticos, de los medios y de las redes sociales, ahora que se realiza en Beiging la Cuarta Conferencia entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y CaribeƱos.
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Gran conferencia que encabezan los presidentes de China, Brasil, Colombia y Chile: Xi Jinping, Inacio Lula Da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric y en la que participan quince cancilleres de la región. Una enorme oportunidad para buscar nuevos caminos de cooperación y nuevos mercados para el desarrollo de nuestro paĆs y de AmĆ©rica Latina. Nuestros paĆses lo necesitan y China lo necesita, ante el rumbo incierto y peligroso que ha tomado Estados Unidos.
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SerĆa una solemne bobada perder esta oportunidad que estĆ” baƱada por una ironĆa mayor. TambiĆ©n Estados Unidos se estĆ” reuniendo con China, en Suiza, para intentar apaciguar la tormenta que desató Trump con la imposición de exorbitantes aranceles a la economĆa del gigante asiĆ”tico. DarĆan risa, sino tuvieran, un rasgo lamentable, los consejos de no buscar a China porque se enoja Estados Unidos.
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El gobierno colombiano ha hecho bien en ir y esperamos que lo haga bien en el curso de las reuniones de la conferencia y en los diversos encuentros bilaterales. Ya habĆamos tenido la oportunidad de firmar la vinculación a la Ruta de la Seda a lo largo del gobierno de Duque y tambiĆ©n en el primer viaje de Petro, no lo hicimos, por el mismo temor que ahora difunde la oposición, pero resulta que ya 21 paĆses de la región lo han hecho y algunos de ellos estĆ”n aprovechando las oportunidades que ofrece este gran mercado.
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China estĆ” pisando duro en AmĆ©rica Latina, recientemente inauguró, juntamente con PerĆŗ, el gran puerto de Chancay, para barcos de gran calado, que, sin duda, desplazarĆ” a puertos como Buenaventura y ValparaĆso en el trĆ”fico comercial con Asia. TambiĆ©n esta impulsando la ruta interoceĆ”nica PerĆŗ-Brasil, un proyecto vial que conecta a los ocĆ©anos del AtlĆ”ntico y el PacĆfico atravesando el sur de PerĆŗ y conectĆ”ndose con la rede vial brasileƱa. Estamos obligados a mirar hacia el Sur y hacia el Este en la dura batalla por nuevos mercados.
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Ahora la balanza comercial entre China y Colombia es desigual y desfavorable a Colombia y uno de los objetivos del acuerdo tiene que ser equilibrar y crecer este intercambio comercial que serĆ” vital para el futuro de nuestro paĆs y de AmĆ©rica Latina y el Caribe. Para nadie es un secreto que estamos ante el rĆ”pido ascenso de China al primer lugar entre las economĆas del mundo. Este proceso puede acelerarse ahora con el viraje proteccionista de Estados Unidos. Tenemos una oportunidad de seguirle el paso a los cambios que se estĆ”n operando en el campo internacional y serĆa una gran torpeza desperdiciar la ocasión.
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El memorando o plan de cooperación entre China y Colombia no es un rĆgido tratado de comercio, es apenas una guĆa para orientar las relaciones económicas entre los dos paĆses. Lo que se conoce estĆ” en consonancia con nuestros propósitos de desarrollo sostenible, de descarbonización y lucha contra el cambio climĆ”tico, de reindustrialización y transformación de las inequitativas relaciones sociales del paĆs.
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El viaje a China, tengo entendido, se aprovecharÔ también para afianzar los lazos entre los presidentes Lula, Petro y Boric, mandatarios que, junto a Claudia Sheinbaum de México, estÔn liderando un nuevo ciclo de integración de América Latina y una respuesta a la ofensiva de la ultraderecha contra las instituciones democrÔticas de la región.
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Al momento de escribir esta columna apenas estĆ” arrancando la conferencia entre China y la Celac y empezando las gestiones bilaterales del presidente Petro, pero el ambiente inicial es prometedor, a la largo de la semana se sabrĆ” mĆ”s de lo que ocurre en la lejana China y en el paĆs, seguramente, se acentuarĆ”n los debates sobre sobre la pertinencia de introducir cambios en nuestra polĆtica exterior. Pero, cualesquiera, sean los resultados de estos eventos y bĆŗsquedas, lo peor serĆa