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Se aplaza el desarme de las FARC



Contra todos los pronósticos ha ganado el No a los acuerdos de paz en Colombia. Ha sido derrotado el Si por un estrecho margen. Con este resultado se aplaza el desarme de las FARC y el cierre del conflicto armado. La situación es de gran incertidumbre.

Una fuerza de oposición, el Centro Democrático, encabezada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, con menos del veinte por ciento del Congreso y sin nada de gobernabilidad en las regiones se ha alzado con la victoria contra una coalición de gobierno de los partidos mayoritarios liderada por el presidente Santos. También sufrió el revés la izquierda que con innegable fervor acompañó estos acuerdos.

Algunas causas de la derrota del Si: la baja popularidad de Santos, el rechazo que suscitan las FARC especialmente en las urbes del centro del país, el miedo de mucha gente a los cambios que traerían los acuerdos de paz y una habilidosa explotación del conservadurismo del país por parte de las oposición de derechas.

Los ganadores han dicho que procede renegociar los acuerdos con las FARC, especialmente en dos puntos: exención de cárcel para los líderes de la guerrilla que les había sido concedida a cambio de juicios en el Tribunal Especial para la paz y condenas con restricción de libertad y compromisos de verdad y reparación; y, su participación directa en la política que fue punto fundamental de la reivindicaciones de la insurgencia.

El presidente Santos en una corta alocución señaló que mantenía el Cese Bilateral de las Hostilidades y enviaría su delegación a conversar con las FARC para definir el futuro. Al tiempo iniciaría un dialogo con la oposición para aclarar el quehacer de ahora en adelante. Pero es evidente la grave dificultad y el escaso margen de maniobra política que tiene Santos para encabezar una renegociación de los acuerdos. La oposición quedó con la mayor capacidad de decisión en sus manos en una situación completamente atípica

Las FARC manifestaron desde la Habana que seguirán en la lucha por la paz, pero no ocultaron su enorme desconcierto. Los acuerdos que habían sido aprobados por unanimidad en su X conferencia han sido negados por la voluntad popular y tendrán que sentarse a reflexionar sobre la posibilidad de renegociar.

Lo más probable es que aceptando la oferta de mantener del cese de los fuegos y las hostilidades piensen en nuevo escenario de negociación en el que una Asamblea Nacional Constituyente sea la pieza central de las conversaciones con el gobierno en funciones y con la oposición triunfante en el plebiscito. Aprovecharían para poner a discusión nuevamente sus propuestas de reformas sociales, económicas y políticas que les fueron negadas en los cuatro años de negociaciones.

En esta nueva situación podría tener cabida el ELN que levanta entre sus banderas la Constituyente y que ha insistido en la participación activa de la ciudadana en las conversaciones de paz con el gobierno.

Un escenario catastrófico no descartable es que después de un periodo de cese de las hostilidades retorne la confrontación armada y la guerrilla de las FARC confluya con el el ELN en acciones militares que prolongarían la guerra que ha vivido el país en los últimos cincuenta y dos años.

Para evitar este escenario doloroso es preciso seguir trabajando con mayor vigor desde los movimientos civiles por la paz, desde quienes por fuera del gobierno, de los partidos y de las FARC hemos realizado campañas por el apoyo a los acuerdos de paz. Tenemos que buscar un nuevo escenario de negociación y apoyar la decisión del gobierno de las FARC de mantener el cese al fuego y a las hostilidades que eventualmente incluya al ELN.

Bogotá octubre 3 de 2016

Análisis publicado en univision.com


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