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¿Qué pasó con Anyelo Palacios, el agente que destapó a la Comunidad del Anillo?

Por: Redacción Pares


Fotos tomadas de: Canal 1 y Periodismo Investigativo


Este 9 de mayo el tribunal superior de Bogotá condenó a los coroneles en retiro Wilmer Torres Orjuela y Jerson Jair Castellanos por el escándalo de la Comunidad del Anillo, la red de prostitución que denunció en su momento el agente Ányelo Palacios y que tenía como epicentro la Escuela de Cadetes General Santander. Él fue quien grabó al entonces viceministro del interior, Carlos Ferro, en el 2014, sosteniendo una conversación sexual en su auto, destapando el entramado de prostitución que provocó la renuncia del general Rodolfo Palomino de la comandancia de la policía.


Torres y Castellanos fueron condenados a 10 años de cárcel por el delito de constreñimiento a la prostitución. Los hechos ocurrieron entre el año 2005 y 2006 en la Escuela de Cadetes General Santander. Castellanos en esa época tenía renombre en la institución. Era el jefe de seguridad del Congreso. Se contó en su momento que el ex oficial tenía un álbum con fotos de jóvenes cadetes que eran ofrecidos como si se tratara de un menú. Por esos años conoció a Anyelo Palacios a quien, según contó en su momento, le ofrecía invitaciones a restaurantes de lujo, dinero y regalos como motocicletas. Incluso le prometió un futuro brillante si llegaba a “portarse bien”. En un artículo del 2016 Palacios le contó a Las 2 orillas que Castellanos lo habría drogado para poder acostarse con él. Así lo relata el medio:


El segundo encuentro fue alrededor de unas cervezas. Le advirtió ya en la ruta, que habría una parada en un cajero automático, que el joven tomó con naturalidad. El coronel regresó al vehículo que manejaba él mismo con una botella de agua que le ofreció al cadete, quien después de los primeros sorbos se sintió mareado. Lo poco que recuerda Ányelo fue haberse detenido en una casa, subir unas escaleras del brazo del coronel y terminar acostado en una cama en la que ya había otra persona, así como del ojo vigilante de alguien, que como una sombra se movía detrás de una cortina. Y hasta allí, porque después cayó dormido.

El amanecer lo sorprendió con un insoportable dolor en el coxis y huellas de sangre en las sábanas. Estaba solo en el cuarto.


El Coronel regresó sin reparos a su sitio habitual en la escuela. Allí se lo encontró Ányelo y decidió frentearlo. La respuesta de Castellanos fue una sonrisa cínica acompañada de una supuesta broma: “De qué se queja si nos hicimos rico”, además le recordó que él no era más que una hormiga y él un superior que lo podía aplastar cuando se le diera la gana.

Empezaron a llegar las denuncias contra Castellanos quien renunció a la policía en el 2007. 


Castellanos no le fue nada mal lejos de la policía. Se fue a Yopal e incluso terminó siendo gobernador encargado del Casanare en época de Juan Manuel Santos. Palacios siguió en la policía y, según aparece en su hoja de vida, su rendimiento era muy alto. Le llovían felicitaciones hasta que reveló el video con Carlos Ferro que acabó con su carrera. Desde el 2014, fecha en la que empieza a denunciar la existencia de la red de prostitución, a Palacios le abrieron 13 investigaciones disciplinarias. Una vez fue acusado de intentar sobornar al dueño de un establecimiento en Florencia Caquetá. Por eso salió de la policía con una inhabilidad de 12 años. Atendió una cigarrería en Cúcuta, trabajo como mesero, domiciliario y hasta cantante de Guaracha. Alcanzó a sacar dos canciones que se hicieron virales en Youtube, se titulan Cuentan de él y Se destapó.


 En su momento hasta lo tentaron para que apareciera en un programa de televisión. Le hicieron varios atentados y, según lo relató el mismo, este año, 2024, se escapó a un secuestro del que fue víctima en el sector de La Miguelera, en la vía que comunica a Cúcuta con Pamplona.


En el año 2023 la justicia Penal Militar lo absolvió de todos los cargos proferidos contra él. La sentencia absolutoria reza: “no se allegó evidencia probatoria alguna que señale que la entrega de dinero esté relacionada con algún tipo de exigencia en el desarrollo de (Palacios) como comandante de la Policía en Florencia”. Si quisiera Palacios podría ser reintegrado a la policía.

Diez años después de que Anyelo Palacios denunciara a Castellanos la justicia le da la razón. La Fiscalía, en la condena, afirma que los coroneles Castellanos y Wilmer Torres Orjuela “en uso de la superioridad jerárquica sobre las víctimas, las constriñeron para salir de la Escuela e ir a sitios, en un contexto sexual, a cambio de dinero o dádivas. El elemento de coacción de mando para salir y acompañar a Castellanos fue ejercido por Torres. De Castellanos recibían ofertas de dinero o dádivas a cambio de tener sexo con él". Además la Fiscalía puntualizó lo siguiente:


“Torres constriñó a las víctimas, obligándolas a contestar las llamadas y a ir a las salidas con Castellanos, y de manera directa, a (una persona cuyo nombre se protege) le pidió que accediera a tener sexo con Castellanos y de forma burlesca le dijo que pusiera la foto de una mujer en la pared (...) El bien de la libertad e integridad sexual se afectó porque por los constreñimientos de Torres, en las que siempre recalcó el poder de Castellanos, generó en las víctimas una presión indebida, infundiendo temor en relación con su carrera policial futura".


Las condenas a Castellanos y Torres son apenas la punta de un iceberg de una investigación que continuará. Hay varios misterios relacionados con la Comunidad del Anillo que no han sido resueltos. Entre ellos la muerte de la cadete Lina María Zapata de la que ya pocos se acuerdan.

 

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