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¿Quién es William Salamanca?

Por: Línea Convivencia y Seguridad Ciudadana


En abril el presidente Gustavo Petro anunció la salida del General Henry Sanabria del cargo de director general de la Policía Nacional y nombró como su reemplazo al Mayor General retirado William René Salamanca, quien tomó posesión del cargo oficialmente el pasado 09 de mayo. Alrededor de este nombramiento han surgido interrogantes como cuál será el rumbo que tomará la Policía y cómo afrontará los retos que tiene en el actual contexto nacional.


William René Salamanca tiene más de 30 años de experiencia en la Policía Nacional y cuenta con una amplia hoja de vida. Es profesional en administración de empresas y administración policial, especialista en Relaciones Internacionales y Seguridad Integral, magíster en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado y la Universidad de Columbia en Nueva York, y magíster en Seguridad Pública. Adelantó el Curso Integral de Seguridad y Defensa Nacional en la Escuela Superior de Guerra de Colombia, y es estudiante del Centro Hemisférico de Defensa en Washington D.C., específicamente en estudios sobre lucha contra el terrorismo, manejo de crisis y liderazgo.


Entró en la Policía Nacional en 1985 y durante su carrera desempeñó los cargos de director de Tránsito y Transporte, director de Protección y Servicios Especiales, comandante de la Región de Policía No. 4, agregado policial en los Estados Unidos, oficial de enlace en el Congreso de la República, comandante de Distrito en Santander y Edecan Presidencial.


En cuanto a sus cargos importantes dentro de la institución se resaltan el de director de Seguridad Ciudadana, que ejerció entre 2018 y 2019, y el de director de la Inspección General, entre 2019 y 2020. En este último cargo lideró una investigación sobre una posible falsificación por parte de algunos oficiales de la Policía para acreditar horas de vuelo. Además, se ha evidenciado que, en este último cargo, el número de expedientes que llegaron a la Fiscalía sobre policías con posibles nexos con el narcotráfico tuvo un incremento considerable, resaltándose el hecho de que este tipo de casos normalmente se tomaban como situaciones de negligencia y no como delitos (El Espectador, junio de 2022), por lo que allí el oficial comenzó a mostrar sus posiciones frente a la corrupción interna en la Policía.


Fue en este contexto en el que su nombre empezó a posicionarse en la opinión pública, especialmente cuando en una de sus investigaciones se vio involucrado el nombre del entonces director general de la Policía, Óscar Atehortúa. La investigación en su contra tenía que ver con una extralimitación en sus funciones y una presunta participación en tráfico de influencias mientras dirigía el Fondo Rotatorio de la Policía, entre 2014 y 2015, específicamente por irregularidades en la construcción de las viviendas fiscales para policías ‘CENOP’. Esta investigación y el consecuente choque que generó entre Atehortúa y Salamanca, sería la razón por la cuál este último habría sido retirado del cargo de Inspector General por órdenes del primero, (Infobae, noviembre de 2020) y no se descarta que, posteriormente, esto haya influido en su retiro de la institución.


Su relación con el presidente Petro


En entrevista con la periodista Vicky Dávila para la Revista Semana, el 13 de mayo, Salamanca comentó que conoció a Gustavo Petro en su etapa como representante a la cámara, cuando era teniente coronel y oficial de enlace en el Congreso, y que más adelante establecieron interlocución y algunas articulaciones en temas de infancia y adolescencia cuando Petro era alcalde de Bogotá. En esta misma entrevista confesó haber votado por el actual presidente debido a que consideró que el país necesitaba un cambio político y que encontró en Gustavo Petro una posibilidad para esta necesidad.


Los acercamientos entre ambos se hicieron explícitos cuando, en 2022, Salamanca lideró el equipo de empalme para el sector defensa del recién elegido presidente Petro, empezando a evidenciar además una relación de confianza que sería muy importante para las aspiraciones del entrante gobierno, pensando también en una posible renovación de las cúpulas policiales y militares.


Lo anterior fue ratificado el pasado 12 de abril, cuando el presidente Petro comunicó la salida de Henry Sanabria como director general, quien habría estado envuelto en duras polémicas debido a sus marcadas posturas católicas dentro de la Policía, llegando a ser señalado por algunos sectores políticos y de la opinión pública como homófobo, machista y ultrarreligioso (El País, abril de 2023). Salamanca, por lo tanto, recibiría nuevamente la confianza de Petro, esta vez para retornar a la Policía y asumir su dirección general, con todos los retos que ello implica, principalmente en cuanto a la recuperación de la confianza en la institución por parte de la sociedad civil, y a afrontar las problemáticas de seguridad por las que atraviesa el país.


Los lineamientos para su dirección


Salamanca, en su discurso de posesión, mostró la concordancia de sus posturas con el enfoque de seguridad humana que ha adoptado el actual gobierno, y enfatizó en su compromiso por llevar a cabo los objetivos de la Política de Seguridad, Defensa y Convivencia Ciudadana presentada recientemente por el Ministerio de Defensa. Mencionó que su trabajo se fundamentará en los principios de humanismo, profesionalismo, honestidad e innovación, siendo el primero de estos el que más resalta.


En este mismo discurso habló de la reingeniería de la que serán objeto los CAI para articularlos más con las comunidades, de la lucha contra la extorsión, y del fortalecimiento del Sistema Integrado de Seguridad Rural. También habló del fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico y los ciberdelitos, el papel de la cooperación internacional para lograr estos objetivos y las mejoras en el bienestar y las condiciones de vida de las personas integrantes de la institución.


Por otro lado, y volviendo a la entrevista que dio a Semana, habló sobre la posible salida de la Policía Nacional del Ministerio de Defensa, para lo cual mencionó que incentivará la participación de la academia, las reservas y la sociedad civil para analizar el momento oportuno en el que se podría dar esta salida a otro ministerio, poniendo como principio el cuidado de la institución. También mencionó que el ESMAD, ahora llamado UNDMO (Unidad de diálogo y mantenimiento del orden), se mantendrá y será objeto de una transformación y un reentrenamiento permanente.


Además, a propósito de las polémicas protagonizadas por el anterior director de la Policía, mencionó que es católico, pero que va a defender la libertad de culto y de expresión en la Policía, y que respetará los temas privados de las personas miembros de la institución, aunque no dejará de promover la unidad de la familia como núcleo fundamental de la sociedad colombiana.


Una postura conciliadora


En la entrevista antes mencionada, mostró una posición cauta y prudente frente a determinadas preguntas que le realizaba la periodista Vicky Dávila, como en el tema de la legalización de las drogas, la retención de agentes del ESMAD por parte de comunidades campesinas en San Vicente del Caguán, el tema de la primera línea o el supuesto complot que se generó internamente para su salida de la institución. Ante este tipo de temas mostró una posición precavida y conciliadora, reafirmando sus posturas, pero manteniéndose en la línea del actual gobierno, sin intención de realizar afirmaciones comprometedoras o polémicas,

Lo anterior sería coherente con el contexto en el que asume el cargo de director general, debido a la compleja situación de seguridad en la que se encuentra el país, en la que el presidente Petro está apostando por la implementación de la política de Paz Total, sumado a la situación institucional de la Policía, tanto externamente frente a la falta de confianza que existe por parte de algunos sectores de la sociedad civil, como internamente en cuanto a los temas de corrupción y las disputas políticas que se dan en la institución. Salamanca parece no querer dar pasos en falso y tomar las riendas de la Policía Nacional de manera responsable y en concordancia con las directrices del gobierno.


Se podría considerar que su nombramiento implica un cambio en las dinámicas de la Policía, en primer lugar porque retorna a la institución por petición del presidente, lo cual dejaría entrever una confianza mayor a la que podría haber con los oficiales que actualmente se encuentran en carrera, y además se posiciona como un referente debido a su experiencia y su hoja de vida; y por otro lado, porque sus posturas, con un carácter más conciliador y, como él mismo lo llama, humanista, parecen permitir un rango distinto y más amplio de maniobra para la Policía y, asimismo, la posibilidad de materializar con mayor eficacia los objetivos del Gobierno Nacional en cuanto a temas de seguridad y defensa, específicamente en lo que respecta al proyecto de Paz Total.

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