Por: Ghina Castrillón Torres
Politóloga feminista, investigadora Pares
Dos de las candidaturas a la Gobernación del Valle han capturado la atención de “Los Diablos Rojos”, como se le conoce a la hinchada del equipo de fútbol del América de Cali. Se trata de la cuestionada exgobernadora Dilian Francisca Toro y el reconocido empresario Tulio Gómez. Dos figuras que han generado una fuerte división entre seguidores del equipo y que se están disputando los votos tanto de los barristas como de la hinchada en general.
Dilian, que fue gobernadora entre 2016-2019, es apoyada por el Partido de La U, el Conservador, el Liberal, Colombia Renaciente, entre otros. Aunque ha conseguido una amplia base de apoyo, su historial político está cargado de controversias e investigaciones por presuntos vínculos con actores ilegales y casos de corrupción tanto en su pasado político como también en la actual administración de la gobernadora Clara Luz Roldán, quien es cercana a Dilian, lo que Ariel Ávila ha denunciado como “el clan de las monas”, que aparentemente tendrían nóminas paralelas y una fuerte red clientelar en la Gobernación y en varias alcaldías.
Por otro lado está la candidatura de Tulio, el empresario fundador de la cadena de supermercados Superinter, máximo accionista del América de Cali e inexperto en la administración pública, que es apoyado por la coalición del Partido Verde, En Marcha y el Partido Ecologista de Colombia. Tiene el lema de combatir la "politiquería" y busca capitalizar su figura como empresario para ganar apoyo electoral. Sin embargo, no ha estado libre de controversias. Recientemente se destapó una investigación que lo vincula con la adquisición de un terreno que estuvo ligado a actividades ilegales y enfrenta una posible inhabilidad política que está siendo estudiada por el Consejo Nacional Electoral a causa de tres contratos con la alcaldía distrital que fueron firmados por él, en su calidad de representante legal del equipo.
Frente a estas dos candidaturas la encuesta publicada el primero de agosto, realizada por Los Mosqueteros, evidencia que la intención de voto está liderada por la exgobernadora con un 43,68%, mientras que el empresario tiene un 20,38%. Cabe resaltar que si bien la actual gobernadora, del mismo grupo político de Dilian, ganó con casi un millón de votos, algunas de sus malas gestiones pueden afectar la votación de Dilian, que, además, con Tulio tiene un rival fuerte, que también está recogiendo esa fuerza del “todos contra Dilian” que se ha venido impulsando en el departamento.
La Pasión Escarlata y la política
Exjugadores históricos del América de Cali públicamente manifestaron su respaldo a Dilian, así como también lo hicieron las directivas del Barón Rojo Sur, la principal barra que tiene el equipo. Recordemos que tanto Dilian como Clara Luz han sido cercanas al tema deportivo y tienen trabajo con la barra. No obstante, dicho apoyo generó grandes cuestionamientos por parte de la hinchada a los líderes de la barra, recordando lo que representa Dilian frente a los señalamientos por corrupción, además del importante papel que tuvieron como barra durante el estallido social del 2021, especialmente con las primeras líneas, las cuales fueron señaladas y estigmatizadas por parte de la actual gobernadora.
Asimismo en la barra del América se ha generado una tensión contra el equipo, primero, porque se publicó un comunicado en el que informan que “están prohibidas las manifestaciones políticas en las tribunas del Estadio Pascual Guerrero”, entonces no podrán sacar trapos a favor de Dilian; y, segundo, porque algunas decisiones técnicas tienen al equipo con unos resultados pocos alentadores, y la crisis del América se la cobran a Tulio, a quien le han estado exigiendo el despido del director técnico, y esto lo relacionan con la idea de “así mismo (de mal) va a administrar el departamento”.
Aunque Tulio trabaja con líderes de barras, no ha logrado lo que Dilian sí, que es su respaldo público, lo que agudiza la división y plantea dudas sobre la decisión final de la hinchada. La pasión que caracteriza a la hinchada americana se ha mezclado con el debate político, pero no necesariamente significa que se va a trasladar a las urnas. Y claro que una cosa es la hinchada escarlata general y otra cosa es la barra como grupo.
La hinchada y la barra ahora se encuentran divididas. Igualmente, más allá de la pasión futbolera, es importante que los votantes analicen con detenimiento la trayectoria de las candidaturas y su capacidad para liderar la región. Necesitamos liderazgos que le saquen tarjeta roja a la corrupción.
La disputa está fuerte, pero como reza el dicho popular… que entre el diablo (rojo) y escoja.
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