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¿Por qué les gusta tanto a los uribistas Nayib Bukele?

Por: Redacción-Pares


Fotos tomadas de: El Diario y Voz de América



La barba no dejaba ninguna duda. Existía un interés marcado por parte de Jaime Andrés Beltrán, el pastor de la iglesia Ministerio Evangelístico Camino de la Libertad que se convirtió en el nuevo alcalde de Bucaramanga, por parecerse a su ídolo, Nayib Bukele. Su campaña se basó en eso, en repetir los preceptos que, según la derecha colombiana, catapultó al salvadoreño como el presidente a seguir en América Latina. Beltrán, aunque llegó a la alcaldía coavalado por Dilian Francisca Toro y su partido de la U, además del partido cristiano Colombia Justa y Libre, tenía el apoyo soterrado del clan Aguilar, tan poderoso en Santander a pesar de los escándalos y de Álvaro Uribe Vélez. Son cada vez más los uribistas que abrazan la causa de Bukele con fervor, sin tapujos, a los gritos.


En su campaña Beltrán propuso la creación de un centro carcelario para la gente que no haya sido condenada, además de hacer consejos de seguridad constantemente. Su político antidrogas es tajante. Hasta el 15 de enero la administración del Pastor-Alcalde había puesto 350 multas por consumo de marihuana en los parques de la ciudad.


Dentro del Centro Democrático no se esconde el entusiasmo que despierta un presidente que fue reelegido con el 85% de la votación, que ha reducido la delincuencia a sus mínimas proporciones pero que sus maneras han llevado a ese país a una verdadera crisis en materia de derechos humanos, tanto es así que el gobierno alemán este lunes 5 de febrero, un día después de las elecciones, felicitó a Bukele pero le recordó en un comunicado las continuas quejas que se presentan por los abusos a los derechos humanos. Amnistía Internacional ha recogido en un documental los testimonios de víctimas de este gobierno.


Según Amnistía Internacional se reemplazó en el Salvador la violencia de los Maras, las temibles pandillas callejeras por una violencia estatal. Grupos LGBTIQ+, defensores de derechos humanos, organizaciones de mujeres, la prensa libre y los críticos del presidente han vivido en carne propia la represión. Se habla que las condiciones en las cárceles son de tortura, inhumanas. Las imágenes de presos humillados, arrodillados, casi desnudos ha sido una razón para que el uribismo en pleno pida replicar el modelo en Colombia.


En marzo del 2023 el representante a la Cámara José Jaime Uscátegui viajó a El Salvador, habló personalmente con Bukele y lo invitó al país a pesar de la relación tirante que este mandatario tiene con su homólogo colombiano Gustavo Petro. Uscátegui invitó a Bukele a un evento que se realizó en octubre del año pasado y que llamó Cumbre de Patriotas.


Desde el 2019, fecha en que Bukele arrancó como presidente, se han realizado en El Salvador 76.000 detenciones lo que ha disparado el número de encarcelados en ese país a 102.000 personas. La tasa de hacinamiento subió al 236%. Es decir, con estos números el 2% de los habitantes de El Salvador está en la cárcel. Sin embargo los salvadoreños han dejado aún lado estos datos para abrazar una causa que les promete vivir en un país sin la violencia de las pandillas.


En Colombia, en una encuesta realizada en julio del 2023 por Datexco, el 53% afirmó querer un presidente como Bukele. El estridente congresista Jota Pe Hernández, afirmó en su cuenta de X, pocas horas después de la reelección del salvadoreño que Colombia “necesita un presidente como Bukele, alguien con pantalones, que no tenga piedad con los bandidos y que ponga los derechos de los ciudadanos honrados por encima de los derechos de los delincuentes”.


Para Isaac Morales, Coordinador de la línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación, Bukele “es un dictadorzuelo moderno”. La razón de su éxito en El Salvador y la admiración que despierta en una parte de Colombia es su modelo “Securitista” El costo de querer resultados inmediatos en materia de seguridad ha sido alto “Ser reelegido es cuestionable, hay que tener en cuenta que ha modificado sin escrúpulos la constitución”.  Lo que no se cuenta en la prensa del Salvador es la investigación que se le seguía a los hermanos de Bukele. Sus nombres figuran en un expediente llamado “Catedral”, como sospechosos de ejecutar el pacto con pandillas MS13 y Barrio 18. La investigación fue desactivada por el propio Bukele. Según Morales se ha olvidado que el presidente del Salvador “pertenece a un clan”.


La influencia que tiene Nayib Bukele en todo el continente alerta sobre un posible sunami de la derecha. Las violaciones de derechos humanos, para sus admiradores, importan poco.

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