Por: Alejandra Téllez, Asistente de Investigación
Línea Seguridad y Convivencia Ciudadana
Foto tomada de: Noticias RCN y Facebook: Policía Nacional
El pasado 29 de octubre se realizaron las elecciones regionales en las que la ciudadanía escogió el próximo proyecto político que encabezará las alcaldías municipales. Las tres ciudades principales que tuvieron una gran brecha entre el primer y segundo lugar en las alcaldías fueron Medellín, Barranquilla y Bogotá. Los tres nuevos alcaldes electos de estas ciudades representan la voluntad de una gran mayoría frente al cumplimiento de su plan de gobierno.
Nuestra pregunta es, con estos nuevos gobiernos, ¿hacia dónde va la seguridad en las ciudades? Con el fin de hacer un análisis más profundo hablamos con Jorge Mantilla, politólogo con doctorado en criminología, derecho y justicia e investigador en crimen organizado.
Bogotá
El panorama de inseguridad en la capital no es alentador. De enero a septiembre, el hurto a personas ha aumentado un 17,6% con respecto al año anterior, presentándose 16.478 casos más. Además, los homicidios han aumentado un 6,2% y el secuestro un 71,4%, según el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial y Operativo (SIEDCO) de la Policía Nacional. Al mismo tiempo, según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, se han presentado en la capital 46 casos de feminicidio en lo que va del año. Añadiendo a lo anterior, la Defensoría del Pueblo ha emitido diferentes alertas frente al impacto negativo en Bogotá de actores armados no estatales del conflicto armado, como las AGC, ELN y disidencias de las FARC, también grupos criminales locales como “Los Paisas” o “Los Boyacos”, y por último actores de crimen transnacional como lo es el “Tren de Aragua”.
Galán en su plan de gobierno tiene tres propuestas clave con las cuales pretende enfrentar la inseguridad en Bogotá. La primera de ellas es “Presencia institucional permanente y control territorial”, en la que se plantea realizar consejos de seguridad semanales en las zonas con mayor concentración de delitos, percepción de inseguridad y vulneración de derechos para las minorías. La existencia de un consejo de seguridad permitirá, por un lado, la evaluación constante de procesos en pro de la seguridad, identificando fortalezas y aspectos a mejorar en la consecución de las estrategias de seguridad. En concordancia con lo anterior, permitiría el seguimiento al cumplimiento de las alcaldías locales y las secretarias de apoyo frente a las metas de seguridad en sectores con altos problemas de seguridad y convivencia ciudadana.
Jorge Mantilla expresa que hay dos desafíos importantes frente a esta propuesta, el primero de ellos es que pierda su relevancia, pues en gobiernos anteriores en los cuales se ha implantado esta estrategia la corta periodicidad limita la aplicación, implementación y evaluación, por lo que al final el consejo de seguridad termina siendo asistido por delegados y no por quienes se supone deben asistir. En segundo lugar, está el riesgo de que al ser semanales se convierta en consejos de análisis de noticias que se enfoque en saber los acontecimientos de la semana más no en cuestiones resolutivas.
Por otro lado, el nuevo alcalde de Bogotá propone “tecnología para la seguridad”, implementará cámaras de reconocimiento facial en lugares estratégicos de la ciudad para fortalecer las labores de vigilancia, acompañado de la priorización de herramientas analíticas de datos para la investigación criminal predictiva. Esta herramienta lograría ser bastante útil y eficaz a la hora de identificar a quienes comenten los crímenes en la ciudad. Sin embargo, para su funcionamiento es necesario la existencia de una base de datos biométrica por parte de la Registraduría para lograr hacer un reconocimiento. Según Jorge Mantilla la evidencia internacional ha demostrado que las cámaras tienen impacto frente al control del delito, mas no en la prevención. Pues su funcionalidad está en la identificación de sospechosos o presuntos delincuentes. Todo lo anterior debe ir articulado con un modelo robusto y amplio frente a la prevención del delito que permita disminuir la inseguridad en la capital.
El tercer punto es un nuevo modelo de aplicación del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana diseñado por localidad que tiene como objetivo la creación de un sistema propio frente a la aplicación del código para así descongestionar y resolver la falta de cobro de multas. Jorge Mantilla explica que más que diseñar un modelo por localidad, lo que va a existir es un modelo de gestión de contravenciones a nivel distrital que se aplique con altos grados de autonomía por parte de las alcaldías locales. Lo que permitirá reconocer las necesidades de cada sector como los son puntos calientes de conflictividad o localidades con aglomeraciones por conciertos y espectáculos. Para esto es necesario el fortalecimiento de gestores de convivencia que ayuden en la tarea de los inspectores. Galán también propone en este punto un aumento de inspectores de policía, reconociendo que una de las dificultades que tiene la policía es que son encargados de cumplir varias funciones a la vez, por lo que aumentar los inspectores y ponerles a estas labores en pro de mantener el orden o evitar conflictos ciudadanos le permitiría disminuir tareas a la policía para que estos puedan dedicarse con mayor intensidad en la lucha contra el crimen organizado o delitos de alto impacto.
Barranquilla
Barranquilla enfrenta distintas problemáticas en lo que se refiere a la seguridad. Frente a la extorsión, para el primer semestre del 2022, se registraron 69 casos, mientras que para el mismo periodo en 2023 hay 362 denuncias, teniendo un aumento significativo del 424%. Al mismo tiempo, el hurto a comercios ha aumentado un 14% presentándose 33 casos más con respecto al primer semestre del año anterior. Cabe recordar que en Barranquilla tienen presencia diversos actores delincuenciales que se disputan el control territorial y de rentas criminales, que trae como consecuencia escenarios violentos e inseguros. Cada día muchos barrios de la ciudad después de cierto horario se están convirtiendo en ‘sectores fantasmas’, es decir, la comunidad encerrada, atemorizada y las calles solas.
Álex Char, en su plan de gobierno, propone crear una Secretaría Distrital de Seguridad y un Observatorio de Delincuencia Circunstancial. Jorge Mantilla expresa que una Secretaría de Seguridad sería fundamental para la ciudad, pues Barranquilla está atravesando por un fenómeno de extorsión exacerbado, por lo que sería importante contar con esas capacidades institucionales que puedan apalancar recursos que sirvan para implementar estrategias más sólidas para la prevención y control del delito, además está atravesada también por los impactos urbanos de la Paz Total y de las confrontaciones que se adelantan entre las las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada o Los Pachencas y el Clan del Golfo en toda la Costa Caribe. En el mismo sentido, es necesario que dicha Secretaría sea de Seguridad, Convivencia y Justicia, para así poder solventar tres fenómenos diferenciados.
Por otro lado, que esta Secretaría esté acompañada de la creación de un Observatorio de Delincuencia Circunstancial resulta bastante importante, pues, la investigación es un punto fundamental a la hora de realizar política pública, ya que se desarrolla basado en la evidencia y reconociendo qué, dónde, a quién, cómo y cuándo sucede. Para Mantilla es crucial que este observatorio tenga también características de un centro de información y análisis del delito con capacidad de brindar técnicas de evaluación de impacto para así tomar mejores decisiones. Igualmente, el Observatorio junto a la Secretaría permitirían recopilar, centralizar y coordinar información sobre seguridad y así tener mejor control sobre lo que pasa en la ciudad.
Otra de las propuestas del nuevo alcalde de Barranquilla es que la Policía y la Fiscalía trabajen de la mano para poner en marcha una estrategia que permita hacer más ágil la judicialización de aquellos que comentan hurtos violentos, esto acompañado del diseño de intervenciones en torno al control del delito y la persecución penal. Esta propuesta contribuiría a mejorar de forma positiva la percepción de inseguridad, pues esto está relacionado con la impunidad y con cómo los ciudadanos se dan cuenta que muchos capturados terminen en libertad. De igual forma, agilizar la judicialización es un paso primordial para contrarrestar fenómenos de delincuencia organizada.
Jorge Mantilla manifiesta que resultara crucial la forma en la que Álex Char logre articular esta propuesta a nivel nacional con el Sistema de Lucha Contra el Multicrimen, creado por la Política de Seguridad, Defensa y Convivencia Ciudadana del Presidente Petro, y con la nueva política pública de desmantelamiento de organizaciones criminales. Sobre todo en un contexto como el de Barranquilla, donde muchas de estas organizaciones son sucesoras del paramilitarismo. De igual forma, articular el trabajo de la Fiscalía y la Policía resulta bastante útil frente a la investigación criminal, agilizar procesos de inteligencia y anticiparse a fenómenos de delincuencia organizada.
Por último, Álex Char pretende fortalecer las capacidades institucionales, aumentando el número de inspecciones de policía, dos de ellas con funcionamiento de 24 horas, acompañado de una modernización del centro de traslado por protección (CDP) para prestar servicios relacionados con la gestión de comparendos. Por un lado, Jorge Mantilla manifiesta que el funcionamiento de inspecciones de policía que sean 24 horas es fundamental para las ciudades, pues muchos conflictos ocurren en la noche. Esto también permitiría tener una aplicación de la justicia y la autoridad mucho más ágil, más cercana al ciudadano, que en últimas termina descongestionando la labor de la Policía. Igualmente, los inspectores de policía tienen funciones subsidiarias en las que brindan apoyo a Comisarías de Familia, permitiendo más agilidad en flagelos como la violencia intrafamiliar. Por otro lado dice Mantilla que el centro de traslado y protección termina siendo clave no solo para agilizar los comparendos, sino también para garantizar que los procedimientos sean más ágiles y a su vez que no haya personas detenidas más allá del tiempo legalmente permitido.
Medellín
En Medellín en cuanto al hurto en general de enero a septiembre del presente año se han presentado 30.543 casos teniendo un aumento del 7% con respecto al año anterior. Sin embargo, es el hurto a personas el que más ha aumentado, pues para el 2022 en este periodo se habrían registrado 2.220 casos menos, teniendo un aumento de 11% en el delito. Al mismo tiempo, la extorsión ha aumentado de forma alarmante en Medellín, pues entre enero y septiembre del 2022 se presentaron 297 casos, mientras que este año en el mismo periodo se han reportado 568 víctimas teniendo un aumento del 91%.
Federico Gutiérrez busca aumentar la seguridad en Medellín, por esto propone una fuerza especializada contra la extorsión, desde la cual se crearían burbujas especiales de investigación que estén enfocadas en priorizar la identificación y publicación de las estructuras criminales que deben ser perseguidas por extorsión. Lo anterior acompañado de una ruta para la recepción de denuncias anónimas, colectivas e individuales, facilitando su persecución y evitando riesgos para quien denuncie. En primera medida, frente a esta propuesta, es importante aclarar que un alcalde no tiene la competencia para crear una fuerza especializada de la policía. De igual forma, esta figura ya existe, pues el Gaula es una fuerza especializada contra la extorsión y el secuestro. Sin embargo, lo que sí puede hacer el nuevo alcalde de Medellín es reforzar el Gaula a través del incremento del número de unidades disponibles o herramientas informáticas para prevenir y contener el delito. Por otro lado, fortalecer la denuncia permite a los ciudadanos alertar a la policía sin que esto represente un riesgo para su vida, generando también una mejor articulación entre los ciudadanos y la Policía, además intenta superar el subregistro de casos.
Frente a la metodología de burbujas de investigación, Jorge Mantilla expresa que esta es una tecnología simple con bastante éxito, según el resultado de cuando fueron implementadas en el gobierno de Santos bajo el nombre de burbujas regionales, cuando la razón de ser de estas burbujas era cruzar la información, ya que muchas veces las investigaciones están de manera paralela en entidades investigadoras judiciales. Principalmente en Medellín esta propuesta suena como buena idea por el hecho de que existen estructuras delincuenciales en la ciudad con capacidad de transitar de un mercado a otro, como del microtráfico a la extorsión.
Bajo la misma lógica, el nuevo alcalde de Medellín propone el uso de la tecnología para la seguridad enfocado en distintas acciones, la primera de ellas es más cámaras de seguridad y realizará alianzas con cámaras de sistemas privados. En segundo lugar, se implementará un sistema de alarmas comunitarias conectadas al 123, en zonas de alto riesgo delictivo. Y por último, se propone implementar en zonas comerciales un modelo de botones de reacción contra el hurto y la extorsión. Mantilla manifiesta que diferentes sistemas de alarmas comunitarias que se han realizado no han arrojado resultados alentadores, ya que en últimas la reacción de la policía depende en mayor medida de la disponibilidad y la disposición que del aviso de la comunidad. Por otro lado, la integración de cámaras sería bastante conveniente, sobre todo para reducir los niveles de impunidad, para agilizar los procesos de investigación y judicialización.
Por último, se plantea construir un complejo metropolitano de seguridad ciudadana, en el cual se realizará la integración definitiva de todos los subsistemas de seguridad del distrito y del área metropolitana. Por lo que contará con un Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Ciberseguridad e Inteligencia. Esto podría traer múltiples beneficios en cuestiones de seguridad, pues existiría una coordinación eficiente, más rápida y efectiva entre los entes encargados de la seguridad y la justicia. Por otro lado, la integración de la inteligencia y la ciberseguridad en el sistema brinda a los operadores una visión más completa de la situación, lo que facilita la toma de decisiones informadas y estratégicas.
Para concluir, resulta evidente que estas tres ciudades buscarán implementar un modelo del aumento de la seguridad enfocado en el incremento del pie de fuerza y las capacidades tecnológicas. Por lo anterior las acciones de la Policía estarán enfocadas a una predisposición del uso de la fuerza y lograr implicaciones penales. Su papel sería perseguir a quienes cometen los crímenes, en lugar de encontrar herramientas que prevengan los delitos. Implementar un enfoque reactivo implica atacar las amenazas a la seguridad, mientras que por el otro lado un enfoque preventivo está acompañado de un fortalecimiento de la cooperación ciudadana y la policía, encontrando y transformando aquellas situaciones que llevan a la criminalidad.
Comments