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Petro busca abrir la puerta de China en la difícil era de Trump

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    Redacción Pares
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

Por: Redacción Pares




El 20 de enero del 2025 empezó una nueva era mundial. Con la mayoría del congreso a su favor, con la débil oposición demócrata y el respaldo del super poderoso Elon Musk, Trump, en su segundo mandato, tiene toda la libertad que no pudo encontrar en su primera presidencia. Esta decisión ha afectado a millones de norteamericanos que han perdido sus puestos de trabajo, a inmigrantes deportados y a países como Colombia, sumidos desde hace décadas en un conflicto interno y que necesitaban de la ayuda humanitaria de potencias como EEUU. Petro, desde ese momento, reconociéndose como alguien en las antípodas del presidente norteamericano, ha tenido desencuentros con su administración. Desde trinos hasta discusiones con su secretaria de seguridad, está claro, que en esta parte del hemisferio, Colombia está lejos de estar entre las prioridades de la nueva Estados Unidos.


Así que el país necesita nuevos aliados. Los ojos apuntan hacia China. Históricamente se ha tocado esa puerta. Jamás se ha abierto. Como señala el politólogo Gabriel Clavijo han visitado a este país de manera oficial los siguientes presidentes: Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Alvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque. Pero, a pesar de una cordialidad evidente entre Beijing y Bogotá, no han existido acuerdos económicos y culturales completamente consolidados. El puente de acero entre las dos capitales no se ha podido construir. Ese es uno de los retos del presidente. Petro quiere ingresar a la nueva ruta de la seda, estrategia con la que el dragón asiático quiere ser un contrapeso a Trump y su guerra arancelaria.


Es evidente que la relación comercial entre China y Colombia ha crecido desde 1991 a la fecha. En ese año, cuando el presidente era César Gaviria, Colombia importaba 8 millones de China y a cambio exportaba el doble. Las cifras han subido significativamente: El año pasado el gigante asiático fue el cuarto destino de las exportaciones colombianas: según el Dane el rubro fue de 2.371 millones de dólares. Actualmente hay 100 empresas chinas trabajando en el país, la más significativa de ellas es la que está construyendo el metro de Bogotá.


La visita tiene muchas expectativas. Se necesitan además de los acuerdos comerciales, acuerdos culturales, educativos. Que exista un intercambio entre estudiantes, no hay nada de malo acercarnos a la cultura más antigua del mundo. Seguramente a Washington y su capitalismo radical esto terminará de sepultar cualquier intento de llevar una relación cordial con Bogotá. Si Petro estaba en la lista negra de Trump, su intención de refugiarse en la sombrilla China lo llevará a ser considerado “un extremista” como descalifica el anaranjado presidente a todo el que no piense por él.


El politólogo León Valencia marca en su cuenta de X la importancia y desafíos que trae esta visita de Petro:  “El presidente va a China a reuniones trascendentales para el futuro regional: 1. Participar en el cuarto foro Celac-China con Xi-Jinping, Lula, Boric y 15 cancilleres. 2. Firmar ingreso de Colombia a la Ruta de la Seda, 3. Dar un nuevo aire a la integración latinoamericana en la difícil era de Trump”.

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