Por: Isabela Puyana
En el barrio Villa Carolina del municipio de Repelón, un lugar de no más de 50 casas, la empresa Aire canceló el servicio de luz a sus habitantes. Después de los cortes y de la extracción de los contadores de energía, sus habitantes hicieron un paro durante unas horas y obstruyeron el paso de la carretera hacia Barranquilla.
Foto tomada de: Código Prensa
Las personas aseguraron que les quitaron la energía a causa de una deuda que la comunidad tenía con la empresa y muchos se negaron a pagar porque, aseguraron que el costo de las facturas era excesivo comparado con el servicio que se les había prestado: “La empresa generó facturas a casas que ni siquiera tienen nomenclaturas. A mis vecinos que son un barrio de invasión les pasaron recibos carísimos de 380.000 pesos, 400.000 pesos y ellos no tienen cómo pagarlos”, Asegura Anthuaneth Ospino Solano, lideresa de la comunidad.
Anthuaneth Ospino Solano, lideresa de la comunidad del barrio Villa Carolina
El alto costo de las tarifas de la energía en el Caribe es un problema que ha sido polémica desde hace unos años, Así lo asegura Norman Alarcón, el presidente de la Liga de Usuarios de Energía de la Costa Caribe Colombiana, quien dio una entrevista para la Revista Cambio en los últimos días a causa de los altos costos de la Energía desde el mes de febrero:“ La nueva situación que está provocando que las tarifas estén por las nubes en la costa son tres aspectos, el primero es la estructura tarifaria que viene desde la ley 142 de 1994 que ha hecho que las tarifas sean muy elevadas porque el artículo 87 plantea que el criterio fundamental para fijar una tasa es la rentabilidad y toda la estructura de la cadena eléctrica en Colombia tiene un 12% de rentabilidad, mientras que en otros países es de un 5% de rentabilidad como máximo”.
Otra de las razones que aseguró el entrevistado, por las cuales las tarifas en el Caribe tienen costos tan altos, es porque las pérdidas eléctricas o robos se están cobrando en las facturas y a esto se le suman los saldos tarifarios de la pandemia, es decir, que la cartera vigente que no se cobraba desde el 2020 y 2021 se está cobrando actualmente.
Por esta causa el municipio de Repelón no fue el único que se manifestó al respecto en los últimos días. Así lo reportó el medio Consonante: Los barrios Rodeito y Rancho Luna en San Juan del Cesar también presentaron cortes de energía al ser catalogados como barrios subnormales ante la falta de pagos.
La deuda de Rodeito ronda por los 983 millones y la de Rancho Luna es de 1.126 millones de pesos, sin embargo, ni la comunidad, ni la alcaldía aceptan estos cobros y le piden a la empresa Aire negociar por dicho monto.
Después del corte del servicio de energía la comunidad retuvo en el barrio un vehículo de la empresa exigiendo que se restablezca el servicio. Cerraron la vía de San Juan al municipio de Fonseca y exigieron un diálogo con la administración municipal por los altos costos de la energía.
Un problema recurrente en el Caribe
Los barrios más afectados por las altas tarifas reportadas en el Caribe colombiano son los hoy conocidos como “barrios subnormales” puesto que la gran mayoría de las casas no cuentan con medidores que den cuenta de su consumo mensual, así como sucedió en el Barrio Villa Carolina, que a los vecinos de barrios de invasiones les cobran montos injustificados por no tener contadores.
El Decreto 4978 de 2007 de la Constitución Política establece que un barrio subnormal es aquel que no cuenta con el servicio público domiciliario de energía eléctrica o que se obtenga a través de derivaciones del sistema de distribución local o de una acometida. En estos casos no se cuenta con la aprobación del respectivo operador de red.
Lo que suele suceder en estos barrios es que, ellos mismos instalan la energía que consumen o de manera independiente contratan a terceros para que esta sea instalada, sin embargo, les llega la factura por precios elevados e imposibles de pagar.
Las comunidades hacen un llamado al diálogo con la empresa: “Nosotros lo que le pedimos al señor alcalde es que nos colabore con un diálogo con ellos. No queremos que nos regalen el servicio en ningún momento, pedimos una negociación. Si ellos quieren entrar al barrio, ahí está la Alcaldía Municipal y la Personería donde se puede hacer la reunión por si ellos tienen miedo”, reportó el medio Consonante.
¿Qué dice la empresa Aire?
Ramiro Castilla, Gerente de Aire en el Atlántico asegura que la discusión no es exclusiva de la región Caribe, según él es un tema de todo el país.
“El 64% del costo vital de un kilovatio son componentes que no le corresponden a nadie, hoy nosotros hemos levantado la mano y hemos dicho que necesitamos revisar los costos de generación de la energía porque es el valor que finalmente le trasladamos a los usuarios y necesitamos buscar una competitividad eficiente para que podamos llevar un servicio justo a los barrios en temas de costos”.
Castillo asegura que, más allá de encontrar una solución sobre las tarifas, también es necesario ver de manera puntual el consumo de energía, ya que las necesidades que tienen los usuarios en el Caribe son completamente diferentes a las necesidades que tienen en el interior: “Un usuario residencial estrato uno en la ciudad de Bogotá usa 100 kilovatios al mes, mientras que un usuario estrato uno en el Caribe consume 250 kilovatios”.
Esto sucede porque en el Caribe se necesitan equipos de ventilación y refrigeración que en otras regiones pueden no necesitar para tener unas condiciones de vida dignas.
Ramiro Castilla sumó una reflexión sobre lo que se podría comenzar a hacer para regular las tarifas, sobre todo a comunidades con más necesidades en el Caribe y aseguró que el proyecto de comunidades energéticas con un modelo mixto podría reducir el costo del consumo para las personas que tienen más problemáticas para acceder o pagar la energía.
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