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«Para enfrentar esta crisis hay que tomar medidas heroicas»

Por: Carlos Castelblanco Pinedo – Redacción Pares.


«A mí me parece que hay que reabrir la economía de manera segura para que la población no aumente su contagio. Esa condición implica espaciar el transporte público, tener tres jornadas de trabajo en fábricas y oficinas o para que la gente no se aglomere, ni en el transporte, ni en el sitio de trabajo.«


Pares habló con Salomón Kalmanovitz Krauter, economista y analista. Es considerado uno de los más agudos observadores de la realidad socioeconómica del país. Estudió en University of New hampshire, Durham, N.H., (1963-1967) y en la New School for Social Research, Nueva York (1967-1970).


Fue investigador visitante en el Institute for Development Studies, University of Sussex, Inglaterra, donde trabajó sobre teoría del desarrollo económico (1979-1980). Fue profesor de Economía en la Universidad Nacional de Colombia (1970-1998) y decano de la Facultad de Ciencias Económicas (1990-1993).


Pares: Este martes Fedesarrollo dio a conocer un informe donde habla que la contracción de la economía colombiana para el próximo semestre puede llegar a ser de -7.9% ¿Cómo analiza usted esa proyección en este contexto de emergencia nacional?


Salomón Kalmanovitz Krauter: Ellos tienen buenos cálculos, pero no sé si suponen que se van a levantar parcialmente las medidas restrictivas. Otro estudio decía que la economía está operando en un 60% de capacidad, o sea que se ha perdido un 5, 4% del PIB solamente por un mes de medidas de confinamiento; si se prolonga por otros 15 días, entonces serían otros 2, 3% del PIB. Entonces, estos sí me parecen datos más o menos acertados pero hay una gran incertidumbre de cuánto tiempo va a estar restringida la actividad económica.


Yo creo que con los trabajadores que salen del sector de la construcción e industria posiblemente ya pasemos del 60% de ocupación al 70, o 75% de ocupación, pero si eso se echa para atrás entonces no sabemos. Por eso es que hay una gran incertidumbre y es prematuro hacer extrapolaciones.

Esta situación puede dar lugar a retrocesos muy fuertes, entonces no sabemos realmente el alcance global y el nacional tampoco, no sabemos si la apertura que están haciendo ahora la echen para atrás y nuevamente tengamos una afectación del 40% de la actividad económica.


Hay una incertidumbre muy grande sobre el impacto de la economía global, pues ya sabemos cómo está de afectada Europa, no sabemos a qué punto se afecta Estados Unidos. Si se afecta mucho la economía Estados Unidos vamos a seguir nosotros también en una carrera hacia abajo que no podemos calcular en este momento, y Estados Unidos está muy mal.


Pares: ¿Cuál es el papel para Colombia que juega en estos momentos el Fondo Monetario Internacional -FMI?


S.K.K: El préstamo que solicitó Colombia es de 11.000 millones de dólares y es de libre destinación, a diferencia de otros créditos que están condicionados a no utilizarse. Es decir, esa plata está ahí para que sirva de garantía de balanza a pagos. Generalmente prestan la plata y sirve de garantía pero no es para usarla, este préstamo sí se puede usar y es el 4% del PIB. Es importante porque el presupuesto de salud que tenemos actualmente es 3% del PIB, o sea que si se destina todo a salud sería una buena cifra, se duplicaría el esfuerzo que se tiene que hacer para combatir la pandemia.


Hasta ahora estamos relativamente bien porque la curva no se ha empinado demasiado, el sistema de salud no ha colapsado como por ejemplo en Guayaquil o en muchas ciudades de Estados Unidos. Aquí todavía no nos ha pasado eso, entonces me pareció adecuada la política del Fondo Monetario.

Pares: ¿Cuál es su diagnóstico sobre el manejo que el Gobierno Nacional ha hecho sobre el tema de los fondos privados de pensiones?


S.K.K: Ha ejercido un rol de regulador y de defensa del afiliado al Fondo de Pensiones que me parece que está muy desvalido. En los estudios hechos por un analista de la Universidad Nacional se muestra que los rendimientos de los fondos han sido muy mediocres para el afiliado, digamos el rendimiento del fondo ha sido muy bajito.


En este momento hay gente que, a la hora de jubilarse ganaba $6.000.000 y recibe una pensión de $1.700.000, o sea como el 30% de lo que estaba ganando en su último salario, lo que es un bajonazo violento y pues eso tiene a mucha gente muy desesperada con la alternativa que escogió para pensionarse.


Colpensiones sufre de algo completamente opuesto, es decir, es un sistema muy subsidiado y es costoso para el Estado; el Estado tiene que dedicarle cuatro puntos anuales del PIB al déficit que presenta Colpensiones, pero la gente sale mucho mejor pensionada y está mucho más tranquila. Sale con el 70% del último salario.


Sin embargo, los rendimientos que tiene el ahorro que está haciendo a lo largo de su vida útil no es suficiente, y el gobierno no ha metido en cintura a los fondos privados para que verdaderamente vigilen cuánto se están ganando sus propietarios y cuánto le están dando a los afiliados.


Yo nunca he podido saber cuál es el patrimonio de los dueños de los fondos. Con lo que decían que se ganaban los afiliados, ellos sostenían que tenían el 8% del rendimiento anual promedio durante 25 años. Una profesora de la Universidad Nacional demostró que no era cierto, pero no hay cuentas claras.


La primera tarea que tendría que hacer el Gobierno es supervisar qué ttan transparentes han sido los fondos privados de pensiones ¿cuánto están ganando ellos ? ¿cuánto le están proporcionando a las personas que empiezan a jubilarse dentro de sus fondos?


Pares. Es decir, ¿Hay que proteger a Colpensiones?


S.K.K: Yo diría que hay que llegar a un término medio. Que la gente no salga con el 70% sino con el 50%, y que el subsidio que aporta el Estado sea un poco menor, que no le salga tan costoso.

Además, hay que revisar cuánto verdaderamente soporta un sistema, en el caso de los fondos privados. Ellos están haciendo inversiones en bolsa y en títulos de renta fija. Las personas deberían recibir una pensión para que reciba como pensión por lo menos el 50% de lo que ha ganado en su última porción de vida.


Pares: Hay una gran preocupación mundial, y por supuesto también es una preocupación para Colombia, que es el tema del desplome del precio del petróleo ¿Qué consecuencias puede llegar a tener esa realidad económica tan dramáticaen estos meses que vienen ?


S.K.K: Vamos a tener unas exportaciones totales de alrededor de 25 o 30 millones, cuando estábamos acostumbrados a tener 60 millones, entonces eso va a ser un totazo muy grande sobre nuestra capacidad para importar, desde alimentos hasta bienes de capital y bienes intermedios que utiliza la industria.


Además, hay una devaluación muy fuerte. Pasamos de un dólar a 3.300 pesos a hoy que está a 4.000 pesos, y quién sabe hasta cuanto más llegue. Pero, eso quizás nos obligue a volver a sustituir importaciones a reindustrializarnos, a utilizar las divisas con mayor cuidado, a promover la producción agropecuaria, a tratar de auto abastecernos de alimentos, de otras materias primas.


La idea es tratar de hacer todo lo que podemos hacer nosotros por nuestros propios medios y por el contrario, venimos perdidos por estar colgados a la lotería de las materias primas. Entonces, este es un momento como de sinceramiento con nuestras reales posibilidades y de recurrir a nuestro potencial y a nuestra fuerza de trabajo y a nuestros recursos naturales.


Pares: Para los gobiernos del mundo se presenta hoy un dilema en sus políticas públicas frente a esta pandemia: la economía o la vida ¿Cómo lo analiza usted?


S.K.K: A mí me parece que hay que reabrir la economía de manera segura para que la población no aumente su contagio. Esa condición implica espaciar el transporte público, tener tres jornadas de trabajo en fábricas y oficinas o dos para que la gente no se aglomere, ni en el transporte, ni en el sitio de trabajo.


Tendremos que acostumbrarnos a usar estos elementos de protección: máscaras, guantes, caretas de vidrio y muchas de las tareas donde sea necesario tener cerca otras personas, y sobre todo, tener un sistema de pruebas mucho más universal que el que tenemos hasta el momento.


Todo ese esfuerzo requiere recursos que no tenemos, entonces toca tomar medidas heroicas para superar esta crisis, como recurrir a préstamos forzosos, a mayores impuestos para enfrentar todos los costos que tienen que ver con la pandemia. Yo diría eso que hay que tratar de tener el mayor número de actividad productiva posible sin afectar la salud pública.

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