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Mané Díaz: el secuestro que apretó al ELN

Por: LíneaConvivencia y Seguridad Ciudadana


Foto tomada de: Hacemos memoria


En el último informe de la línea de Seguridad de la Fundación Paz y reconciliación -que se publicará el próximo lunes- se hace un balance de lo que fue la seguridad en Colombia durante el 2023. Mientras el homicidio bajó un poco más del 1% -nada significativo para las necesidades urgentes- el hurto, la extorsión y el secuestro galopan.


Sólo en el último año se presentaron 343 casos a nivel nacional. El más significativo de todos fue el de Luis Manuel Díaz. Mucho antes de que su hijo se convirtiera en uno de los futbolistas más famosos del mundo, Mané, como lo conocen, era una celebridad en Barracas, su pueblo en La Guajira, el mismo que ha tenido que convivir con los destrozos ambientales que genera la interminable mina del Cerrejón. Tenía una escuela de fútbol en donde intentaba conseguir alguien tan brillante como su hijo y, los fines de semana, se transformaba en un vallenatero de peso animando fiestas en ese lugar. Luis explotó en una Copa América indígena, fue contratado por Arturo Char en su equipo de segunda división el Barranquilla fútbol club y después fue ascendido al Junior de Barranquilla. Sus actuaciones lo llevaron al Porto de Portugal y luego al Liverpool en una transacción que superó los 70 millones de euros. Las condiciones de vida de los Díaz cambiar por completo. Durante años vivieron de la generosidad del abuelo paterno, contador público, y se acomodaron en una casa grande en el barrio Lleras de Barrancas.


Su papá y su mamá, Cilenis Marulanda, no quisieron saber nada de cambiarse de ciudad ni cuando Lucho se fue a jugar a Barranquilla ni en Porto o Liverpool. En junio del 2023 cuando Díaz consiguió mejorar su contrato en ese equipo inglés ganando mensualmente 55 mil libras esterlinas, unos 274 millones de pesos. Lucho aprovechó para comprarles una casa a sus papás en Barrancas. Nunca iban a salir hasta que sucedió un hecho inesperado.


El 28 de octubre del 2023 mientras tanqueaban su auto en una estación de gasolina Cilenis y Mané fueron secuestrados en su propia ciudad. Al cabo de las horas, después de que dejaran en libertad a la mamá del futbolista, se conoció que el ELN era el responsable. Inmediatamente se encendieron las alarmas. El gobierno y esa guerrilla estaban en el IV ciclo de negociación y habían pactado un cese al fuego. El ELN ha negociado con gobiernos colombianos desde 1975 y desde esa fechan han mostrado su piel dura. Para ellos secuestrar a alguien no era, hasta ese 28 de octubre del 2023, una acción que quebrantara el cese al fuego. Pero fue tal el repudio de la sociedad colombiana que Antonio García, uno de los jefes negociadores del ELN en La Habana, salió públicamente ha afirmar que condenaba este hecho. Via Telegram publicó el siguiente mensaje: “Fue un error la retención del padre de Luis Díaz realizada por el frente de Guerra Norte. Luis es un símbolo de Colombia y como tal lo sentimos en el Eln". Después se supo que hasta un amigo del papá del futbolista fue cómplice del secuestro.


Esto demostraba la división que vive el ELN. El Comando Central al parecer no tenía conocimiento que el frente de Guerra Norte iba a ser un acción que fue portada de periódicos en todo el mundo. El secuestro no sólo puso de acuerdo a contradictores políticos como Paloma Valencia y Roy Barreras, que condenaban por el igual el papá de una de las glorias del deporte colombiano, sino que evidenciaba la fragmentación que vive este grupo desde hace tres décadas cuando la Corriente de Renovación Socialista decidió, con cerca de 1.000 hombres, deponer las armas contrario a lo que pensaba el Comando Central. Se sabe que en Arauca el Domingo Laín, con sus conexiones con el gobierno venezolano que le permiten acceder a ese territorio con comodidad, y el Frente Comuneros del Sur, quien ha establecido un diálogo directo con el gobierno sin la anuencia del Comando Central, evidencian que el ELN es una hidra con muchas cabezas.


En ese momento Otty Patiño era el jefe negociador del gobierno con el ELN y declaró lo siguiente: “Como delegación del Gobierno Nacional para los diálogos de paz con el ELN, expresamos toda nuestra solidaridad con Luis Díaz, sus familiares, con todo el país y con los millones de seguidores del jugador en el mundo. Al ELN le exigimos poner en libertad en forma inmediata al señor Luis Manuel Díaz, y le ponemos de presente que es su entera responsabilidad garantizar su vida e integridad”.


La única opción que tuvo el gobierno y el mismo Comando Central fue cesar cualquier práctica de secuestro, a eso se comprometió el 17 de diciembre del 2023, en el cierre del V ciclo de negociaciones Adicionalmente, el grupo armado se comprometió a suministrar información acerca de las personas que mantienen en cautiverio. El gobierno sigue apretando intentando, desde la mesa de negociación, que liberen a los colombianos que aún están secuestrados. Nada más en el 2023 el ELN secuestró a 110 personas. Este secuestro cambió la dinámica de negociación y endureció aún más la posición del gobierno. Fue un error que sigue pagando caro.

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