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Los extorsionistas que aterrorizan a los comerciantes en Barranquilla desde la cárcel

Por: Redacción Pares




Bandas como Los Rastrojos costeños hace varios años se financian no con la droga ni los atracos sino directamente con la extorsión a comerciantes del área metropolitana de Barranquilla. Si se tiene una panadería o una tienda cualquiera en la capital del Atlántico es exponerse a que un día cualquiera aparezca un hombre, con un casco en la cabeza, pidiéndole una mensualidad a cambio de mantenerlo con vida. Los Rastrojos Costeños son los que mandan. Aparecieron con toda su fuerza en el 2013 cuando ordenaron durante 24 horas cerrar los establecimientos públicos para hacerse sentir. Ese año mataron a conductores de buses y taxis para demostrarle a sus dueños cómo iba la mano si no cedían a sus extorsiones.


La Fundación Paz y Reconciliación ha investigado de cerca este fenómeno y ha identificado a los cabecillas que se lucran con él. En los próximos días lanzará un informe minucioso en donde se abordará el tema desde la línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana.


El 4 de abril del 2023 Jorge Eliecer Díaz Collazos, alias Castor, fue capturado en Cúcuta y trasladado inmediatamente a la Cárcel de Palmira. A sus 43 años ya había pasada largas temporadas en prisiones como La Picota en Bogotá, la cárcel Doña Juana en La Dorada, e intentaba afincarse al otro lado de la frontera para escapar del brazo de la justicia. Su historial era extenso. Había ayudado a crear en el 2012 la banda Los Costeños, un remanente de los Rastrojos.


Los Rastrojos Costeños es una división de los Rastrojos Vallunos, creados en el 2002 por Wilber Varela, alias Jabón, uno de los líderes del cartel del Norte del Valle. Él le dio la responsabilidad de armar y formar a esos hombres a Diego Pérez Henao, alias Diego Rastrojo. Tenía como fin cuidar las rutas y los laboratorios de coca del capo. Intentaron desmovilizarse como Autodefensa pero el gobierno Uribe en el 2006 los bajó de ese bus. “Jabón” poco a poco fue perdiendo poder en este grupo. Terminaría asesinado por dos de sus hombres, Javier Antonio Calle Serna alias “Comba” y el propio Diego Rastrojo. Se fueron expandiendo hasta la frontera con Venezuela, Nariño y La Guajira. Bastaron unos años para que ellos, según Insight Crime, operaran en un tercio de los 32 departamentos de Colombia y contaran con 1.500 hombres.


Entre los delitos de “Castor” o de “Dientes” como lo llamaban, estaba el de instrumentalizar a niños para cobrar extorsiones a transportadores y comerciantes informantes, traficar drogas y armas. Además, según la Fiscalía, era un asesino consumado. Tres crímenes pesaban sobre él. Uno había ocurrido en el 2018 y fue el desmembramiento de un integrante de los Costeños, acaso una retaliación, en donde incluso usaron una casa en Galapa Atlántico para picar y abandonar el cuerpo. El 18 de abril del 2019 habría dispuesto de un grupo de sicarios para efectuar un ataque armado en el barrio Villa María en Soledad.


Su traslado a una cárcel, en donde está hace un año, no habría atajado sus crímenes. Díaz Collazos continuaría extorsionando a comerciantes desde la cárcel de Barranquilla.


Él es considerado un cabecilla mayor dentro de la banda de Los Costeños. Sin embargo, el más temido de todos es Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, mejor conocido como el Negro Ober. Su nombre ha estado en el ojo de la opinión pública después de que en el 2023 amenazara con asesinar a los comerciantes de Barranquilla a través de un video hecho desde el lugar donde estaba recluido. Era una retaliación a la detención de su pareja sentimental por parte de la policía. Esto provocó un escándalo en el que se ordenó su traslado a la cárcel El Barne en Cómbita. El actual presidente del Senado, Iván Name, fue asociado a la banda Los Rastrojos Costeños después de que otro de sus miembros confesara que le habrían dado apoyo para llegar al Congreso a él y a su primo José David Name.


Se trata de Juan Manuel Borré Barreto, alias Pistón. En el año 2015 a él y a su hermano Brayan Eduardo le imputaron 145 delitos. Pistón hizo parte del Bloque Córdoba de las AUC. Se desmovilizó en el 2008 y desde entonces ha pasado por varios grupos hasta formar parte de los Rastrojos Costeños en el 2013 a pesar de estar preso. Un año después en una declaración libre afirmó, sobre los primos Name , “pusimos a que la gente votara por ellos”.


Borré Barreto permanece en la cárcel La Picaleña de Ibagué. En el año 2023 se comprobó que de desde ese lugar sigue extorsionando comerciantes después de que se descubriera una grabación intimidando a uno del área metropolitana de Barranquilla. En ellos el cabecilla de los Rastrojos Costeños le va diciendo a su víctima: “Buenos días, te voy a hablar a calzón pelado, te habla Borré mi hermano, vea, ahí me hiciste que me capturaran los pelaos, también me mandaste un recibo falso, ahí no refleja nada mi hermano, te estoy buscando…”


Señalado como uno de los mayores despojadores de tierras en Atlántico y Córdoba, Omar Alexander Ladino Vargas, conocido como Portafolio, fue puesto tras las rejas en diciembre del 2023. Para quedarse con tierras tenía un equipo de abogados expertos en procesos de pertenencia y posesión. Además se acompañaba de grupos armados que terminaban la misión de dejar sin tierras a los campesinos. Alias Portafolio está involucrado en el despojo de la Finca Aroyo León en Puerto Colombia, Atlántico, y de la hacienda El Altillo en Baranoa, también Atlántico. Además es sindicado de participar en actividades derivadas de la extorsión.


La lista que ha identificado PARES que siguen extorsionando desde las cárceles es Carlos Alberto Ortiz Blanco, alias “cachetes”, quien se ha centrado en la extorsión a gasolineras de Barranquilla, William Stiven Oyaga Campo, Sebastian Adrian Perez, ambos recluidos en la cárcel de El Bosque. A toda esta lista que siguen detenidos se suman Tio Guillo, quien fue puesto en libertad en el 2020, Mayra Alejandra Vera Duarte, conocida como La Mona, quien se encuentra libre, al igual que Roberto Carlos Vega Daza.


En el informe de la Fundación que se publicará en los próximos días se verá que de poco o nada sirve que los miembros de esta organización criminal estén tras las rejas. Con un celular basta para que sigan extorsionando. Las cárceles del Atlántico se han convertido en centros dinamizadores de extorsión

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