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Las tres guerras que tienen en alerta roja al Cauca

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares


En las últimas semanas, el departamento del Cauca ha estado en el ojo del huracán debido a que las comunidades han quedado en medio de los enfrentamientos entre el ejército y los grupos armados ilegales que operan en la zona. Además, han asesinado a sus líderes y lideresas sociales y en consecuencia se han generado varios desplazamientos y una situación social dramática.


El sábado pasado, varios internautas alertaron por las redes sociales sobre el caos que se estaba viviendo en el municipio de Suárez. Circularon varios videos grabados por los pobladores, en los que se podían ver y oír las ráfagas de disparos que de un lado y otro se lanzaban la fuerza pública y las disidencias de las FARC.


Asimismo, Rossi Jair Muñóz, defensor del pueblo regional del Cauca expresó a los medios de comunicación que la comunidad de la Vereda Bellavista, en Suárez, hizo un llamado a la Defensoría para atender la situación de orden público.


Por ahora, hay más de 200 familias que han salido de la zona rural de Suárez y hay otras zonas en el Cauca que corren peligro por los combates y amenazas. Por ejemplo, el pasado 16 de agosto varios líderes indígenas fueron declarados como “objetivo militar” por parte de la autodenominada columna móvil Dagoberto Ramos que no se acogió al pacto de paz y hacen parte de las llamadas disiencias, en los municipios de Caloto, Corinto, Miranda, Toribío, Florida y Pradera.


Ante la crítica situación, el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación-Pares, Ariel Ávila, analizó cómo está la región en general y cuáles son las principales causas que tienen a este departamento sumido en tres guerras.


Los tres escenarios de conflagración


“El sábado se presentaron combates en Suárez, las últimas semanas han asesinado a cuatro miembros de las comunidades indígenas. Y en el municipio de Argelia se siguen presentando homicidios selectivos”, expresó el analista.


De acuerdo con el Sistema de Información-SIPARES de la Fundación Pares, desde la firma del Acuerdo de Paz en noviembre de 2016 hasta la fecha han sido asesinados 291 líderes y lideresas sociales en Colombia, e infortunadamente los departamentos más afectados por este flagelo son Cauca con 49, Antioquia con 46 y Nariño con 26.


Los perfiles más afectados por este delito siguen siendo los líderes de Juntas de Acción Comunal (JAC), seguido por líderes indígenas y en tercer lugar se encuentran los líderes campesinos.


Así las cosas, el Cauca se encuentra en un estado de alerta y el panorama es el siguiente: la primera guerra se presenta en el sur del departamento, es decir, en los municipios de Balboa, Bolívar y Argelia donde hay una disidencia de las FARC, autodenominada “Jaime Martínez”, y mucha población depende de las economías ilegales.


También están el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y al parecer hay una estructura de colombianos pero que se hacen llamar los mexicanos, agregó Ávila.


La segunda guerra que se vive es en el pacífico caucano en municipios como López de Micay, Timbiquí y Guapi, donde “literalmente los narcos funcionan como un centro comercial. Han dividido las palyas para que cada cual administre un pedazo para sacar droga que envían a los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en México», indicó el analista.


Por último, se presenta la guerra en el norte del departamento que involucra una estructura del EPL o “Pelusos”, dos disidencias de las FARC, el ELN y una serie de estructuras del narcotráfico.


En conclusión, para el analista este es un departamento que solamente vivió la paz durante 2016 y 2017 porque el Estado perdió la ventana de oportunidad y antes de que llegara el Estado llegaron otros actores criminales por el control territorial y la cooptación de las economías ilegales y sus rutas por el andén pacífico.

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