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Las razones de la profunda crisis que vive la universidad del Rosario

Por: Redacción Pares


Foto tomada de: Canal Capital


El profesor y ex rector del Rosario Hans Peter Knudsen habló el pasado miércoles 17 de abril con el entonces rector del Rosario Alejandro Cheyne que, si se quería empezarle a buscar una salida real a la crisis en la que está sumida la universidad, él estaba en la obligación de dar un paso al costado. Knudsen no estaba solo, lo acompañaban otros reconocidos ex rectores. Le dejaron claro que el interés de ellos era proteger la universidad y que se abstendrían de meterse en temas financieros o de gobernanza que en este momento agobian al Rosario. “Se ha perdido la confianza y la capacidad de liderar” le dejaron claro en la visita. Sin embargo Cheyne respondió, aplomado, que agradecía la reflexión pero les confesó que entre sus planes inmediatos no estaba el de renunciar. Producto de esta reunión los ex rectores emitieron un comunicado en donde explicaban la conveniencia de una renuncia de Cheyne.


Todo cambió en 24 horas. En la tarde del jueves 18 de abril la Consiliatura de la Universidad del Rosario anunció el despido de Cheyne. Con esta decisión la crisis de la universidad toca fondo. Colombia empezó a saber de la situación desde el pasado 12 de abril cuando el Ministerio de Educación anunció que empezaría una investigación por los supuestas irregularidades y despidos injustificados de profesor y administrativos. Ese día ocurrió algo inusual: unos doscientos estudiantes protestaron frente al edificio Casur exigiendo la renuncia del rector. La ministra Aurora Vergara organizó una visita que se realizó el pasado lunes 15 de abril y que arrancó a las ocho de la mañana.


La precaria situación económica empezó a evidenciarse cuando la construcción de la Torre 3 y laboratorios de ciencia se suspendieron abruptamente. El estudiantado quiso tener contacto directo con rectoría pero los puentes hacía él estaban caídos. De un momento a otro la Universidad dejó de tener intensidad en la frecuencia de salidas de campo y otras actividades académicas. Los estudiantes, además, querían cambios. La universidad, según ellos, necesitan de manera urgente una modernización.


¿Cuántas instituciones educativas en el país tienen 370 años de historia? En 1653 el arzobispo de Santa Fe, Fray Cristóbal de Torres, con licencia del Rey Felipe IV abrió sus puertas. Se inició con 15 estudiantes que recibían las siguientes clases: Teología, Jurisprudencia y Medicina, además de proporcionar una formación básica en Filosofía. En ese entonces se llamaba Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario y su aporte a la historia del país se ve reflejada en la importancia que tuvo durante La Ilustración, acogiendo a figuras como José Celestino Mutis, el hombre que creó en América una identidad propia, que los alejaba de los españoles, gracias a la botánica. Mutis fundó en 1762 la primer cátedra de matemáticas modernas del claustro.


Esa tradición la anquilosado. Hay códigos que no se rompen desde hace 3 siglos. Uno de ellos es el de la gobernanza, la influencia de la colegiatura, es decir del poder de decisión de los estudiantes, sigue prácticamente igual desde su fundación. Además, como está el modelo, un rector podría influir en quienes serían los colegiales designados y así asegurarse esos votos a la hora de una reelección.


Por eso, desde que en el 2018 empezó la crisis, los estudiantes no pudieron hacer demasiado para que esta no se profundizara. Es que desde ese año empezó a mermar el número de estudiantes matriculados. Además se tomaron decisiones discutidas como los injustificados despidos de profesores como Arlene Tickner y el jurista Manuel Quinche. Tickner es una reconocida politóloga, con doctorado y con una experiencia de más de 30 años en relaciones internacionales. Entre sus distinciones está la de ser la Embajadora Permanente Alterna de Colombia ante la ONU en Nueva York. Quinche ha publicado varios libros y es un especialista en la acción de tutela.


Knudsen no fue el único profesor que intentó hablar con el rector. Fueron repetidos los llamados de atención por parte de administrativos y el cuerpo docente por las decisiones. Además había un presunto conflicto de intereses ya que habría contratado a varios colegiales para respaldar su elección como rector.


Cheyne puntualizaba, antes de ayer, que no estaba entre sus planes renunciar “En 1988 ingresé a la Universidad, es decir, he sido estudiante, profesor, pero más que eso, he dedicado más de 30 años a la educación superior. Soy economista y mi foco es la pedagogía”, dijo a Caracol Radio. Las cifras no lo acompañaban. La solvencia de la universidad estaba por debajo del uno por ciento y se encontraba, de frente, con profesores de larga trayectoria e influencia. Sobre la situación de la universidad el profesor Manuel José Restrepo, un experto en jurisprudencia, le dijo en una entrevista a Caracol Radio sobre la situación de los colegiales que determinaron la elección del rector: “es una clara transgresión del código de ética y buen gobierno de la Institución, que prohíbe que se den ese tipo de situaciones de conflicto de interés, donde se favorece con un beneficio a quien antes participó en la elección de quien tiene la capacidad de nominar”.


El Rosario pasa horas críticas y tanto el estudiantado como los que se sienten ligados a la institución, creen que un primer paso a la salida era remover de su cargo a Cheyne. En eso coincide la gran mayoría de la comunidad rosarina.

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