La tierra para el que la trabaja en Norte de Santander
- Daniel Parra
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Por: Daniel Parra

Firmantes de paz recibieron tres predios que suman 1.055 hectáreas de tierra para la consolidación del Antiguo ETCR en zona rural de Cúcuta.
Un reciente informe de la Defensoría del Pueblo indica que, para diciembre del 2024, habría 464 firmantes de paz en la subregión Catatumbo. Sin embargo, para marzo de 2025 solamente 41 permanecían en el Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) Caño Indio. Es decir, salieron desplazadas(os) junto con sus núcleos familiares un total de 223 firmantes, 172 están en condición de confinamiento y 18 fueron trasladados(as) por razones de seguridad. A esto se suman seis firmantes asesinados y cinco desaparecidos.
Es así, que la esperanza para que la paz no se apagará en medio de las balas que dejan las persecuciones con listas en mano y explosivos con drones que dejan los enfrentamientos entre el Ejercito de Libración Nacional (ELN) y el Frente 33 de las Disidencias de las FARC-Ep que se presentan desde el 16 de enero de 2025, el traslado del AETCR era una prioridad para el Gobierno Nacional y que la implementación del Acuerdo de paz (2016) no volviera a hacerse trizas.

Una hora de camino desde la perla del norte nos llevaron hasta la vereda Oripaya; el lugar a donde llegaron los cuarenta y cinco firmantes del acuerdo que continuarán con la esperanza de seguir trabajando por la paz y consolidar el AETCR.
Esta entrega material de 1.055 hectáreas por medio del programa “Fincas para la paz”, que lidera la Agencia Nacional de Tierras en el marco del Estado de Conmoción Interior orientado por el presidente Gustavo Petro, es un hito a la paz y
marca un paso significativo en el proceso de reincorporación, de quienes trabajan durante
ocho años de manera incansable para consolidar la paz en la región del Catatumbo y Norte de Santander.
Lorena Corvera, coordinadora de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en Norte de Santander indicó: “La entrega de tierras es un paso importante hacia la consolidación de la reincorporación y la construcción de un futuro mejor para los firmantes y sus familias”. Y concluyó: “Esperamos que esta entrega de tierras sea un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se trabaja juntos hacia un objetivo común. Estamos convencidos de que la reincorporación es posible y que juntos podemos construir un futuro más pacífico y próspero para todos”.

Entre tanto la Agencia para la reincorporación y la normalización en Norte de Santander con una inversión de seis mil millones de pesos acompañará la reactivación de 194 propuestas individuales y 4 colectivos, que resultaron impactadas por la emergencia humanitaria del Catatumbo
Dairo Vallejo, firmante del Acuerdo de Paz, añadió: “Continuaremos con nuestros proyectos productivos, especialmente el de búfalos que es nuestro fuerte, para que podamos establecer una seguridad alimentaria y garantizar la vida de quienes dejamos las armas y creímos en que la paz es posible desde el diálogo”.
Una esperanza que continua su curso, en medio de las balas que siguen su camino y amenaza con apagar la luz de la paz en el Catatumbo y Norte de Santander. Es por eso que los firmantes del Acuerdo esperan que su llegada a Cúcuta no sea una amenaza ante la presencia de más grupos armados ilegales y la orientación de oportunidades pueda generar la estabilidad económica y social y promover la generación de ingresos y la construcción de una paz sostenible que tanto necesita el territorio.
