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La papeleta prohibicionista, una estrategia electorera

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


Mientras el presidente Iván Duque se encuentra fuera del país, el expresidente Álvaro Uribe trata afanosamente de consolidar un capital en la sociedad civil, sobre todo después de las decisiones que han tomado las altas cortes.


De hecho, el tema del consumo de sustancias psicoactivas parece presentársele a Uribe como la oportunidad de apelar al concepto de familia y, de esta forma, tratar de acercar a la opinión pública al Centro Democrático.


El anacronismo de prohibir


La polémica la vienen alimentando las toldas uribistas, frente a la decisión de la Corte Constitucional; que declaró inexequible la prohibición general de consumir bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas en el espacio público. Frente a esta situación, el uribismo —lejos de plantear un debate— ha instrumentalizado la decisión para recibir redito político.


Por esta razón es que Uribe, como el jefe máximo del Centro Democrático, propone la introducción de una papeleta en los venideros comicios de octubre; en busca de prohibir el consumo de sustancias psicoactivas.


De hecho, con las declaraciones que dio Uribe —en la noche del 18 de junio ante no más de cien personas— dejó ver que no solo busca consolidar capital en la sociedad civil, sino que busca reafirmar lazos con los sectores políticos más conservadores.


Uribe señaló: “Algunos, en otros partidos, han propuesto que preparemos una papeleta, y le pidamos al Gobierno que la apoye, para que los ciudadanos que vayan a las urnas en octubre puedan reiterar la prohibición de las drogas, todos los derechos de los niños, apoyando el decreto de decomiso”.


La disputa por los espacios públicos


El caballo de batalla del uribismo surgió después de que se conociera el fallo de la Corte Constitucional, del pasado 6 de junio, con la decisión de la decisión de la Sentencia C 235 del 2019.


El nuevo rumbo sobre el consumo de sustancias psicoactivas se dio a partir de una demanda al Código de Policía, enfocada por un lado al Artículo 33° (Comportamientos que afectan la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas), específicamente sobre las numeral 2, en; ‘Consumir sustancias alcohólicas, psicoactivas o prohibidas, no autorizados para su consumo’.


Por el otro lado, el Artículo 140° (Comportamientos contrarios al cuidado e integridad del espacio público), específicamente sobre el numeral 7, en; Consumir bebidas alcohólicas, sustancias psicoactivas o prohibidas en estadios, coliseos, centros deportivos, parques, hospitales, centros de salud y en general, en el espacio público, excepto en las actividades autorizadas por la autoridad competente.


El uso de la niñez con fines electorales


El recurso de la papeleta es recordado de manera célebre, debido a aquel capítulo en la historia de Colombia en el que sectores de la sociedad civil introdujeron la séptima papeleta en las elecciones de 1990.


Tal fue la repercusión de dicha introducción, que marcó el camino a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991. Es claro que este ejemplo, apenas ilustrativo, no pretende comparar la papeleta del 90 con la que está fraguando el uribismo.


Lo que sí se busca es revisar, entre líneas, cómo el uribismo ha transitado por distintos mecanismos para acercar a la sociedad civil y, en este caso; ha decidido optar por la papeleta en el marco de las elecciones locales de octubre de este año. De hecho, las palabras usadas en esta avanzada uribista muestran los visos de capitalizar los conceptos de niñez y familia. Uribe señaló, entre otras cosas, que “los parques son para los niños y no para el alcoholismo y la drogadicción”.


Según las frases de Uribe, la sentencia de la Corte estaría poniendo en “igualdad de condiciones los derechos de los niños con los de la ilegalidad”, sin lugar a duda estas son afirmaciones que nublan el debate y centran la estigmatización sobre las sustancias psicoactivas. Con este tipo de afirmaciones, además, fue que el expresidente Uribe presentó, ante la ciudadanía, la propuesta de la papeleta —de la cual espera el apoyo del presidente Duque— que aspira la “prohibición de la droga”.


También, Uribe se manifestó sobre el ‘efecto’ de las sustancias en los consumidores, haciendo descripciones de casos que contribuyen en la estigmatización de los jóvenes. De hecho, citó un ejemplo de cuando fue presidente en una supuesta conversación con el general de la Policía de la época:


“Mi general, cuando ustedes logran capturar un sicario que acaba de cometer un crimen y le hacen un examen, ¿Qué porcentaje de sicarios capturados —después del crimen— en el examen, registran consumo de drogas o alcohol o, lo uno y lo otro? Y me dijo: el 100%.”


Estas fueron, algunas de las formas por medio de las cuales se presentó la más reciente propuesta del Centro Democrático. Cabe resaltar, que el expresidente Uribe estuvo en compañía de la candidata a la alcaldía de Bogotá por el Centro Democrático, Ángela Garzón, y del candidato a la gobernación Wilson Gómez.


Algunas claridades


Bajo todo este panorama y la forma cómo está siendo anunciado, es necesario traer el concepto del portal Dejusticia, quienes sobre la sentencia de la Corte y el análisis que hacen de ella presentan unas salvedades muy pertinentes.


Dejusticia refiere “Si bien diversos sectores de la opinión pública manifiestan preocupación por los impactos de la decisión sobre el orden público, la seguridad ciudadana y los derechos de los niños, desconocen que la sentencia no afectó la aplicación de otras medidas del Código de Policía que regulan el uso de drogas y bebidas alcohólicas en el espacio público, y por lo tanto siguen vigentes.


Asimismo, otra salvedad que esgrimen y que resulta clave para mitigar las dudas que generan las palabras del expresidente Uribe, tiene que ver con que “la Corte declaró inconstitucional una prohibición general que resulta innecesaria e inadecuada. Sin embargo, no estableció el derecho absoluto de consumir en espacios públicos, ya que éste puede ser restringido y regulado por las autoridades correspondientes, de manera razonable y proporcionada.


Además, resulta conveniente manifestar este mensaje en el marco de los improperios a los que han vinculado a la Corte. “Las decisiones judiciales pueden compartirse o criticarse, pero no deben ser usadas para generar presiones indebidas sobre las autoridades que las profieren. Desde Dejusticia resaltamos la necesidad de defender la independencia judicial y la separación de poderes como fundamento del estado social de Derecho.”


Cambio de enfoque al tema de las sustancias psicoactivas


Pares consultó al neuropsicólogo, Juan Daniel Gómez, quien resaltó la necesidad urgente de implementar un “proyecto cultural global que le enseñe a la gente lo que realmente son las sustancias psicoactivas y las otras sustancias de uso problemático”.


De esta forma, Gómez señala que, si se redireccionan los dineros que se van represión, en guerra contra las drogas, en fiscalización, hacia dicho proyecto cultural, el cambio en las estadísticas de consumo de droga en los próximos 5 o 10 años cambiarán radicalmente.


Asimismo, en el proyecto cultural debe existir un fuerte enfoque que permita información y educación, con respecto a la compresión del estado de salud. Ese tipo de enfoques permitirán un diálogo más vertical sobre el consumo de drogas, que conlleve a que los consumidores se planteen consumos moderados, terminó explicando el experto.

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