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La Oficina: el imperio criminal del Valle de Aburrá

Por: Nicolás León - Investigador Nacional

Santiago Medina – Asistente de Investigación

Línea de Convivencia y Seguridad Ciudadana




La Oficina es la estructura delincuencial más importante del Valle de Aburrá, y una de las más conocidas a nivel nacional debido a su amplia trayectoria criminal. En los años recientes, esta estructura ha ganado un lugar protagónico en la opinión pública por su participación en el proyecto de Paz Urbana del gobierno de Gustavo Petro, que busca generar diálogos con grupos delincuenciales en las principales ciudades del país, con el objetivo de reducir los índices de criminalidad y violencia.


En este contexto, se ha mencionado que es la estructura que articula la mayor parte del crimen organizado en el Valle de Aburrá, que subordina y articula a una multiplicidad de grupos y combos, llegando a tener presencia y capacidad de control en una gran parte de Medellín y Bello, y otros municipios como Itagüí y Envigado. Ante esto, vale la pena profundizar en aspectos como su historia, la estructura y el funcionamiento de La Oficina, con el fin de esclarecer la verdadera magnitud de esta estructura, y la forma en la que opera y hace presencia en la capital de Antioquia y su área metropolitana.

 

 

Breve historia de La Oficina del Valle de Aburrá

 

A partir de un informe de la Fundación Pares, llamado “La Tenebrosa Radiografía de las Oficinas de Cobro en Medellín”, se puede reconstruir la trayectoria histórica que ha tenido esta estructura criminal. Comenzó siendo una oficina de cobro al servicio del Cartel de Medellín de Pablo Escobar en los años 80, denominada ‘Oficina de Envigado’ debido a que su centro de operaciones se encontraba en este municipio al sur del Valle de Aburrá. Sus funciones consistían principalmente en cobrar deudas y recaudos ligados a las economías ilícitas, así como de extorsiones o ‘vacunas’ en sectores específicos. Debido a la gran capacidad de influencia que adquirió el Cartel de Medellín, y la relevancia que empezó a ganar su Oficina de Envigado, esta logró penetrar a la institucionalidad, llegando incluso a mimetizarse en despachos de tránsito para acceder a matrículas y pases de conducción, generando una situación en la que “la institución le era favorable al crimen” (Pares, 2018, p. 20).


En los años 90, tras la muerte de Pablo Escobar y el declive del Cartel de Medellín, pasó a ser liderada por Diego Murillo, alias 'Don Berna', quien fuera comandante del Bloque Cacique Nutibara de las AUC, convirtiéndose posteriormente en un brazo de esta estructura paramilitar. La Oficina de Envigado se articuló con las dinámicas del paramilitarismo, pero se mantuvo en las lógicas específicas del crimen organizado en el Valle de Aburrá, enfocándose en los cobros y la extorsiones.


En el inicio de los 2000 se da el proceso de la ‘Donbernabilidad’, que consistió en una consolidación de la hegemonía de alias ‘Don Berna’ sobre las actividades criminales en Medellín y el Valle de Aburrá, llegando a tener la capacidad de dirimir las disputas violentas entre actores ilegales, y de reducir drásticamente las estadísticas de homicidios, con miras en participar favorablemente de los diálogos de paz entre el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe y las estructuras paramilitares pertenecientes a las AUC para su desmovilización. Este proceso evidenció los altos niveles de control e influencia a los que llegó ‘Don Berna’ y la Oficina de Envigado.


En el año 2008 con la extradición de ‘Don Berna’ -junto con otros jefes paramilitares-, la Oficina de Envigado comenzó a sufrir rupturas internas, principalmente por la toma del mando, así como enfrentamientos con otras estructuras, que vieron en la ausencia de ‘Don Berna’ un vacío de poder que podían ocupar. En este periodo se dio un recrudecimiento de la violencia en el Valle de Aburrá, y una reconfiguración de las dinámicas criminales (Pares, 2018).


Desde la década de 2010, la estructura comenzó a cambiar su dinámica de funcionamiento. Su nombre pasaría a ser solo ‘La Oficina’, y figuras como la de Juan Carlos Mesa Vallejo, alias ‘Tom’, y José Leonardo Muñoz, alias ‘Douglas’, empezaron a posicionarse como los principales líderes, que mantenían tensiones internas, generando así dos grandes frentes. Comenzó a dejar de ser una única organización con una estructura definida, y se convirtió en una especie de cuerpo colegiado que articularía una multiplicidad de grupos y ‘combos’ atomizados en todo el Valle de Aburrá, que seguían funcionando como oficinas de cobro, además de incursionar en otras actividades delictivas como el hurto, el secuestro y el microtráfico.


Esta trayectoria histórica, en medio de un contexto de conflicto armado e influencia del narcotráfico, llevó a gestar la consolidación de una forma de operación basada en la coordinación y articulación de múltiples grupos de diferentes niveles territoriales, lo que la llevó a convertirse en la principal estructura delincuencial del Valle de Aburrá.

 

Radiografía de la Oficina.

 

La estructura de cuerpo colegiado, o confederación criminal, como se le ha llegado a denominar, implica la configuración de una red conformada por múltiples grupos delincuenciales y que, a pesar de tener mandos independientes cada uno, se mantiene un funcionamiento piramidal. Esto se da debido al grado de jerarquía que han alcanzado los dos principales líderes, ‘Tom’ y ‘Douglas’, considerados como ‘Patrones’. Desde estas posiciones jerárquicas, se articulan y coordinan las acciones de grupos delincuenciales (GDO) que operan a nivel territorial de manera autónoma entre sí. Estos, a su vez, se disgregan hacia abajo a niveles comunales y barriales, a través de ‘combos’ o pandillas, también denominados grupos de delincuencia común organizada (GDCO), mediante una figura de subcontratación.

 

Así, La Oficina logra una capacidad de articulación que va desde los niveles más altos, estableciendo alianzas con carteles mexicanos para actividades de narcotráfico, hasta los más bajos, controlando el microtráfico, las extorsiones e incluso los hurtos. Es decir, tienen la capacidad de articular las dinámicas transnacionales con el entorno local e incluso barrial de la actividad criminal.


Por otro lado, el carácter colegiado de la organización, así como el hecho de que existen dos grandes líneas articuladas a sus dos principales jefes, hace que dentro que las distintas estructuras reunidas en La Oficina mantengan relaciones tensas entre sí, en algunos casos generando disputas violentas por el territorio y las rentas ilícitas, como por ejemplo las ocurridas en 2019 en las comunas de Robledo, San Javier y Candelaria, que tendrían su raíz por disputas entre Los Pesebreros, de alias ‘Carlos Pesebre’, y los Chatas de alias ‘Tom’, con la participación de otras estructuras más pequeñas que hacían presencia en el territorio.


Según investigaciones, se ha podido establecer cuáles estructuras hacen parte de la línea de ‘Tom’, y cuáles de la línea de ‘Douglas’. Los Chatas, Caicedo, Doce de Octubre, Pedregal y La Milagrosa, serían cercanos a ‘Tom’, mientras que La Terraza, Los Pesebreros, La Silla, Altos de Aranjuez, San Pablo, La Unión y Trianón, serían cercanos a ‘Douglas’ (El Colombiano, 2023). Además de estas, que serían estructuras más grandes y con mayores capacidades, existen una multiplicidad de estructuras más pequeñas, que responden a las lógicas de La Oficina y de los grupos que se articulan a ella, aunque es difícil establecer a qué bando se alinean, debido a la falta de información.


Estructuras como Los Triana, El Mesa, Los Mondongueros, que tienen una gran capacidad de influencia en el Valle de Aburrá, serían independientes a La Oficina, aunque parecen tener relaciones pacíficas, mientras que con otras como La Sierra y Los Pachelly, presuntamente aliadas con el Clan del Golfo, mantiene disputas.


Según datos de la alcaldía de Medellín, expuestos por CNN en 2023, esta organización criminal la componen al menos 3.600 personas y 39 Grupos de Delincuencia Común Organizados (GDCO). Sin embargo, estas cifras podrían incrementarse si se tienen en cuenta las redes criminales que articulan a los grupos delincuenciales con los combos y pandillas a través de la subcontratación. En este sentido, se entiende que, según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, las estructuras que integran las mesas de diálogo sociojurídico del proceso de paz urbana, de las cuales la mayoría hacen parte de La Oficina, estarían conformadas por entre 12.000 y 14.000 miembros.

 

Con base en el seguimiento que se ha hecho desde la Línea de Convivencia y seguridad Ciudadana de la Fundación Pares, se podría afirmar que La Oficina tiene influencia en las Comunas 1, 2, 3, 4, 5, 7, 8 y 9 de Bello. Comunas 4, 5, 6, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 16 de Medellín, y en el municipio de Itagüí.

 

En síntesis

 

La Oficina se ha posicionado como un actor fundamental para entender la configuración de la dinámica delincuencial del Valle de Aburrá. Este actor influye en la composición del mapa criminal de la región, la fortaleza de las gobernanzas criminales en los niveles locales y microterritoriales, y la utilización de repertorios de violencia en clave de disputas y alianzas por el control de las economías ilícitas.

 

En este sentido, por su trayectoria criminal, fue y continúa siendo el principal actor criminal en la región. Actualmente, cuenta con una capacidad de articulación y organización que permite conectar desde los niveles transnacionales del crimen, hasta los niveles barriales. De esta manera, es una organización criminal que se ha adaptado con éxito a las dinámicas del crimen y la violencia, lo que le ha permitido la supervivencia y hegemonía del entorno urbano del Valle de Aburrá. Gracias a esta alta capacidad adaptativa actualmente se ha venido configurando como un actor estratégico para el desarrollo y articulación con el Crimen Organizado Transnacional.

 

A pesar de esto, La Oficina no debe asumirse como un actor homogéneo. Es clave entender su organización a partir de las alianzas con otros grupos locales y la subordinación de combos barriales; es esta estructura descentralizada la que les ha permitido mantener un nivel de consolidación de gobernanzas criminales en los niveles microterritoriales, como también lo que ha generado disputas y fragmentación en su estructura. Del mismo modo, las conflictividades internas también se representan en los líderes y cabecillas de la organización, lo que da cuenta de la alta complejidad para definir su estructura, sus miembros y la cadena de operación que permite su funcionamiento.

 

Dada la relevancia de este grupo en las dinámicas del crimen en el Valle de Aburrá, los escenarios de conversaciones de paz urbana (de los que hace parte La Oficina en este momento) son de suma relevancia para la región. Sin embargo, por las mismas complejidades al interior de su organización, es un desafío llegar a un acuerdo que cobije a todos los miembros que se le atribuyen, en particular, a los que operan y dinamizan sus actividades en el nivel barrial. El escenario se complejiza aún más considerando la ausencia de un marco jurídico que delimite las expectativas de este proceso de diálogo.

 

Por esta razón es necesario hacer un diagnóstico acotado a la trayectoria y capacidad criminal de esta estructura. Dicho diagnóstico permite acotar las expectativas de futuros acuerdos en el marco de la paz urbana, como también prever los escenarios de riesgo del éxito o fracaso que devenga de estos diálogos.

 


 

Referencias

 

-   Fundación Paz y Reconciliación (2018). La Tenebrosa Radiografía de las Oficinas de Cobro en Medellín. https://e7c20b27-21c2-4f2b-9c38-a1a16422794e.usrfiles.com/ugd/e7c20b_96698da48cbb42a581daebe698024730.pdf

-   Matta, N.R. (2023). Cómo opera “La Oficina”, máquina de guerra que ahora pide paz. Periódico El Colombiano, consultado el 29 de abril de 2023. https://www.elcolombiano.com/colombia/la-oficina-la-maquina-de-guerra-que-ahora-pide-paz-AG20157340

-   Matta, N.R. (2023). ¿Quién es quién en el crimen organizado del Valle de Aburrá? Periódico El Colombiano, consultado el 29 de abril de 2023. https://www.elcolombiano.com/colombia/estos-son-17-cabecillas-bandas-crimen-organizado-paz-total-medellin-JG21720779

-   Velásquez, M (2023). Dejar de "torturar, desaparecer y asesinar", el compromiso por la paz de grupos delincuenciales de Medellín, según el gobierno. Diario CNN en Español, consultado el 29 de abril de 2023. https://cnnespanol.cnn.com/2023/01/27/paz-total-bandas-delincuenciales-medellin-colombia-crimen-organizado-orix/#:~:text=La%20prensa%20local%20reporta,Terraza%2C%20Robledo%2C%20La%20Sierra


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