Por Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación
Bacrimpolítica, participación indebida en política, exceso de gastos electorales y hasta constreñimiento al elector es lo que se vive en la tierra de la bandeja paisa.
Son tres los ejemplos: el primero y más dramático se vive con el candidato al Senado por el Partido Liberal Julián Bedoya, quien no solo está envuelto en el escándalo del Sena, donde se determinó que al menos una regional estaba presionando a los funcionarios para votar por este candidato, lo que llevó a la suspensión del director regional. Sino también y tal vez lo más complicado es la relación de Bedoya con José Mercedes Berrío, alcalde de Cáceres, Antioquia, capturado el 30 de enero de 2018 por concierto para delinquir agravado, pues tendría nexos con el Clan del Golfo. A continuación se ve la foto de Bedoya en Caucasia en la audiencia de legalización de captura, donde se dio imputación e imposición de medida de aseguramiento. Esto fue el 31 de enero de 2018.
A continuación se ve a la primera dama del municipio de Cáceres con Julián Bedoya. La información recogida en terreno indica que la administración municipal le trabaja a Bedoya. Además no se debe olvidar que al menos en Cáceres y Taraza nadie puede ser político sin la bendición del Clan del Golfo.
Según la Fiscalía, Mercedes Berrío, tendría nexos con el frente Virgilio Peralta del Clan del Golfo que opera, sobre todo, en la región del Bajo Cauca antioqueño. Esa estructura es la responsable del desplazamiento de cerca de 1000 personas las últimas dos semanas de las veredas Campanario, Ponciano, Buenos Aires Veracruz, Tamaná y El Tigre de Cáceres. En su momento Berrío fue el líder principal de la campaña de Bedoya en 2014, cuando le habría ayudado a conseguir cerca de 400 votos.
Pero por si fuera poco, Julián Bedoya aplica estas prácticas en otros municipios, por ejemplo el siguiente comunicado habría salido de la alcaldía de Caldas Antioquia. Léase el último párrafo.
No debe olvidarse que desde el año 2001 casi todos los alcaldes de Cáceres han pasado por la justicia y también desde ese momento para ser alcalde se requería la bendición de los bandidos, para principios del milenio de Cuco Vanoy y ahora del Clan del Golfo. Por cierto por allá no se ve un solo militar y la Policía es como si no existiera.El otro caso es el del municipio de Barbosa, Antioquia, un alcalde pasó de ser una persona pobre, con deudas y necesidades, a ser un hombre muy rico en solo dos años. Tal como se ve en el reportaje de SEMANA.( Algo no cuadra en la historia del adinerado alcalde de Barbosa )
Pero lo increíble viene pasando desde hace algunos días. Este alcalde Édison García Restrepo con todos los líos con la justicia y disciplinarios que tiene, ha optado por blindarse política y jurídicamente, para eso dividió el municipio en varios distritos electorales. A Cambio Radical y en especial Guillermo Palacio le pone la mayoría de los votos. Según fuentes en terreno Palacios dice tener con Cambio Radical la posibilidad de parar o engavetar procesos en la Fiscalía General de la Nación. En la siguiente foto se ve a la primera dama del municipio Duvernely Jiménez en un evento con Palacios. También allí el directivo de Cambio Radical Jorge Enrique Vélez.
El otro candidato que apoyan es al Flaco Mejía del Partido Liberal y a Omar Hoyos. A continuación se ve a la misma primera dama en un evento político.
La primera dama de Barbosa se la pasa de evento en evento político con diferentes candidatos, llevan la misma gente a todos los eventos, es algo así como una estafa política.
En Caucasia ocurre exactamente lo mismo, el alcalde Óscar Suárez, que ha tenido denuncias de todo tipo, incluidas de asesinato y relaciones con grupos criminales, está apoyando a Palacios, igualmente en entrevistas en terreno se dice que Palacios le garantizó que no le va a pasar nada en Fiscalía.
Nota: Mucha gente me ha preguntado, después de varias columnas de denuncias, por quién yo votaría. La próxima semana escribiré sobre eso.
Publicado en Revista Semana
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