top of page

Lía Muñoz: la primera mujer transgénero con cédula de Pueblo Rico, Risaralda

Por: Erika Montaño Rojas y Miguel Ángel Rubio Ospina

Proyecto: Escuela de Liderazgo Juvenil Pueblo Rico, Risaralda

Línea Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil

Hay un término clínico para definirlo, pero no me interesa.

Reducirlo a él a lo que otros consideran anómalo sería un error,

digamos que en él confluyen el río y el mar, el sol y la luna,

tú y yo fusionados en uno.

Limbo, John Templanza Better

Pueblo Rico, Risaralda, es un pueblo muy pequeño en su casco urbano, signado por una línea blanca de niebla montuna que le da un microclima templado. Basta un suéter o una ruana de hilo para conjurar el frío que cala los huesos en sus calles y recovecos.

Su población es triétnica. En Pueblo Rico confluyen el ancestro indígena emberá chamí, el negro y el mestizo. De hecho, es posible advertir en las instalaciones gubernamentales textos en español y en lengua emberá, la que también se escucha caminando por las calles, como parte del paisaje sonoro, que a propósito es muy tranquilo: pocos carros, una plaza silenciosa para ser un pueblo cafetero, una arquitectura que poco a poco va desplazando casas de bahareque caídas o demolidas y que son reemplazadas por otras de cemento y concreto. Allí, en esa trietnicidad, se percibe una sociedad particularmente rica en saberes, lenguas, colores y comidas, que pasan inadvertidas para el conjunto de la sociedad cafetera y colombiana.

En pueblo Rico es como si el tiempo no corriera, como si a los relojes una fuerza desconocida les jodiera el mecanismo interno. Cuando nos dimos cuenta eran las tres de la tarde y el agite olvidado de la ciudad llegó a nuestras mentes, la ansiedad por el próximo bus, el de las cuatro y el afán de llegar a Pereira temprano rompió el letargo del tiempo en este poblado.

Allí vive Lía Muñoz, la primera mujer transexual de Pueblo Rico con cédula de mujer, que se convirtió en una líder de la diversidad sexual, en el que es quizá el municipio más conservador de todo el departamento y, por ende, donde el machismo y la moral católica son el modo de pensar, sentir y creer. Eso sin contar que es el más pobre de los 14 municipios de Risaralda, con un índice de pobreza multidimensional que ronda el 70%, según cifras del DANE del año 2020.

Cuando nos bajamos del bus, que se demoró cuatro horas entre Pereira y la plaza central de Pueblo Rico, nos recibió Lía. Un muchacho con sudadera, buso de capota y corte varonil, y unos pequeños y dicientes aretes dorados en sus orejas. Nos saludó de manera muy fraterna, como si fuéramos amigos de vieja data, y desde ese momento se volvió nuestra sombra durante el día.

Conversación con Lía Muñoz en la plaza central de Pueblo Rico:

Erika Montaño, Fundación Paz & Reconciliación (Pares): ¿quién es Lía Muñoz?

Lía: mi nombre es Lía Dalila Muñoz, nací en Pereira, pero llevo toda mi vida en Pueblo Rico.

Pares - Erika Montaño: ¿cuál ha sido tu mayor reto en la vida?

Lía: aceptarme. Encontrarme. Y ahora hay un reto más grande y es que me acepten.

Pares - Erika Montaño: todavía estás en el proceso.

Lía: sí, porque tuve un retroceso.

Pares - Miguel Rubio: ¿cómo un hombre joven de 15 años, se da cuenta que es mujer y toma esa decisión para el resto de su vida?

Lía: fue complicado, porque a los 15 años no me identifiqué como mujer, me identifiqué como homosexual. Mi identidad como mujer la descubrí a los 22 años, siendo adulta. Fue complicado por la discriminación que hacen, primero los papás, ellos son los primeros que ponen esa barrera de acercamiento a uno como persona.

Pares - Erika Montaño: aquí en el pueblo, ¿cuál es la mayor dificultad que has tenido para sentirte como mujer?

Lía: que cuando me vista de mujer no me discriminen. Ese ha sido el reto, pues porque ahora que estoy viviendo con mi apariencia de hombre no siento la discriminación tan activa. Es más pasiva, más fría, pero cuando ando maquillada, entaconada, con mis vestidos, la discriminación es más alta, sube, escala.

Pares - Erika Montaño: ¿tú crees que la discriminación es más alta en un pueblo que en la ciudad, que en Pereira?

Lía: sí, sí, porque en la ciudad la gente es más abierta, se ve la discriminación, claro, pero no es tan latente, no es tan fuerte.

Pares - Miguel Rubio: ¿cuál es tu referente de mujer trans a seguir, una persona transgénero que admires?

Lía: tengo dos personas. En Bogotá, esta chica que es ambientalista, Brigitte Baptiste (rectora de la universidad EAN) y en Pereira Jhoana Guerra (excandidata al concejo municipal y principal representante de la comunidad transgénero de Pereira, artista y productora), es un amor de persona que me ha inspirado para yo poder transitar y aceptarme como en verdad yo me siento, no fingir ser otra persona, a ella le tengo mucha admiración.

Pares - Erika Montaño: ¿tú haces parte de algún colectivo juvenil de tu comunidad LGBTIQ+?

Lía: en estos momentos no.

Pares - Erika Montaño: ¿y has pertenecido antes a alguno?

Lía: sí, a dos, Fundación Plataformas y Colectivo Prisma (organizaciones de la ciudad de Pereira, que propenden por la garantía de derechos de los miembros de las comunidades diversas).

Pares - Miguel Rubio: ¿cuál es tu mayor sueño?

Lía: poderme realizar como persona. Ese poderme realizar como persona es poder salir sin estarme ocultando, ser yo misma, sin estar fingiendo ante los demás. He logrado muchas cosas, pero no quiero seguirme ocultando porque mi papá, porque mi familia, porque la religión, porque si soy yo misma no me dan un trabajo, no me ayudan.

Pares - Miguel Rubio: tengo entendido que tuviste una experiencia poco grata la primera vez que saliste vestida de mujer en Pueblo Rico (esta pregunta fue concertada con la entrevistada).

Lía: fue complicado porque salí al pueblo con un vestido y un gallo del pueblo (forma de referirse a un macho) me cogió en el parque y me arrancó el vestido dejándome en ropa interior.

Seguimos caminando por el pueblo y decidimos ir a su casa, un pequeño terreno al que se accede bajando una loma estrecha rodeada de pequeñas viviendas y que termina en un camino destapado. En ese lugar bucólico vive Lía con su familia: su mamá, zapatera y restauradora de calzado; su hermana que estudia en la Universidad de Santa Rosa de Cabal (UNISARC) un técnico en producción animal; su padre que vende chontaduros en el pueblo. Su casa humilde, sencilla, tiene patos, gansos y conejos y un paisaje verde de montañas, con vacas, que hace perder la vista entre los distintos tonos de verde tan propios del Eje Cafetero.

Lía además nos presentó, de salida de su casa camino a almorzar, a su segunda hermana, quien como ella, ha decidido vivir a su manera con su pareja mujer y, además, adoptar y criar una hija, historia de la que Lía, cuando la rememora, se siente orgullosa y un poco salvada.

Ella feliz de presentarnos a su familia.

Lía tiene 28 años y es el referente más importante de Pueblo Rico en el tema de género y diversidad sexual. Ha sido entrevistada en el espacio Sin Clóset, del diario El Espectador y se ha inscrito a la Escuela de Liderazgo Juvenil con énfasis étnico y territorial de la Fundación Pares en Pueblo Rico, añadiéndole al programa un importante ingrediente de inclusión, además de su sencillez, apertura y alegría.

En el siguiente vídeo Erika Montaño realiza dos preguntas a Lía, en el llamado Parque de los Novios del municipio. Elegimos ese lugar dado que allí hay un monumento abandonado y olvidado a las víctimas de la guerra en Colombia, de la que, en Risaralda, Pueblo Rico, junto con Mistrató y Belén de Umbría en años anteriores, fueron muy afectados.


Agradecemos a Lía por su caluroso recibimiento, su disposición a acompañarnos todo el día en nuestro trabajo construyendo la Escuela y su invitación a su bella casa, además de darnos el voto de confianza para esta nota periodística.

Comments


bottom of page