Por: Redacción Pares
Al parecer, las sesiones de la Comisión de Paz del Congreso se han convertido en el escenario predilecto del uribismo para lanzar ataques a la oposición. Hace una semana la senadora Paloma Valencia llamó a Pablo Catatumbo ‘narcoterrorista’, episodio que entorpeció por horas el propósito de la sesión.
La ofensiva de este lunes estuvo dirigida contra la Representante a la Cámara, Ángela María Robledo, quien fue acusada de ser cómplice, copartícipe y aliada de los crímenes de secuestro, asesinato y violación.
La consigna es provocar y ofender
Tal y como ocurrió hace una semana con la senadora Valencia, el ambiente ayer se agudizó justo después de que el abogado Sergio Alzate, integrante de la Federación de Víctimas de las Farc, increpara a la representante Robledo diciendo “Las armas las valoraron en $220.000 millones. Qué bueno, representante, que esté tomando nota de eso, porque no tomó de los secuestrados, ni del inventario de bienes ni de los listados. Qué bueno. Gracias”. Una clara provocación por parte de Alzate.
Robledo, haciendo un esfuerzo por conservar la compostura, le respondió a Alzate “Llevo años trabajando por todas las víctimas; esto no puede convertirse en un espacio de odio. Ese señor ni siquiera es víctima. Tomé nota de todo lo que dijeron las mujeres de la (Corporación) Rosa Blanca y todo me duele, para que de alguna manera insinúe que soy una victimaria”.
Además, la atmósfera de la sesión de la Comisión de Paz, en el cual se llevaba a cabo la audiencia pública para escuchar a las víctimas de violencia sexual y reclutamiento siendo menores de edad, se vio alterada por la presencia del ex guerrillero de las Farc Olivo Saldaña.
Hay que recordar que el ex combatiente fue señalado por ‘armar’ la falsa desmovilización del Bloque Cacica Gaitana. Saldaña explicó que se hizo presente en el lugar como miembro de la fundación Manos por la Paz, organización que, según el ex guerrillero, agrupa a ex militantes de dicha guerrilla, que estuvieron presos, y que no se sienten representados ahora por el llamado Partido de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
Todo parece indicar que quien invitó a Saldaña fue Sergio Alzate, integrante de la Federación de las Farc, quien señaló que Saldaña habría formado una organización que se adhirió a la Federación tiempo después de que éste salió de la cárcel.
Por su parte, Saldaña negó que su presencia se debiera a la invitación de algún partido político en particular.
«Esto no puede convertirse en un espacio de odio»
“A mí me respetan, exijo respeto. Perdón, déjeme hablar”, le exigía Robledo a la exsenadora Sofía Gaviria, cofundadora de la Federación de Víctimas de las FARC. El altercado hizo que nuevamente se tuviera que levantar la sesión en la que las víctimas hacían uso de la palabra.
Robledo dijo que se sintió ofendida y que tomó nota de las declaraciones a través de las cuales la hicieron sentir como una victimaria. “Me ofendió porque llevo años trabajando por todas las víctimas de este país, esto no puede convertirse en un espacio de odio, ese señor ni siquiera es víctima”
De esta forma, el espacio destinado para intercambiar ideas y posturas acerca de la implementación del Acuerdo de Paz y la puesta en marcha de la Justicia Transicional, se ha ido desdibujando, y justamente ahora, en el momento crucial en el que se está definiendo la antesala del debate sobre las objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP.
«Es triste ver que la verdad nos está alejando»
El padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, manifestó a Caracol Radio su preocupación por todas las peleas que se han presentado en las sesiones de la Comisión de Paz del Congreso y por eso hizo un llamado para que se dejen de meter a las víctimas en las peleas políticas que se generan en el país.
«El dolor de las víctimas del Estado, de la Unión Patriótica, de los familiares de los secuestrados. Todas las víctimas nos duelen y es triste que la verdad no nos una y nos esté alejando.» indicó de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad.
«El camino no es el debate político, el camino no es la pelea. El camino es trabajar por la dignidad como colombianos”, y expresó que el dolor y la rabia están consumiendo a Colombia y acabando con la posibilidad de una reconciliación real.