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¿Es posible hacer y mantener un cese al fuego unilateral?

Por: Francisco Daza, Investigador Nacional

Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos


La semana pasada, Danilo Rueda, Alto Comisionado para la Paz, anunciaba que por lo menos 10 grupos armados habrían expresado su interés de realizar un cese unilateral al fuego, representando un paso tangible al llamado del gobierno de Gustavo Petro para hacer parte de la Paz Total. Los grupos que menciona Rueda tienen un amplio despliegue territorial en Colombia, entre ellos el Clan del Golfo (Autodefensas Gaitanistas de Colombia); los Grupos Armados PosFarc (GAPF), mejor conocidos como disidencias, con sus dos líneas: la Segunda Marquetalia y aquella que lideraba alias “Gentil Duarte” y que ahora sigue las órdenes de alias “Iván Mordisco” y que se han autodenominado Estado Mayor Central de las FARC-EMC; y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (también conocidos como Los Pachenca).

Este cese unilateral anunciado por el Alto Comisionado da cuenta de los avances que estaría teniendo en los diálogos con estos grupos armados, indicando también que están buscando respaldar con acciones las voluntades expuestas en videos y comunicados escritos en los que anunciaban su intención de participar en la Paz Total. Esto por supuesto puede representar un alivio humanitario para la población civil de los territorios mayormente afectados por la violencia de la guerra y/o donde estos grupos armados ejercen algún tipo de control social y/o territorial.

Hasta acá parece que hay claridades sobre el paso a paso que está tomando el Gobierno para acercar a estos grupos al proyecto de Paz Total a través de un sometimiento a la justicia, en el entendido de que el único grupo armado con el cual se plantea hacer una negociación similar a la que se hizo con la antigua guerrilla de las FARC-EP, es el ELN. Sin embargo, también hay diversos grises que surgen desde el propio significado de un cese al fuego y qué tanto del mismo están dispuestos a mantener los grupos armados que lo manifestaron.

El cese al fuego puede ser comprendido como la suspensión de hostilidades por parte de un grupo armado por un periodo de tiempo indeterminado sin que esto signifique que sea definitivo. Asimismo, en el cese al fuego no hay una entrega de armas, es decir que los grupos armados las mantienen en su poder. En este orden de ideas, también se debe señalar que el cese al fuego unilateral, tal como su nombre lo indica, lo realiza el grupo que lo expresa sin que esto sea un condicional para que otro grupo armado y con el cual tenga una relación de disputa haga lo mismo.

También se encuentra el cese bilateral, expresado por alias “Iván Mordisco” (quien según el expresidente Iván Duque habría muerto en una operación de bombardeo) el pasado 22 de septiembre, quien expresó que detendría sus hostilidades contra las Fuerzas Militares, siempre y cuando ellos mismos no fueran atacados por estas, pero dando a entender de forma implícita que seguiría su accionar bélico contra otras agrupaciones con las cuales mantiene actualmente una disputa armada, como serían el ELN y la Segunda Marquetalia.

Bajo este panorama se puede señalar que el cese al fuego manifestado por los grupos armados puede ser frágil por diversos motivos, iniciando por la voluntad real de realizarlo y mantenerlo, sobre todo en zonas de fuerte disputa armada en Colombia, como lo son los departamentos de Chocó (Clan del Golfo vs ELN), Cauca (EMC vs Segunda Marquetalia y ELN), Putumayo (EMC vs Segunda Marquetalia), Magdalena (Clan del Golfo vs Autodefensas Conquistadoras de la Sierra), Arauca (EMC vs ELN). A partir de esto, surgen interrogantes sobre el alcance del cese al fuego unilateral de estos grupos ya que como se señaló, varios de estos tiene una amplia influencia territorial, como es el caso del Clan del Golfo (241 municipios), EMC (119 municipios) y Segunda Marquetalia (61 municipios).

Asimismo, otro componente a tener en cuenta y que aún es desconocido es el papel que tendrán las Fuerzas Militares en el marco de este cese al fuego. ¿Mantendrán sus operaciones contra los grupos armados que han manifestado a Danilo Rueda su voluntad de realizar un cese al fuego unilateral? Y en este orden de ideas, ¿cuál será la vara del gobierno para medir un cese al fuego efectivo por parte de estos grupos armados?, teniendo en cuenta que hay hostilidades permanentes en municipios como Medio San Juan (Chocó) o Argelia (Cauca) en las que se encuentran involucrados estos grupos.

Ya se ha visto cómo grupos como la Columna Móvil Adán Izquierdo, que hace parte del Comando Coordinador de Occidente, quien a su vez integra al EMC, ya ha emitido un comunicado donde señala que buscan recuperar el municipio de Tuluá de grupos de delincuencia común, así como llamados de alerta por posibles enfrentamientos en Caldono (Cauca) entre disidencias y el ELN y ataques a la Fuerza Pública por parte del Clan del Golfo en el Carmen de Bolívar.

Ante este panorama también queda otro interrogante y es si el ELN en el marco de la reanudación de negociaciones con el Gobierno Nacional también se sume al cese al fuego (sin saber de qué tipo) planteado por los otros grupos armados y con quienes mantienen una disputa armada en diferentes partes del país. Ante esto, se hace necesario que desde el Gobierno Nacional se tengan preparados diferentes métodos de verificación del cese al fuego por parte de grupos armados, ya que el mismo puede ser tanto la oportunidad como la antesala para poner en marcha los mecanismos que están siendo diseñados desde por el Gobierno para vincular a dichos grupos a la Paz Total.

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