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«Es momento para que los liderazgos muestren grandeza»

Por: Carlos Castelblanco Pinedo – Redacción Pares


«Debemos aprovechar este momento tan caótico y tan distinto para reflexionar muy profundamente ¿quiénes se merecen gobernar nuestros destinos? Si el modelo de país y de mundo que estamos construyendo es el modelo que nos sirve, si ese es el modelo en el que queremos vivir o si definitivamente a través de nuestras decisiones podemos transformar de manera muy positiva el planeta. Yo creo que es una reflexión que le toca hacer obligatoriamente a las nuevas generaciones.»

Pares habló con María José Pizarro, Representante a la Cámara por Bogotá, integrante de la Comisión Sexta Constitucional, Segunda Vicepresidenta de la Cámara de Representantes y Copresidenta de la Comisión de Paz.


Pares: ¿Cuál es su análisis del decreto 444 de 2020 expedido por el Gobierno Nacional frente a esta situación y qué críticas puntuales ha hecho sobre el tema de la destinación de los recursos?


María José Pizarro: Hemos trazado unas críticas donde creíamos que debe ponerse un especial énfasis y atención a lo que sucede, además en estos momentos donde el Congreso, al no estar sesionando, pues tampoco hay control político a las decisiones que está tomando el gobierno. Nosotros hemos hablado de seis puntos que consideramos importantes.


Vemos con buenos ojos la creación del fondo, pero es importante que alertemos sobre la posibilidad de que éste sea usado para desfinanciar a los entes territoriales. Desfinanciar no es el propósito pero sí es un posible resultado si no se toman en cuenta las consideraciones, es decir, el gobierno debe garantizar que los recursos lleguen a las alcaldías con destinación a los programas de atención social y en salud en el marco de la emergencia y no a privados, cuyos intereses pueden estar definitivamente lejos del propósito del decreto.


Por otro lado el fondo ha sido creado con una cuenta sin personería jurídica del Ministerio de Hacienda, es decir que su manejo queda sujeto al criterio del ministro Carrasquilla. Esto nos preocupa, porque él tiene unos antecedentes graves que nosotros ya denunciamos en relación con su función ministerial en el pasado, por ejemplo los bonos de agua. Aunque hay discrecionalidad, también hay criterios de gasto y no son los de Carrasquilla.


Se debe revisar el artículo cuarto, que dice específicamente que son recursos de gasto para el sector central, para la burocracia necesaria para gastarla, para apoyar la liquidez del sector financiero , para adquirir capital, o deuda de los privados, públicos o mixtos, que desarrollen actividades de interés nacional. Hay que revisar eso muy bien.


El tercer punto que nos preocupa es precisamente que el 80% de los recursos del FONPET se toma para este fondo. Recordemos que estos son los fondos de pensiones de las entidades territoriales y que serían pagaderos en los próximos 10 años. En el pasado ya hay experiencias como la ley 100 de lo que puede ocurrir con los fondos que son tomados de esta manera es decir, jamás retornaron una vez superada la crisis.


Pares: ¿No hay forma de garantizar el retorno de recursos a dicho fondo?


M.J.P: En el decreto no se establece ningún mecanismo que aclare cómo el Gobierno Nacional en el futuro va a retornar estos fondos que fueron tomados prestados; luego en el articulado del decreto hay un punto que nos preocupa de manera especial y es el que permite el uso de los recursos para dar liquidez transitoria al sector financiero.


En nuestro criterio esto quiere decir que se le dará crédito o préstamo sin especificación a las entidades bancarias que así lo soliciten, y sin especificar los términos para su retribución, es decir nos preocupa que la crisis sea usada para usar recursos públicos y salvar a los bancos.


Por otro lado, y como quinto elemento de análisis, el fondo también permite el uso de recursos para apalancar operaciones de privados en las bolsas de capital. Según el decreto, la idea es que a través del fondo se compren acciones de empresas privadas públicas y mixtas para mantener su funcionamiento en aquellas que son de interés nacional.


Nosotros nos preguntamos si esto quiere decir que los recursos pueden ser usados para compras de acciones en la bolsa. Entonces la pregunta sería si este es un fondo para atención de emergencias o un fondo para estabilizar financieramente.


Finalmente, el decreto faculta al Ministerio de Hacienda para proveer a quién él decida con tasas de interés subsidiadas. Esto le da muchísimo poder para que quede sujeto a unos pocos y sobre todo en medio de esta crisis en la que se requiere dar liquidez a miles de hogares de escasos recursos, muchos de los cuales ni siquiera cuentan con cuentas de ahorro.


Se especifican qué subsidios se le darán a las familias, pero nadie tiene claro cómo poder acceder a estos recursos que se deberían estar priorizando a las personas y a los sectores más vulnerables. Básicamente la alerta grande que sacamos es si definitivamente ese decreto es para financiar el gasto de la emergencia por el coronavirus y sus impactos sociales y no se convierta en una vaca lechera de la que pueda hacer uso del sector financiero.


Pares: ¿Qué papel debe desempeñar el Congreso frente a esta situación que usted señala?


M.J.P: El problema real que tenemos también como congresistas en el marco de esta crisis es que al no poder sesionar de forma presencial, tenemos que propender para que las sesiones virtuales que deben hacerse brinden todas las garantías constitucionales para que las votaciones se puedan dar con total transparencia y lo mismo las discusiones.


En este momento lo que estamos viviendo es la incapacidad de poder articularnos, de poder presentar las alertas, de hacerlas públicas, más allá de lo que podamos hacer a través de las redes sociales y los medios de comunicación.


La preocupación que tenemos hoy desde el Congreso de la República y desde la oposición es si realmente se están brindando las garantías para que podamos ejercer nuestra función de control político. Obviamente hay que hacer una crítica de manera muy constructiva, de manera muy propositiva, de ayudar a aliviar la crisis y siempre que hagamos una denuncia la acompañamos de una propuesta.


Pero no se puede limitar el control político y dejar abierta la puerta abierta a que el Gobierno haga lo que considere oportuno según su visión de país, sin tener en cuenta otras posiciones y otros mecanismos que podrían ayudarle al mismo Gobierno a solventar de manera más integral la crisis que estamos viviendo.


Pares: Por otra parte, continúan la violencia y los crímenes contra líderes sociales y excombatientes. La semana pasada usted lideró una sesión virtual de la Comisión de paz del Congreso para analizar este asunto tan dramático. ¿Cuál fue el resultado?


M.J.P: Definitivamente el Gobierno no ha tenido ninguna voluntad para implementar los mecanismos que ya se contemplaban en el marco de los acuerdos, no hay ninguna voluntad política y se han tomado unas decisiones sin tener en cuenta la participación efectiva de las comunidades ni tampoco las dinámicas territoriales.


Hay unas causas que vulneran el ejercicio de los líderes sociales, pero también hay una estigmatización por parte de los gobiernos locales, de los funcionarios públicos ,de la fuerza pública a la labor que realizan los líderes sociales y defensores de Derechos Humanos, por lo tanto tampoco hay una protección efectiva, ni un blindaje social a la labor que realizan estos líderes sociales.


En el marco de esta crisis lo vamos a ver de manera muy clara: ¿Cuál es precisamente la labor de denuncia que realizaban los líderes sociales? Por ejemplo quedó muy claro que una de las causas relacionadas por las cuales están asesinando a las personas en los territorios es el acompañamiento y apoyo a la implementación de los acuerdos, de las personas que ejercen participación política de territorios con alta conflictividad.


Pero hay un punto que es la agenda de corrupción, es decir las organizaciones o los líderes sociales que hacen veeduría a la inversión o a la ejecución de los recursos públicos, ellos son personas que están siendo asesinadas hoy en los territorios y su labor, ahora en el marco de lo que estamos viviendo, puede ser absolutamente fundamental.


Tampoco se ha avanzado en la sustitución de cultivos y lo que quiero decir con esto es que no se puede pretender solucionar en cuatro días algo a lo cual el gobierno no le ha prestado la atención suficiente. Lo que sí sabemos es que si desde el primer momento se hubiesen tomado las medidas, hubiesen actuado de manera diligente hoy no tendríamos la situación que estamos viviendo. Nosotros no podemos permitir que por causa de la pandemia que estamos viviendo se desatiendan completamente las comunidades que van a quedar a merced de los actores violentos, como ya lo están.


Pares: ¿Qué papel considera usted que debe desempeñar la bancada de oposición en el Congreso de la República en estos momentos?


M.J.P: Nosotros hoy nos preguntamos si efectivamente el Gobierno que tenemos es legítimo. Hay toda una serie de denuncias alrededor de la ‘Ñeñe Política’ de lo que sucedió con Aída Merlano, que hoy se nos olvida. Las denuncias apuntan a que es un Gobierno corrupto y por lo tanto nuestra función debe ser de poder evidenciar y dejar claro ante la ciudadanía que tenemos, no solamente una enfermedad endémica de corrupción en nuestro país, sino que en el marco de gobiernos como éste y de situaciones como la que estamos viviendo esto puede presentarse de manera dramática. Y quienes se ven perjudicados son los ciudadanos.


Debemos seguir presentando las denuncias, pero también debemos tener en cuenta que la prioridad número uno en el marco de esta emergencia es la ciudadanía. Nuestro discurso tiene que llegar por lo menos al sector al que nosotros le hablamos de manera más directa, nuestros votantes y las personas que creen en una forma diferente de hacer política.


Pero independientemente de eso, nosotros tenemos que actuar y es algo en lo que yo me he empeñado muchísimo, en mantener cohesionada la bancada de oposición, en poder mandar unos mensajes conjuntos, en que podamos actuar de manera coordinada.


Hoy es evidente que hay una crisis de gobernabilidad y el Presidente terminó tomando las medidas casi que en reacción a las medidas que estaban tomando los mandatarios locales, y precisamente por eso saca decretos como los que saca, intentando quitarles competencia para ganar un protagonismo que no tiene, porque no tiene el liderazgo suficiente para convocar alrededor de sí a la ciudadanía y a los gobiernos locales. Además, es momento para que el Congreso también muestre grandeza. Yo creo que aquí se tiene que actuar de manera muy inteligente de cara al 2022 y ojalá nosotros logremos cambiarle el rumbo al país y la ciudadanía aproveche para hacer reflexiones que como país no hemos hecho.


Pares: ¿Hay una lucha de protagonismo por mostrar quién puede darle manejo a esta emergencia tan complicada entre mandatarios locales y líderes políticos, por ejemplo en el caso de Bogotá?


M.J.P: Por un lado Claudia López está actuando de manera diligente en el marco de atender la crisis que está viviendo la ciudad, es decir atender a la ciudadanía bogotana, y Gustavo Petro está asumiendo una postura de análisis, de propuestas y en algunos momentos respaldo necesario al Gobierno Nacional.


Quisiera creer que eso se desarrolla de esa manera, porque si es así estamos hablando es de la grandeza de los gobernantes que tenemos, de la grandeza de quienes están destinados a dirigir el destino de este país, bien sea hoy como Claudia que está hoy al frente de la alcaldía, o Gustavo si en algún momento llegara a estar en la Presidencia de la República.


Yo espero que éste también sea un espacio para que los liderazgos políticos nacionales actúen con grandeza y generosidad, que por primera vez y esto es un llamado también a la oposición política y a quienes han estado históricamente en la oposición política, a que pongan por delante el país y no solamente sus intereses personales.


Este es un momento realmente para crecer como país, para crecer como oposición, para plantearse como alternativa, para entender que tenemos distintas visiones. Nosotros podemos convocar a los sectores más amplios del país, es decir no quedar en un nicho, marginales, sino lograr hablarle al país y esa es la talla de los gobernantes que necesitamos y es la talla que necesitamos de quienes se plantean su vida política como alternativa.


Pares: En estos momentos ¿se siente más cerca de Claudia López o de Gustavo Petro?


M.J.P: Yo acompaño a Gustavo en el modelo de país que él propone, yo siento que él ha sido, y eso sí lo resalto y lo resaltaré siempre, el único que se ha pensado el país más allá de intentar encontrar posturas. A veces el problema del centro, en mi criterio, es que intenta acercar la postura de la derecha con la postura de la izquierda, entonces en ese intentar acercar esas posturas sencillamente terminan un poco atados a la derecha o a la izquierda intentando que ambos sectores estén tranquilos, como arañar de ambos sectores.


Considero que lo que se necesita es proponer un modelo completamente nuevo, proponer soluciones para Colombia, pensarse el país, reflexionar en torno al país que queremos construir y creo que quien lo ha hecho más y quien ha realmente sido mucho más propositivo en ese sentido, más visionario, más estadista definitivamente es Gustavo Petro. Pero definitivamente Petro solo no va a llegar y tiene que ser más amplio en la forma en la que se muestra al país.


Quisiera ver un Gustavo menos confrontador y realmente muchísimo más estadista, pero definitivamente para poder lograr eso se requiere construir una segunda línea, se requiere construir toda una serie de liderazgos que sean capaces de acompañar. Se tiene que lograr acercar a distintos sectores de la sociedad, incluidos aquellos que no nos oyen porque obviamente ha habido un trabajo muy acertado por parte de varias personas y es encasillarnos en el mamertismo, en el comunismo, el castrochavismo toda una serie de posturas que ni siquiera responden al país que se propone. Se requiere avanzar en la talla de nuestros gobernantes y yo creo que definitivamente que a todos nos falta camino por recorrer.


Pares: Hace 30 años ocurrió un hecho histórico que fue la finalización del proceso de paz con el M-19, y ese proceso fue liderado por Carlos Pizarro, su padre. ¿Cómo analiza hoy, 30 años después, ese hecho para el país? ¿Qué importancia tiene?


M.J.P: En términos de país vamos a decirlo así: yo siento que el M-19 le entregó a Colombia, una propuest política liderada por mi padre. Pero ahí debemos ser lo suficientemente grandes para reconocer que había todo un grupo humano que se había pensado el país de una manera muy particular, y siento que ellos fueron visionarios en la posibilidad de hablarle a una gran masa poblacional, de transgredir las fronteras de la izquierda con un diálogo en términos en un discurso nacional, un pensamiento político madurado, de unas charlas muy profundas.


Un mérito del M-19 fue no haberse quedado en el estrecho grupo del movimiento guerrillero sino haberse pensado el país muchísimo más allá. Yo creo que en eso el M-19 le propuso una forma de hacer política diferente al país.


Por otro lado, fueron capaces de recuperar el discurso nacional y entregarle referentes diferentes. Hoy el país tiene referentes de paz precisamente a partir de las movilización de los movimientos guerrilleros en Colombia del M-19 y de otros, pero el líder más emblemático fue mi padre y yo creo que mi padre hoy, como muchos otros, es referentes para la paz y le estaba hablando a una ciudadanía de todos los colores.


Por eso 30 años después todavía está ese pensamiento y esas propuestas y esa figura en la memoria colectiva del país, sin que genere resistencia. Tú puedes hablar con personas muy diversos sectores sociales, incluidos los militares, que tienen una recordación positiva de mi padre y por lo tanto tienen ahí un referente de paz, una paz que fue posible.


El 26 de abril se cumplen 30 años de su asesinato, es decir no solamente fue la firma de los acuerdos de paz sino que en términos personales la paz fue triste y fue dolorosa, en el sentido de que en ese momento perdí al ser más importante de mi vida, entonces también entendí que la paz era dolorosa, que se podía hacer una guerra en medio de la paz. Es decir que la tragedia colombiana es que la paz y la guerra conviven de manera dramática, que esa conversación que proponía el M-19, es una conversación inconclusa.


Pares: ¿Estaba orgullosa de su padre en esos momentos?


M.J.P: Sí, sentía un orgullo inmenso. Todavía lo siento porque cuando miro la talla de políticos, como decía, la grandeza, la dimensión de los políticos que tenemos hoy, yo creo que personas como mi padre le hacen una falta terrible al país, porque eran personas que no solamente le hablaban a un estrecho grupo sino que le hablaban a la sociedad colombiana.


Este grupo generaba empatía, despertaba emociones. El político no solamente debe ser absolutamente riguroso en su construcción ideológica, en sus propuestas, en su análisis del país, sino que además tiene que ser capaz de enamorar a la mayoría. Eso también hace parte del trabajo de los políticos, gente que sea capaz de convocar a sectores amplios, que sea capaz de un discurso mucho más afectuoso, mucho más tangible, no el de la eterna confrontación. Y esa es la talla de políticos que necesitamos y que le hacen falta al país.


Considero que la oposición se acostumbró a estar peleando y no sabe cómo pensarse en términos desde el gobierno. Los otros, los sectores tradicionales construyeron un modelo de Estado a su propio beneficio y su propio interés. El problema fue que quedó un grupo por fuera y eso no depende de tintes políticos, depende de cuál es nuestra capacidad de sintonizarnos con el país. Yo creo que ese será el reto que tendremos en los próximos años, y ojalá nosotros como generación tengamos la capacidad de forjar liderazgo en el seno del pueblo.

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