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El zar del contrabando de Buenaventura podría meter en líos a la mano derecha del Fiscal

Por: Redacción Pares


Fotos tomadas de: Radio Nacional y El Colombiano


En una entrevista realizada por Daniel Coronell en noviembre del 2023 la vicefiscal Martha Mancera se molestó por las incisivas preguntas del periodista. Le cuestionó los nombramientos en puestos altos en la Fiscalía de un hermano y una amiga muy cercana a ella. Además, en su espacio en W Radio, le tocó el tema más espinoso. Es que los agentes del CTI Pablo Andrés Bolaños y Fabio de Jesús González dieron a conocer, en octubre de ese año,  una versión en donde supuestamente habían sido objeto de una persecución por parte de la Vicefiscal quien estaría encubriendo los nexos con narcotraficantes que podría tener Francisco Javier Martínez, director del CTI en Buenaventura. Los agentes del CTI buscaban hacer público el entramado.  Coronell aprovechó la entrevista para señalarle el posible engavetamiento de  una investigación contra Walfa Tellez, esposa del fiscal Francisco Barbosa.


Martha Mancera trabaja en la Fiscalía hace treinta años y algunos medios como Cuestión Pública han afirmado que se trata del verdadero poder en esa institución. Si el próximo 8 de febrero la Corte Suprema no acepta la terna que aprobó el presidente Petro, Mancera sería el reemplazo de su amigo, Francisco Barbosa.


Con el correr de las semanas el escándalo aumentaría de decibeles para Mancera. Este cinco de febrero la revista Raya rebeló que efectivamente la Fiscalía habría ignorado un informe en donde se comprobaría la participación de Martínez en una intrincada red de narcotraficantes.

Juan Pablo Barrientos, periodista de Casa Macondo, fue más allá. Dos denuncias que reposan en un expediente judicial radicadas en octubre del 2016 indicarían que la fiscal habría protegido, a cambio de dinero, un cargamento de Diego Marín quien ha sido señalado por los medios desde hace varios años como el zar del contrabando en Buenaventura y que, desde el 2011, viene siendo objeto de investigaciones sobre sobornos a instituciones del Estado.


En agosto del 2011 la inteligencia de la policía nacional realizó un allanamiento, con prueba de polígrafo incluida a sus miembros, a las oficinas de la policía Fiscal y Aduanera. La iniciativa había sido tomada por quien era entonces el comandante de la policía, el general Oscar Naranjo. Se podría tener información en la que se constatara un posible soborno en altas instituciones del Estado de quien funge desde esos años como el zar del contrabando en Buenaventura.


Es poco lo que se sabe sobre Marín. Afirman que se hace llamar Papá Pitufo por el mando y autoridad con el que se maneja en esa actividad delictiva, que obtuvo a principios de la década pasada la nacionalidad española, que sus empresas se las deja a testaferros, y que tiene caudalosas cuentas en bancos en el extranjero.


Según reveló la Revista Semana en el 2011 Marín es caldense pero afincado hace muchos años en el Valle del Cauca, fue gerente de una compañía en Cali, que tenía la razón social de la Agencia Colombiana de Aduanas y fue socio de una compañía de correos llamada Currier on time. Trae mercancía de China y en 1994, lo que se conocía antes como la DIJIN, lo vinculó con el lavado de activos dentro del Cartel de Cali. Luego de la captura de los Rodríguez Orejuela se dedicó a negocios relacionados con el contrabando. En la primera década de este siglo tuvo que convivir con el Bloque Calima de las AUC, amos y señores del Puerto de Buenaventura. Este frente, comandado por Ever Velosa, alias HH, controlaba la entrada y salida de la mercancía.


La DIAN ha podido incautarle cerca de 15 millones de dólares en mercancía pero sólo tiene registrado a su nombre una casa. Desde el 2004 Estados Unidos le ha quitado la Visa. Lleva 20 años siendo una obsesión para la justicia de ese país. En Washington tendrían pruebas suficientes para determinar que él es el amo del contrabando de textiles y que movería 5 billones de pesos al año. Marín, de quien no se conoce ni siquiera una foto, le dio una breve entrevista a El Tiempo en donde se quejó de una posible persecución: “No han podido probarme nada. Soy un perseguido de la Dijín desde 1993. No sé por qué, solo quieren ‘positivos’ conmigo”.


Pero nunca han podido ponerle un dedo encima. En el año 2015 se adelantó un proceso de extinción de dominio contra él pero se frenó misteriosamente. Agentes antimafias en Estados Unidos se preguntan ¿Quién lo protege?


La investigación del acucioso periodista Juan Pablo Barrientos en Casa Macondo podría revelar un entramado insospechado. ¿Tendría algo que ver la vicefiscal? La investigación apenas comienza.

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