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El naufragio de Botero en un mar de crímenes y mentiras

Por: Redacción Pares


«La presión ciudadana y una labor de oposición inteligente y documentada han tumbado un ministro incompetente y complaciente con el crimen y la violación de los derechos humanos.» con este mensaje León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación -Pares, explicó la renuncia que presentó esta tarde Guillermo Botero, exministro de Defensa del gobierno de Iván Duque.


Hay un refrán popular en las sabanas de los llanos orientales que indica un final inminente, inevitable: «se le entró el comején» . Desde hace meses, Pares advirtió los fracasos, los crímenes y las mentiras sobre las cuales Botero construyó un proceder ministerial y una doctrina militar que buscó un enemigo interno y la criminalización de cualquier asomo de protesta y oposición. Hoy, esa estructura que levantó el exministro se le vino encima, ya no podía sostenerse más. Era sólo una cáscara que por dentro estaba vacía, comida por el comején, que como la verdad de los muertos, es implacable.


Botero, los hechos son tercos


El primer hecho fue el asesinato de Dimar Torres, un desmovilizado del ahora partido Farc, quien habría sido torturado. Inmediatamente se conoció el homicidio, el ministro se apresuró a decir que había muerto en medio de un forcejeo, sin embargo, apenas, horas después, se supo que no hubo forcejeo y que serían varios militares los que participaron en un homicidio, que además habría sido planeado. En otras palabras, el ministro no solo dijo mentiras, si no que quedó como cómplice al intentar encubrir un homicidio.


En segundo lugar, cuando ocurrió el asesinato de la lideresa María del Pilar Hurtado, el exministro de la Defensa dijo que habría sido el ELN. Nuevamente era una gran mentira, incluso para los más desprevenidos en el tema, esa versión era más que ridícula, ya que en la zona del sur del departamento de Córdoba no opera el ELN desde hace varias décadas. Además, la versión según la cual María del Pilar no era lideresa rápidamente tomó fuerza en las autoridades, en este caso posición secundada por el alcalde de Tierralta, lo cual a su vez llevó a que gran parte de la sociedad colombiana sintiera que había algo más complicado que no se había dicho y los intentos por torpedear las investigaciones eran más que evidentes.


Sin embargo, de la indignación con las posiciones del ministro de Defensa se pasó a la burla. En un Taller Construyendo País, el exministro manifestó que los mayores problemas de seguridad en Puerto Carreño, la capital del Vichada, eran producto del robo de ropa. No debe olvidarse que actualmente el Vichada es una de las zonas donde hay cultivos de hoja de coca, el sur del departamento es dominado la disidencia de la exguerrilla de las Farc y particularmente Puerto Carreño es zona de paso de droga y ahora es ruta de trata de personas.


Todo parece indicar que Botero ni siquiera sabía de esta división básica que debe hacerse a la hora de analizar los problemas de seguridad en un territorio. Al final, hay una sensación entre risa y preocupación por el papel del ministro Botero.


El tercer hecho grave, y como en el caso de Dimar, la comunidad fue la que permitió que se conociera ante la opinión pública el asesinato del joven Flower Trompeta Paví. Precisamente, los habitantes quienes denunciaron que que los uniformados del Ejército habrían torturado a Trompeta Paví metiéndole una mano en una máquina despulpadora.


Trompeta era un comunero indígena. La comunidad, a su vez, señaló que el Ejército pretendió hacer pasar al líder campesino como un miembro de la disidencia de las FARC muerto en combate. De esta forma, el macabro capítulo del asesinato de Trompeta Paví, otra vez, configura una disputa de versiones entre el Ejército y las denuncias de la comunidad.


Y en el marco del debate de moción de censura que se realizó este martes en contra de Botero en el Senado de la República, el citante senador del partido de la U, Roy Barreras, develó un informe que demuestra que en un operativo realizado en el mes de agosto, y que fue presentado como un éxito del Ejército, en realidad fue contra niños y jóvenes menores de 20 años.


El congresista aseguró que el 2 de septiembre el ministro Botero informó sobre un operativo militar en Caquetá, unos días después del anuncio que hicieran Iván Márquez y Jesús Santrich sobre la creación de una nueva guerrilla, donde habrían sido abatidos 14 disidentes de las Farc; sin embargo, el senador Barrera acusó a Botero de esconder que en ese bombardeo fallecieron varios menores de edad.


El joven Abimiller Morales tenía 17 años, Willmer Castro 17, Diana Medina 16 años, José Rojas Andrade 15 años, Jhon Edinson Pinzón 17, la niña Ángela María Gaitán tenía 12 años y Sandra Patricia Vargas 16. Ministro, Usted le escondió a Colombia que ese día de septiembre bombardeó a siete niños», señaló Barreras.


Además, y para rematar con broche de oro, el presidente Iván Duque, en su afán de hostigar el régimen de su homólogo venezolano con quien tiene rotas las relaciones desde el mes de febrero, presentó en septiembre un informe ante las Naciones Unidas en el cual enseñó una foto del ELN supuestamente reclutando a menores de edad en territorio venezolano, sin embargo, resultó ser falsa.


El periódico El Colombiano presentó en exclusiva una nota sobre el origen de dicha imagen y señaló que ellos obtuvieron esa imagen en 2015 por medio de Inteligencia Militar, a cargo del hoy exministro Guillermo Botero, en el marco de un especial que realizaron sobre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el municipio del Tambo, departamento del Cauca, ubicado en el suroccidente de Colombia.


En ese sentido, señaló el diario, que la fotografía presentada ante la ONU fue publicada el 7 de junio de ese año y no corresponde al supuesto reclutamiento de esa guerrilla el Estado de Táchira en Venezuela en 2018, sino a los eventos realizados por el ELN en un pequeño poblado llamado Huisitó, Cauca.


Otras razones que hundieron a Botero


Botero ha negado la existencia del conflicto armado en Colombia, ya que, según su doctrina, es un riesgo para la seguridad jurídica de los miembros de la fuerza pública. En la actualidad, el gobierno le ordena a los militares a conducir operaciones militares ofensivas en contra de los grupos residuales de las FARC del ELN, del clan del golfo y de por lo menos otros dos grupos de crimen organizado sin reconocer la existencia del conflicto armado.


El lanzamiento de operaciones militares con un grado de certeza entre el 60% y 70%. Cabe destacar que esta es una directiva aplicada desde 1993. Sin embargo, hace muchos años que desde la fuerza aérea exigió que la certeza de la inteligencia fuera mucho más cercana al 80% – 85%. Para proteger el “principio de distinción”.


Y Botero, en vez de garantizar que se elevaran los niveles de certeza para lanzar operaciones, sacó a relucir doctrinas del 93 y las reiteró como su doctrina de combate. Además, durante su ministerio, se presentó la aproximación de resultados operacionales que obliga a los generales a decir cuántas muertes en combate podrían llevarse a cabo durante el 2019. A lo cual se suma lo ocurrido con la investigación del periódico norteamericano The New York Times, en la cual denunciaba que el comandantes del ejército les obligaba a duplicar los “resultados”.


«La ingobernabilidad del presidente Duque tenía su mejor muestra en el Ministerio de Defensa y la política de seguridad del país. Lo que ocurre en el Cauca, y en otras regiones del país, amerita cambiar a la cúpula militar por corrupta. Por inepto, el exministro Botero ya renunció esta noche» indicó Ariel Ávila, subdirector de Pares.


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