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El carácter político de la Minga Indígena y Popular

Por: Walter Aldana. Columnista Pares.


Uno de los argumentos esgrimidos por el gobierno nacional, los gremios de la producción y los grandes medios de comunicación, es que el presidente no atiende la voz de la minga porque es de carácter político y no reivindicativo. Claro, se asombran que un número tan grande de colombianos y colombianas se movilicen para exigir el cumplimiento de nuestra constitución en relación a sus derechos.


Y como la condición para mantener el statu quo es la premisa de que la comunidad no participa, no aprende, no sabe de política, para ello están los “parlamentario, Diputados y concejales”, por eso el manejo de los presupuestos, la construcción de políticas públicas, la corrupción, es más, por dejarle la política a los políticos es que estamos como estamos.


En los últimos veinte años se han firmado más de 1.360 acuerdos entre la comunidad y el gobierno, en los 42 municipios que conforman el Cauca, de los más de un millón cuatrocientos mil habitantes, los indígenas representan el 21.6%, los afros 22.2% y el campesinado y mestizos 56.3%, la mitad de dicha población se encuentra en condición de pobreza, alrededor de 17.000 hectáreas de hoja de coca sembradas en los territorios.


Con la anterior situación descrita es imposible que la minga no sea política (entendida esta como las definiciones que se toman y afectan una comunidad), el gobierno con la ayuda de los grandes medios de comunicación pretende sembrar en el desprevenido oyente, lector o televidente, la confusión asimilándola con estructuras partidistas, tan desprestigiadas hoy.


El Cauca que tiene 45 lideresas y líderes sociales asesinados, claro que le va a hablar a Duque del respeto y protección de la vida, obligación constitucional de su gobierno. El Cauca que tiene más de ocho grupos ilegales moviéndose por sus veredas y corregimientos le va a hablar de paz al presidente.


Este Cauca digno y rebelde que afianza y reconoce sus autoridades, a sus guardias cimarronas, campesinas e indígenas, va a exigir de autoridad a autoridad al Ejecutivo colombiano. Los procesos sociales que defienden el medio ambiente, los sistemas agroambientales y las energías renovables, frente al fracking devorador de suelos y agua, le van a hablar.


Los jóvenes de la matrícula cero le van a hablar y exigir al presidente para que lo instituya en todo el territorio nacional. Los voceros de la Coccam le dirán a Iván que no aceptamos la aspersión aérea con glifosato.


Por ello la minga SÍ es política, por que reivindica las soluciones a nuestras necesidades y las comunidades definieron ir a la política social, no a su politiquería de muerte.


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