Por: Katerin Erazo, Periodista
Información general
Este Diálogo Regional Vinculante se realizó en El Banco, departamento de Magdalena, el día 25 de octubre.
Principales puntos tratados durante el Diálogo
En un total de 20 mesas distribuidas en el espacio, los participantes entregaron las propuestas. En la mesa de la población de jóvenes fueron tratados temas como la infraestructura, el conflicto, la educación, la participación juvenil, el empleo, el emprendimiento y el ordenamiento territorial; mientras que en otra de las mesas compuesta por los gremios, se trataron asuntos relacionados con la comercialización de productos, el déficit de vivienda, la creación de una universidad con carreras afines a la región del bajo Magdalena y el mejoramiento vial regional.
También en el transcurso de la jornada se habló de la necesidad de fortalecer la cultura regional, la formación y la implementación de los Acuerdo de Paz. Los participantes destacaron la importancia de realizar un ordenamiento de la actividad pesquera en el Magdalena de la mano de proyectos de energía renovable y la recuperación de santuarios ambientales.
Leidy Fuentes, asistente al diálogo, dijo que: “queremos que, como comunidades, se escuchen nuestras propuestas. Que todo eso llegue a nuestras regiones, que no haya barreras. Que seamos visibilizados por un mejor futuro”.
Asimismo, Miriam Madera quien llego al diálogo desde el municipio de Magangué, Bolívar, destacó estos espacios como oportunos para el pueblo que ha esperado por mucho tiempo para ser escuchado por el Gobierno.
Participantes
Cerca de 1.050 personas participaron en este Diálogo Regional Vinculante, provenientes de los 22 municipios ribereños del Magdalena, cinco de Bolívar y 17 del Magdalena. El colegio Lorencita Villegas de Santos fue el escenario de este espacio donde se recogieron las propuestas y proyectos de las comunidades. La ministra de Cultura, Patricia Ariza fue quien encabezó este diálogo.
Ariza destacó la importancia que le da el Gobierno del cambio al pueblo con la participación de las comunidades: “no hay transformación posible sin una participación de todos los colombianos y colombianas. Este es un ejemplo de que vamos a escucharlos y hacer que la voz de todos los municipios se oiga”.
También este espacio contó con la participación del alcalde del municipio El Banco, Roy García, quien mencionó: “veamos cómo el gobierno del presidente redescubre el río, cómo empieza, a través de estas mesas, a hacer partícipe del desarrollo a las comunidades y al pueblo, a quienes tienen las necesidades”, además expresó que los alcaldes son “simples integradores”.
Contexto de la subregión
En la mayoría de los pueblos ribereños del río Magdalena las familias sostienen su economía de la pesca artesanal, con la dificultad de que año tras año sufren de inundaciones por el crecimiento desmedido del afluente, que además les impide realizar sus tareas diarias. Su economía está centrada principalmente en las actividades agropecuarias, ganaderas, turísticas y portuarias.
De acuerdo con la Secretaría de Gobierno del Magdalena, uno de los problemas que requiere mayor atención en esta subregión es el de la salud, puesto que por la corrupción administrativa que se vivió, se registran varias deudas con hospitales del mismo departamento y de otras ciudades de la Costa.
Según el Dane, en el país el índice de necesidades básicas insatisfechas es del 27%, mientras que en el Magdalena ascienden a 47,6%.
El conflicto armado en Magdalena se desarrolla desde la década de los 70, primeramente con la conformación de grupos paramilitares en la Sierra Nevada de Santa Marta llamados “Los Chamisos”. En los 80 se empieza a haber presencia guerrillera, cuya primera aparición, según Nicolás Hernández, investigador de la Línea de Seguridad y Convivencia de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), fue por parte de las FARC- EP en 1982 con el Frente 19 que operaba entre los departamentos de Cesar y Magdalena, con el fin de controlar la troncal de oriente.
Para 2001 se da un enfrentamiento entre grupos paramilitares del Bloque Norte, liderado por Jorge 40, Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, los cuales enfrentaron a la estructura de Hernán Giraldo. Actualmente en el Magdalena hay presencia del Clan del Golfo.