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Desempleados y endeudados: el duro presente económico

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares


Las cifras de desempleo no son alentadoras en Colombia. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), para el mes de septiembre de 2019 la tasa de desempleo fue 10,2%, mientras que en el mismo mes del 2018 fue de 9,5%. Asimismo, la tasa global de participación se ubicó en 62,8% lo que representó una disminución de 1,6 puntos porcentuales frente a septiembre de 2018 que fue de 64,4%.


Y en cuanto al trimestre móvil de julio a septiembre, el desempleo se ubicó en 10,6%, lo que también significó un aumento de 1,1 puntos porcentuales comparado con el mismo periodo de 2018, que tuvo un 9,5%.


El panorama de los últimos meses muestra la tendencia de que este índice va en crecimiento y la empleabilidad no mejora, pese a que el gobierno colombiano ha manifestado que la economía va por mejor camino.


El DANE también informó que las ramas que más cayeron fueron agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca con 5,4%, seguido de Industria manufacturera con 5,3%. Dos de los sectores más importantes de la economía colombiana.


¿Impacto global en la economía de Colombia?


La Fundación Paz & Reconciliación-Pares conversó con el analista en economía, José Roberto Acosta, quien habló sobre los retos que tiene este gobierno para solventar el problema del desempleo, y la lupa con la que está analizando la economía nacional que, según el experto, es de forma errada.


“Hoy supimos el dato de creaciones de empleo en Estados Unidos, y superó la expectativa del mercado, favoreciendo los indicadores de desempleo, es decir que Estados Unidos sí está generando empleo, mientras que Colombia lo está destruyendo como lo dan las cifras de septiembre, así que se debe circunscribir el análisis a lo que es nuestro mercado laboral interno”, explicó el experto.

Así las cosas, la imagen de la economía colombiana es la siguiente: una industria que sigue estancada, en la que la oferta o producción interna se está restringiendo, y donde lo que hace crecer la economía es el consumo y no la producción.


Esto quiere decir que aumenta la demanda y no la oferta, y una demanda al debe, en la cual la ciudadanía resulta endeudada para consumir. Y, por otro lado, una demanda alimentada por el choque demográfico de migración de venezolanos.


El mito de los venezolanos y el desempleo


Desde el 2017 cuando se conoció la oleada más grande de migraciones de venezolanos y venezolanas, se infundió por medio de redes sociales y medios de comunicación la idea de que la llegada masiva de extranjeros iba a deteriorar la economía del país.


Sin embargo, el DANE corroboró que las altas tasas de desempleo no se deben a la migración venezolana, y en cambio, han estimulado el consumo de los productos y servicios nacionales. En ese sentido, una vez se estabilice la migración, implicará un estancamiento total del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que ronda en el 3%. Cifra que que según el gobierno se debe a la reforma o la ley de financiamiento, que sí tuvo un efecto en el crecimiento.


“Yo les respondo que no es cierto, que deben confirmar que el principal impulsor de crecimiento durante el primer semestre de 2019 es la demanda de venezolanos, como lo dice el DANE. Entonces si es el consumo y demanda de los venezolanos lo que justifica el crecimiento económico, lo fundamental es que el gobierno sea consciente de que la ley de financiamiento o la reforma tributaria como la llama ahora para volverla a pasar no es el motor de crecimiento”, aseguró Acosta.


Esto quiere decir que es un problema estructural de un estancamiento del sistema productivo que no genera empleo, ni en servicios, ni en industria, ni en agricultura. Tal como quedó registrador por el DANE. Así que es un tema de modelo económico, un tema de política económica que está fracasando.


Según el experto, Colombia es el peor país del indicador costo-beneficio del mercado laboral de los 28 países que conforman la OCDE. Así que el desempleo se debe a un mercado laboral operacionalizado, con un salario que no alcanza a cubrir las necesidades mínimas del trabajador, y que le llevan a la decisión de no contratarse porque eso le implica casi que una pérdida en bienestar.


Recomendaciones al gobierno


“Lo primero que la economía sea el eje central de la política del gobierno, que Duque se dedique a preocuparse por el bolsillo de los colombianos. Entonces yo creo que, si el gobierno sigue pensando erróneamente en su reforma tributaria como el motor de crecimiento, se va a llegar una gran sorpresa y vamos a ver mayor deterioro laboral”, destacó.


En definitiva, la economía va mal, y la cuestión es que la economía se tiene que medir por el PIB, y como el gobierno ha señalado el crecimiento del 3% por encima del promedio latinoamericano y global, entonces asegura que todo está bien, pero no es así.


“Una vez visto ese 3% uno tiene que preguntarse por qué y cuáles son los motores de ese crecimiento. Y el motor es demanda, no oferta, y si ese es el único motor hay que analizar por qué es la demanda y en este caso la demanda es la migración venezolana”, apuntó.


En últimas la migración de venezolanos prácticamente ya se estabilizó, puede que aumente un poco más, pero ese choque externo no va a ser tan fuerte como el que ya vivió Colombia durante 2017-2018.


Así que “esa gasolina que nos impulsó en este primer semestre no se va a volver a ver de aquí en adelante y esa cifra de 3% va hacia abajo, desnudándonos de la realidad que tenemos”, concluyó.

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